Escenario 1:

La Conaie cierra las principales carreteras de la Sierra central.

El paro indígena bloqueó las carreteras de la Sierra y dejó incomunicada a la capital con varias provincias. La dirigencia indígena anunció un endurecimiento de su posición, mientras que varias comunidades empezaron a plegar a la medida en forma progresiva.

Luis Macas, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunció que un grupo marchará a Quito, “pero el grueso del movimiento permanecerá bloqueando las principales vías”. Una especie de sitio, aunque lejano, a la capital del país.

Madrugón en Cotopaxi

Los indígenas de Cotopaxi amanecieron en las carreteras. Ni el frío, ni la neblina, que cubrió el cielo de esta provincia la madrugada del martes, los movieron de sus trincheras.

En el segundo día de paralización, las acciones en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la caducidad al contrato con la Oxy continuaron de acuerdo a la agenda planificada por la Conaie.

El escenario fue desolador, marcado por las carreteras vacías. Pocos transeúntes se movilizaron debido al bloqueo general.

Luis Macas llegó a Cotopaxi, tras visitar Tungurahua y Chimborazo, para explicar a las bases los alcances de la firma del tratado del TLC y la posición que adoptarán frente al Gobierno.

Por ahora no se ha programado una marcha hacia Quito. En Cotopaxi, los indios dicen que esta vez esperan que el régimen los busque.

Sin embargo, un numeroso grupo de amazónicos, liderado por Rafael Pandam, avanzó ayer a Tungurahua, para posteriormente llegar a Quito.

Macas, junto a Jorge Guamán, diputado de Pachakutik (PK) y Jorge Herrera, presidente del Movimiento Indígena de Cotopaxi, recorrieron por las vías del norte, entre Latacunga y el sector del Chasqui, que conecta con Quito, para constatar la participación de las organizaciones.

A lo largo de ese tramo, la circulación vehicular está suspendida con enormes troncos de eucaliptos, altos montículos de tierra y quema de llantas.

El norte, paralizado

Los indígenas de las provincias de Imbabura y Carchi plegaron ayer a la protesta. Las 45 comunidades indígenas del pueblo Otavalo, agrupadas en la Unión Quichinche, cerraron el tránsito en la Panamericana Norte, a partir de las 06:00 de ayer. La acción se cumplió en la entrada principal del cantón.

La Policía de Imbabura no intentó quitar los árboles y llantas quemadas, pues el tránsito por esa arteria era prácticamente nulo. Tampoco actuó el Ejército.

En el puente de Rumichaca, el flujo vehicular había decaído notablemente. Según cifras de la Policía de la zona, circularon 7.000 de los 15.000 automotores que diariamente cruzan este punto en ambos sentidos.

Y en el sitio conocido como la “Y” del Cajas, punto limítrofe entre Pichincha e Imbabura, un grupo de 80 manifestantes interrumpió el tránsito, a pesar de los intentos de desalojo.

Tungurahua lidera protesta

Las provincias que reclaman rentas al Gobierno no están en contra del TLC. Pero su protesta se mezcla con la movilización indígena y duplica los problemas del régimen.
Ríos de personas llenaron las doce cuadras de la avenida Cevallos, en Ambato, que se sumaron a la Marcha por la Dignidad de Tungurahua.

A las 15:00 se inició la movilización desde el sector de la Unidad Nacional. Participaron 33 organizaciones de la sociedad civil. Unas 50.000 personas se concentraron en la urbe. También se sumó el Movimiento Indígena de Tungurahua, con 3.000 afiliados, y un grupo de amazónicos, que llegó a saludar a las autoridades.

La demanda de Tungurahua asciende a 32 millones de dólares. Esperan el aval del régimen para lograr un crédito del BEDE.

A lo largo de 2 kilómetros del centro de la urbe, estudiantes, trabajadores, amas de casa, autoridades, representantes de las cámaras de la producción, entre otros, avanzaron con banderas de color verde y rojo y carteles en contra del régimen.

Ellos criticaron al presidente Alfredo Palacio de centralista y le reclamaron por haberse olvidado de la provincia. Las autoridades se ubicaron en la tarima principal, desde donde demandaron al Gobierno que cumpla con los requerimientos.

La medida en la provincia se inició a la medianoche del martes con el cierre de las vías que conectan a los límites provinciales, desde Quito y Riobamba.

