Quito. 11 abr 2001. El general respiró agitado, frunció las cejas y las
marcas de su frente se evidenciaron más mientras se aprestaba a hablar.
"No, no podemos quitarle la confianza a Ãdgar Vaca ni a ningún hombre de
la institución". Su tono de voz era dubitativo y no dejaba de gesticular
con las manos. En cada anular llevaba anillos de oro.
El nombre del general es Jorge Molina, el nuevo jefe de la PolicÃa, y
ayer lucÃa serio y tenso en la rueda de prensa, a las 10:50, en el Club
de Oficiales de la Comandancia, y en la posterior charla con seis
periodistas, en su nuevo despacho, el del Comandante de la PolicÃa en
Quito.
Vestido con su uniforme verde aceituna y zapatos de charol, Molina ocupó
uno de los amplios sillones de cuero café de la oficina.
Miró a los ojos de los que le escuchaban y, tras la presión de las
interrogaciones, respondió que el general Mario Cevallos fue relevado de
la comandancia porque el Gobierno le retiró la confianza. En los 18
minutos que duró la entrevista, su teléfono celular blanco timbró
insistentemente por cuatro ocasiones; el celular estaba apoyado sobre el
escritorio junto a otros cuatro auriculares convencionales y el General
se inquietó con cada llamada pero no interrumpió el diálogo. Su edecán,
el mayor Vicente Navarrete, quien hasta septiembre comandó a la PolicÃa
de Manta, contestó a las llamadas y al menos una vez saludó a un general.
Cada vez respondÃa que el Comandante estaba ocupado.
El ánimo tenso se percibÃa en la Comandancia de PolicÃa, desde inicios de
marzo, cuando el comentado y esperado ascenso del general Cevallos,
entonces comandante General, no se produjo. Oficiales de la Comandancia
coincidÃan en que por la antigüedad, Cevallos estaba listo para
convertirse en General Superior, el máximo grado en la jerarquÃa. Además
la ceremonia de su ascenso iba a realizarse en el sexagésimo tercer
aniversario de profesionalización de la PolicÃa, el 2 de marzo pasado. El
aniversario se celebró en PusuquÃ, con la presencia del presidente Noboa.
134 jóvenes se graduaron de oficiales y el ascenso de Cevallos no se
cumplió.
En el discurso de aquel dÃa, Cevallos agradeció al Presidente por el
respaldo a su gestión. Noboa calificó de injusta a la sociedad por
extremar sus crÃticas a la PolicÃa, "por acciones aisladas, consideradas
como excesivas".
Para los mandos medios, el frustrado ascenso agrietó las relaciones entre
Cevallos y el ministro de Gobierno, Juan Manrique, quien antier explicó
que el relevo del Comandante se produjo por un cambio de rutina.
"El general Mario Cevallos cumplió el perÃodo por el cual debe permanecer
en el grado que ostenta. No existe ningún tipo de crisis al interior de
la PolicÃa Nacional". No obstante, la relación entre Cevallos y Manrique
se debilitó en febrero, cuando el Comandante insinuó que si las denuncias
de espionaje telefónico son ciertas, ocurrieron por encima de su mando.
Una nueva denuncia del diputado Carlos González en contra de la PolicÃa
apuntó al general Ãdgar Vaca, entonces jefe de Personal, y el comentario
de Cevallos dejó abierta la posibilidad de que el general Vaca recibió
alguna orden superior, que no fue la suya, para interferir llamadas
telefónicas.
Vaca, quien con el relevo de Cevallos ascendió a la InspectorÃa General,
aseguró que solicitó la intervención de dos teléfonos. Uno de ellos es el
de su casa, adonde llegaban amenazas que pudieron causar peligro en su
familia. El otro número fue el de una persona que recibió el mismo tipo
de amenazas. Esas intervenciones son legales; fueron autorizadas por los
propietarios de los teléfonos, dijo, y recordó que Andinatel ofrece ese
servicio.
El actual comandante Jorge Molina, entonces inspector General de la
PolicÃa, investigó la denuncia de las supuestas intervenciones de los
teléfonos de Inteligencia Militar en la Amazonia. El pasado marzo, Molina
entregó un informe de 300 páginas en el que determinó presunciones de
interferencias de llamadas. Su investigación fue utilizada por el Fiscal
de la PolicÃa para solicitar, el 27 de marzo, el procesamiento judicial
de Ãdgar Vaca.
El fiscal es Iván GarcÃa. La defensa del general Vaca argumentó
extemporaneidad en la presentación de la excitativa fiscal. El documento
fue elaborado el 27 de marzo, un dÃa después de que Iván GarcÃa fue
sustituido en la Corte de Justicia Policial. El ministro Juan Manrique
posesionó el 27 de marzo al general (r) Milton Andrade, como el nuevo
Fiscal de la PolicÃa.
Andrade fue comandante de la PolicÃa en el Gobierno de León Febres
Cordero, cuando el ministro de Gobierno de ese entonces, Luis Robles
Plaza, tuvo como uno de sus asesores a Juan Manrique. En esa época, el
entonces capitán Ãdgar Vaca dirigió las investigaciones en la PolicÃa
para capturar a los subversivos de grupos como Alfaro Vive Carajo.
Durante el 2000, el comandante Mario Cevallos enfrentó duras crÃticas por
supuestas irregularidades de Vaca. Ninguna de esas denuncias se probó.
El general Molina a ratos se agitaba en el recién estrenado despacho. En
un instante levantó su voz y sentenció: "Voy a colocar las bases para
construir una PolicÃa nueva y ética".
Luego guardó silencio. Al salir era notoria la presencia de diez
guardaespaldas vestidos de civil.
Una designación esperada
El coronel Abraham Correa, jefe del IV Distrito Policial, llegó a las
07:00 de ayer a su oficina, en la avenida Guillermo Pareja Rolando, al
norte de Guayaquil. Las llamadas telefónicas, en su mayorÃa provenientes
de Quito, fueron constantes en el transcurso de la mañana y, también,
después del mediodÃa. Ãl prefirió no atender a los periodistas: recibÃa,
según los oficiales de guardia, instrucciones de la Comandancia General,
cuyo nuevo titular visitará Guayaquil mañana, luego de que fue
posesionado por el primer mandatario. Los demás integrantes de la cúpula
permanecÃan en el Comando.
El general Molina recorrerá lugares donde ya laboró. Por ejemplo, fue el
principal (1998) del Comando Guayas y también del IV Distrito hasta el
año anterior, cuando fue trasladado a Quito. Su nombramiento no fue
sorpresa en el Puerto. (Texto tomado de El Comercio)