Quito. 22.11.91. (Editorial) En la página 555 del Tomo III del
Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual de Guillermo
Cabanellas (21a edición, Editorial Heliasta S.R.L., Buenos
Aires, 1989), se lee lo siguiente:
"EspÃritu de cuerpo: Entiéndese con esta locución paradójica
el conjunto de ideas, actitudes, intereses, aspiraciones,
ideales y tradiciones de una colectividad profesional. Se
manifiesta de modo activo en la fidelidad defensiva de sus
miembros frente a los extraños, que no vacila en llegar al
encubrimiento, sobre todo en la modalidad de abstenerse de la
denuncia y de resistir a la ajena investigación. Es propenso
el espÃritu de cuerpo a la creación de camarillas que asumen
la dirección actual de la colectividad, con tendencia, si sus
poderes lo consienten y las oportunidades les favorecen, a
convertirse en oligarquÃa, inclinada a transformarse en
casta".
Cuando leà esta definición del sabio maestro de la Universidad
de Salamanca, encontré explicable (aunque jamás justificable)
el comportamiento de los dirigentes de muchas de las
organizaciones clasistas que han proliferado en el Ecuador en
los últimos tiempos, e inclusive el de ciertos elementos de la
fuerza pública que, ante la denuncia de abusos, incorrecciones
o delitos cometidos por alguno o algunos de sus miembros, han
tratado de "encubrirlos" o han reaccionado agresivamente
contra la investigación ajena. Estas manifestaciones negativas
de la "fidelidad defensiva", como dice Cabanellas, más que
responder a intereses legÃtimos del gremio organizado, son un
recurso que usan sus dirigentes con el propósito de
perpetuarse en el usufructo de sus privilegios. De convertir
el gremio en "camarilla" o en una "casta". Esta manera de
actuar y reaccionar parece ser una de las "constantes" de la
naturaleza humana.
Sin embargo, no cabe suponer siquiera que este pueda ser el
comportamiento de los miembros de una organización como la
Federación Médica Ecuatoriana, que se creó (como lo dice la
Ley respectiva), no únicamente para "defender los derechos
profesionales de sus miembros", sino también para "vigilar el
cumplimiento de sus obligaciones".
Y entre éstas últimas, especÃficamente, la de "controlar el
ejercicio de la Medicina en sus aspectos ético, cientÃfico y
técnico". Por lo mismo; porque no es igual ser miembro de una
"asociación para delinquir" que de una que persigue fines tan
loables y diferentes, jamás me pude imaginar que, la gravÃsima
denuncia que hiciera el ocho del mes en curso, en estas mismas
columnas, respecto del despojo criminal (la extracción de sus
dientes recubiertos de oro) del que se le habÃa hecho vÃctima
a una humilde mujer mientras le sometÃan a una intervención
quirúrgica en el hospital del Seguro Social de la ciudad de
Guayaquil, hubiera suscitado una absurda reacción, defensiva y
ofensiva del actual presidente de la Federación Nacional de
Médicos, Odontólogos y BioquÃmicos-Farmacéuticos del IESS; de
otro distinguido galeno, ex-presidente del Colegio Médico de
Pichincha (que, según me dicen, aspira a "sacrificarse" de
nuevo como dirigente del próximo paro, porque los últimos no
le han parecido suficientemente agresivos, es decir, acordes
con su temperamento guerrillero), y de algún medicucho al que
no identifico todavÃa.
No puede imaginar que esto sucederÃa porque, a pesar de todo
cuanto acontece a diario en el campo minado de la salud
pública, todavÃa me parecÃa imposible que se pretendiera
interpretar esa mi denuncia, especÃficamente endilgada contra
los "presuntos autores" de una infamia espeluznante (sobre la
que ha dado amplia información la prensa guayaquileña), como
"una ofensa malévola contra la clase médica nacional".
ÂQué disparate! ¿A quién se le podÃa ocurrir que alguien de mi
condición intelectual y moral, que se honra con la amistad de
centenares de médicos en toda la República, a los que respeta
y admira, y que tiene el privilegio de haber iniciado su
formación como polÃtico y como servidor público bajo el
magisterio de galenos ilustres como Carlos Andrade MarÃn y
Franklin Tello Mercado, pudiera cometer semejante
despropósito? Creo que solamente a quienes lo han hecho. (4A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 22/Noviembre/1991 | 00:00