Los trabajadores del Consejo Provincial obstaculizaron las carreteras en puntos considerados estratégicos: Yambo, Baños y Mocha. La circulación se detuvo pues usaron maquinaria pesada y montañas de tierra y piedras.

En Mocha, limítrofe con Chimborazo, se quedaron atrapados buses interprovinciales, camiones con productos de primera necesidad algunos rápidamente perecibles y automotores particulares que trataban de llegar a Ambato y Quito.

Durante la jornada se produjeron enfrentamientos entre los trabajadores y los militares que forcejearon para habilitar las vías. Como consecuencia fueron detenidos temporalmente 13 dirigentes.

La paralización, dicen las autoridades, continuará hasta que el Gobierno dé una respuesta.

Escenario 1

Un año tomó la preparación de las protestas

Fuerzas del orden desbloquean un tramo cerrado.
El año pasado se dio el primer paso para la movilización de la Conaie en contra de las negociaciones del TLC y por la caducidad del contrato con la petrolera Occidental.

Un largo proceso de socialización en las comunidades culminó con la paralización de carácter indefinido que inició el lunes.

Un primer momento se dio en noviembre, cuando los indígenas marcharon hacia Quito y presentaron al Gobierno su agenda, en la que se exigía detener las negociaciones con Estados Unidos y someter el TLC a una consulta popular.

Pero a la vez que se dio este paso formal, en todo el país ya estaba en marcha el proceso de socialización de información sobre el Tratado y la preparación de las futuras movilizaciones. Este inició a la par en que comenzaban las negociaciones con Estados Unidos.

Los dirigentes nacionales de la Conaie y sus colaboradores fueron los encargados de conseguir la información sobre el proceso y canalizarla a través de las dirigencias provinciales, las que a su vez, fueron las encargadas de delinear los procesos de socialización.

De acuerdo a la organización, esta se hizo en talleres, asambleas y mingas.

La consigna fue que en todos los actos o encuentros se incluya un eje para charlar sobre el TLC. La estrategia fue que las comunidades conozcan los posibles impactos del Tratado en temas vinculados con el sector indígena, como por ejemplo el manejo del agua, páramos, biodiversidad y producción a pequeña escala.

Una de las bases del proceso fue la Ecuarunari, que aglutina a las organizaciones indígenas de la Sierra y maneja escuelas de formación en cada provincia.

En estas se prepara a los nuevos líderes comunitarios e indígenas, que a la vez apuntalaron la socialización a pequeña escala en sus círculos de influencia.

Según el diputado Ricardo Ulcuango, hubo momentos en que las comunidades incluso propusieron adelantar las movilizaciones, pero que esto se evitó con la coordinación entre las dirigencias provinciales y nacionales, que desde enero concretaron las acciones de la movilización nacional.

análisis

Rubén Montoya Vega
Editor Político

¿Se habrá dado cuenta?

Totalmente desprotegido, sin nadie alrededor con capacidad mínima de leer la realidad, el Gobierno enfrenta un episodio de impredecibles consecuencias. ¿Se habrá dado cuenta?

Más atentas estuvieron las autoridades de algunas provincias: avisadas de la movilización indígena, midieron la fuerza del reclamo y guardaron sus armas unas horas.

Con casi todos desprevenidos (para la mayoría del país y sus actores, la marcha de la Conaie no existía), los indios vuelven a probar dos cosas: una, que el poder los sigue ignorando; dos, que el resto del país sigue sin saber quiénes son. Que levante la mano el que los ve venir.

Tarde para los lamentos y los llamados al diálogo, sólo queda el camino de la autoridad. Pero, ¿quién la ejercerá en nombre de un Gobierno que apenas transcurre? Al revés, y salvo un drástico giro de timón, no parece tener más armas que alambrar el débil ‘palacio’ donde se resguarda.

¿Qué otra salida le queda al Presidente con los indígenas? ¿Mandar al ruedo a un ministro de Gobierno que se quedó en el membrete? ¿A algún asesor o subsecretario comedido que solo conoce a Luis Macas por foto? ¿Demandar de las erosionadas fuerzas del orden un control firme?

El régimen puede, quizás, ante las provincias repetir la táctica inmediatista y peligrosa de firmar cheques y dañarle el hígado al próximo Gobierno.

Con los indios necesita bastante más que eso. En verdad, parecería estar más en manos de ellos que de sí mismo. Hasta hoy, solo da muestras de esperar que ellos se desgasten, que no estén tan bravos, que se conformen con una promesa.

Necesita bastante más y solo le quedan horas para torcer el rumbo. Las horas que nunca midieron bien antes de sus debacles Bucaram y Mahuad.

Régimen continuará negociando el TLC

La noche del martes, los indígenas se mantuvieron en las vías y prendieron las llamadas chamizas para espantar el frío serrano.

La propuesta que planteará el Ejecutivo a los movimientos indígenas opuestos a la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Ecuador y Estados Unidos, será que una vez logrado el acuerdo comercial bilateral soliciten al Congreso que convoque a una consulta popular para aprobarlo o no.

El discurso del Ejecutivo se basa en que la firma del tratado no significará su vigencia inmediata, ya que deberá ser analizado por los diputados “y aprobado a través de un consenso nacional”, dijo ayer una alta fuente del régimen.

Es por eso que mantendrá las negociaciones en Washington, el próximo 23 de marzo, y buscará alternativas para subsidiar a los sectores vulnerables, como el maicero y arrocero.

Las autoridades del Gobierno y de los organismos seccionales se encuentran en una disyuntiva general: identificar los motivos por los que siete provincias del país paralizaron sus actividades de manera indefinida.

El Frente Político del régimen se reunió ayer con el presidente de la República, Alfredo Palacio, para definir las estrategias que utilizará para enfrentar a los movimientos indígenas que paralizaron Cotopaxi, Chimborazo, Imbabura y parte de Pichincha en rechazo a la firma del TLC entre Ecuador y Estados Unidos y por la caducidad del contrato con la empresa Occidental.

Con respecto a este tema, el ministro de Gobierno, Alfredo Castillo, admitió ayer que la movilización indígena le ha causado más problemas de lo que pensaba. Para el funcionario, el rechazo a “una simple firma del TLC” no puede derivar en el pedido de destitución del jefe de Estado.

Lo que inicialmente se planteó como movilizaciones por reivindicaciones sociales, dijo Castillo, ahora se ha convertido en un paro “con espíritu político y afanes de desestabilización”, lo que el Gobierno no está dispuesto a aceptar.

Según el secretario de Estado, hay afanes conspirativos por parte de dirigentes indígenas, quienes manejan una protesta que pertenece a los obreros y campesinos con miras a las próximas elecciones. “Eso es lo que queremos explicar a los ecuatorianos”, precisó.

En el caso de Tungurahua, el subsecretario de Gobierno, Felipe Vega, logró el aval de la Presidencia para que el Banco del Estado entregue 4’300.000 dólares, de un pedido inicial de 32’000.000.

Más detalles

Las demandas sin planes

El subsecretario de Gobierno, Felipe Vega, insiste en que las demandas de Bolívar (16’500.00 dólares) no se han cumplido por falta de proyectos sustentables. Mientras que en Pastaza, lo único que se puede hacer es declarar en estado de emergencia la hospital de la localidad, por lo que “los paros son injustificados”.

La cita

Para las 17:00, estaba prevista una reunión entre líderes indígenas y el ministro de Gobierno para analizar la creación de mesas de diálogo sobre sus demandas.

En la catedral

Los 27 manifestantes que se tomaron la Catedral de Quito informaron que ayer iniciaron una huelga de hambre. Los quejosos permanecen al interior de la iglesia, que está ubicada en diagonal del Palacio de Carondelet. 300 policías custodian el exterior de la Catedral y unos 15 se mantienen al interior.

Rechazo al diálogo

Los líderes del seguro social campesino, quienes se tomaron la Catedral Metropolitana el lunes pasado, no aceptan la propuesta. Rodrigo Colahuaso, integrante de esta organización, aseguró que el Legislativo terminará aprobando el TLC. “Eso les interesa a los socialcristianos, a una parte de la Izquierda Democrática, al Prian del empresario Álvaro Noboa y a uno que otro independiente que tiene negocios”, precisó Collahuaso.

Los paros aún no afectan la inflación

El ministro de Economía, Diego Borja, dijo que a pesar de los paros y de la emergencia por las inundaciones en las cinco provincias de la Costa, la meta de inflación “se mantiene en una cifra inferior al 3%”. Según el plan económico Ecuador debe cerrar el año con un indicador del 2,7%.

Para Borja las paralizaciones aún no han incidido para que la meta de inflación sea modificada. El funcionario se reunió ayer al mediodía con el presidente Alfredo Palacio para revisar la situación.

Estamos haciendo todo el esfuerzo económico, “pero no somos ni el frente militar ni el político. Creo que quien tiene que responder es el ministro de la Política”, comentó refiriéndose al ministro de Gobierno, Alfredo Castillo.

“El país no aplaude los paros. El país le ha apostado al trabajo. Pueden haber ministros, diputados, personas de toda índole pero el país tiene que apostar a la racionalidad”, insistió el funcionario.

Borja recalcó que el paro de la Sierra Centro no obedece a la solicitud adicional de recursos. Sino a una posición de un grupo político que busca divulgar su posición ante el Tratado de Libre Comercio (TLC).

“El régimen está realizando un esfuerzo sobrehumano para alinear a un conjunto de autores que parece no quisieron llegar a esa meta”, dijo.

El Ministerio de Economía creó una Comisión para que revise que las asignaciones presupuestarias a las provincias cumplan con las demandas de las mismas.

De hecho, el ex alcalde de Cuenca, Fernando Cordero, es actualmente asesor del ministro. Cordero dijo a EXPRESO que el objetivo es atender las solicitudes de los gobiernos seccionales “de una manera racional”. Es decir, con recursos que consten en el presupuesto y que puedan ser reasignados.

Borja insistió en la necesidad de tener recursos reales para financiar los gastos “porque estamos en dolarización”.

En los diálogos con las provincias también actúa la directora del Codempe, Lourdes Tibán. La funcionaria realiza las veces de facilitadora para la presentación de proyectos ante el Ministerio de Economía.

Los planes son calificados por la Subsecretaría de Inversión Pública. Y, solo entonces pueden ser financiados. Economía pone como condición la entrega de contrapartidas por parte de los municipios.

ESCENARIO 2

Pastaza y Boli­var se enojaron con Vega

El Puente Internacional de Rumichaca recibira la mitad del flujo vehicular de días normales.

La situación en las provincias de Boli­var y Pastaza se complica ayer una vez que sus autoridades rechazaron las declaraciones del subsecretario de Gobierno, Felipe Vega, quien dijo que “sus paros no estan justificados.

El prefecto de Boli­var, Carlos Chávez, se reunió ayer con los alcaldes de la provincia para adelantar para hoy el paro del viernes. Sus demandas consisten en la entrega de 17.000.000 de dólares para obras viales.

En Pastaza, los manifestantes se tomaron el edificio de la Prefectura y marcharon en rechazo a la falta de atención del régimen durante cerca de 25 años.

Exportadores de flores son afectados

En el Mercado Mayorista de Quito disminuyó el ingreso de productos, pero el abasto es estable.

El sector florícola en las provincias de Tungurahua, Chimborazo y Cotopaxi deja de exportar 220.000 dólares diarios por las movilizaciones indígenas que iniciaron el lunes y que tiene carácter de indefinidas, dijo el floricultor, Alonso Arroyo.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Productores y Exportadores de Flores (Expoflores) otras zonas afectadas son Tabacundo y Cayambe.

Según Juan Reece, gerente del gremio, las únicas flores que llegan a los aeropuertos para ser enviadas, son las de las zonas aledañas a Quito. Es decir, de las plantaciones que están en los valles.

Desabastecimiento empieza a sentirse

Los mercados minoristas de Quito y Cuenca anunciaron ayer que hoy no abrirán sus puertas, en apoyo a las manifestaciones en contra de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

Ayer, hubo un 60% de desabastecimiento en los mercados de Quito, básicamente en los productos de la canasta básica como tomate, papa y hortalizas.

El quintal de papa subió de 12 a 18 dólares, según el presidente de la Confederación de Comerciantes minoristas, Enrique Astudillo, la especulación se da a nivel de los proveedores de productos. Los granos como habas, choclo y mellocos, las carnes y frutas aumentaron su precio en un 30%.

En Cuenca, Babahoyo, Azuay y otros cantones, la situación fue similar. Entre tanto, en los dos días de paro, los ganaderos han dejado de entregar un 20% de la leche a las industrias, dijo Alexandra Peralta, de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente (AGSO). La industria recoge 1’400.000 litros diarios.

En las vías permanecen cientos de camiones con productos perecibles que no han podido llegar a los centros de abasto.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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