El canciller Francisco Carrión viajará a EE.UU. para reunirse, este jueves 23 de marzo, con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice. Aún con el suavizado lenguaje de la diplomacia, el Ministro afirma que asumirá una postura firme y franca en los temas que tratarán.
¿Qué papel está jugando en este momento la CancillerÃa frente al TLC?
Efectivamente, hay un grupo de técnicos y profesionales de la CancillerÃa que han colaborado en todo el proceso en diferentes mesas. Ahora, cuando ya se termina esta fase técnica y entramos en un proceso que tiene connotaciones que van a la globalidad, el Ministerio ha tenido una participación activa, bajo responsabilidad del jefe negociador.
La CancillerÃa ha dado su asistencia, su apoyo logÃstico a través de su embajada en Washington. Yo he participado en algunas reuniones, he dado algún aporte y obviamente respaldamos en todo lo que podemos al grupo negociador.
¿Cree usted que el riesgo de una explosión social en el Ecuador si se firma el TLC puede cambiar el proceso de la negociación?
El Presidente de la República dispuso que se negocie en las mejores condiciones posibles para nuestro paÃs. Yo he insistido siempre en que el TLC es un convenio que va mucho más allá de lo meramente comercial. Entonces todos los ecuatorianos tenemos que estar involucrados en este proceso para finalmente tomar una decisión en función de Estado, que incluya a la sociedad, y analizar ahà la conveniencia o no.
Pero nosotros debemos hacerlo no desde un sentimiento de minusvalÃa, sino preguntándonos cómo podemos potenciar nuestras habilidades, nuestros recursos que son muchos en términos comerciales, y que podrán ayudar a modernizar la economÃa e inclusive la estructura polÃtica del Estado, a través de las exigencias que implica este tratado.
Pero no todos los ecuatorianos estamos involucrados.
AquÃ, insisto, debe haber un debate. Debe haber una participación de todos los sectores de la sociedad, empresarios, trabajadores, polÃticos, el Congreso Nacional, técnicos, especialistas. Todo el Ecuador tiene que pronunciarse, teniendo en cuenta cuáles son las alternativas e implicaciones de no firmarlo.
Estamos en un mundo globalizado. Debemos buscar una globalización que beneficie a nuestro paÃs, y este es uno de los instrumentos que más va a influir en ese proceso.
âEl TLC es un convenio que va mucho más allá de lo comercial. El Ecuador expondrá sus argumentos geopolÃticos para obtener resultados. Estados Unidos lo hace, nosotros tambiénâ
¿Cree que el TLC debe ir a una consulta popular?
Esa es una decisión que trasciende mi responsabilidad, pero me parece que resultarÃa muy complicado someter a consideración del pueblo un texto de una enorme complejidad.
TenderÃa a politizarse y eso es muy grave, tenemos experiencias históricas en ese sentido. Yo creo más bien en el diálogo, en la búsqueda de consensos, en la incorporación de diferentes actores antes que en una consulta, que no será una reflexión frÃa, serena, sino que será caldeada por la polÃtica, con lo cual se quitarÃa objetividad.
En este tema hay dos temores de fondo: una mayor dependencia con Estados Unidos, y el hecho de que puede haber muchos TLC para el Ecuador, pero no hay paÃs para un TLC.
Yo coincido con lo último. El proceso es ahora con EE.UU., pero ahora mismo ya tenemos una especie de TLC con paÃses del Mercosur, que probablemente podrÃa afectar más al Ecuador si es que esto termina con la firma y la ratificación del Congreso.
En Viena, el próximo 7 u 8 de mayo, vamos a tener una reunión de los paÃses andinos con la Unión Europea, donde vamos a hablar ya de una suerte de TLC, un acuerdo de asociación.
Tenemos un Acuerdo ACE 32, que es una especie de TLC también con Chile. Tenemos un comienzo de negociaciones con México, he hablado también de que tenemos que pensar en China, en la India. Una de las gestiones que yo tengo previstas para este año es precisamente aproximarnos a estos grandes mercados, pero tenemos que empezar con nuestro principal socio comercial y eso es asÃ. Lo grave es que nos quedemos solamente con EE.UU..
Es un buen proceso, entonces.
No es que diga yo que un TLC es bueno porque sea bueno. Tiene que ser bueno en la medida en que esté siendo bien negociado y cuyos resultados deberán ser evaluados por el conjunto de la sociedad y presentando alternativas. Recuérdese que a fines de este año terminan las concesiones que nos concede EE.UU. por el ATPDA.
Mientras que las flores colombianas entrarán sin aranceles a EE.UU., las flores ecuatorianas tendrán aranceles, con lo cual no podrán competir. Toda la floricultura de la Sierra ecuatoriana quedará totalmente excluida del mercado de EE.UU.. Esos elementos hay que analizarlos con serenidad, para hacer una evaluación definitiva sobre la conveniencia, donde nos involucremos todos los ecuatorianos
Aparece, de todas maneras, como un proceso excluyente.
Usted lo ha dicho, aparece como un proceso excluyente. Pero Manuel Chiriboga (jefe negociador) ha tenido una enorme cantidad de reuniones para dar a conocer los avances y escuchar las opiniones de los diferentes sectores. Muy fácil resulta decir no porque no.
Propongamos alternativas; eso es lo que yo no veo de estos sectores radicales que están opuestos. Hay que hacer una evaluación una vez que se termine la negociación y el propio Presidente ha dicho que no va a firmar lo que le pongan, sino que considerará el firmar. Yo creo que eso hay que resaltar, no es lo que dijo el ex presidente (Lucio) Gutiérrez, de que el TLC va porque va.
¿El Presidente puede, entonces, no firmar?
Es su potestad legÃtima. Es decir, usted cierra una negociación y la decisión polÃtica que recae en el Presidente de la República hará que él decida la conveniencia o no, punto. Y luego será el Congreso Nacional el que deberá ratificar ese tratado.
âHablaré con Condoleezza Rice sobre la importancia de una flexibilización en la negociación del TLC. Le informaré sobre los esfuerzos del Gobierno, por institucionalizar el paÃsâ
¿Qué va a llegar a decirle a Condoleezza Rice? ¿Cuál es la agenda ecuatoriana en esta conversación?
Es la agenda amplia de la relación de Ecuador con un paÃs como EE.UU., que es el paÃs más influyente del planeta y eso nadie lo duda.
Es una agenda que tiene cosas en las cuales hay coincidencia de intereses: cómo no vamos a estar de acuerdo en la defensa de los derechos humanos, la democracia, la lucha contra el narcotráfico, en fin. Pero también le diré lo que el Ecuador piensa en los puntos donde hay diferencias.
¿Como cuáles?
Yo respeto mucho a los EE.UU., a su pueblo. A su gente le gusta que las cosas se digan frontalmente. Yo he sido frontal en mis manifestaciones respecto al informe del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos. He dado mi criterio personal respecto de la Base de Manta, he manifestado preocupaciones sobre otros temas con EE.UU.
Pero yo soy amigo del diálogo: es muy fácil decir las cosas, criticar, cuestionar, pero es necesario e indispensable el diálogo para abordar temas que nos preocupan, como precisamente el informe sobre derechos humanos, donde no se hizo una distinción entre los cuatro primeros meses del ex presidente Gutiérrez con los ocho del presidente Palacio, donde yo creo que se han hecho enormes esfuerzos en el tema.
No hay una violación sistemática de Estado de los derechos humanos.
Pero no hay cómo negar la realidad tampoco
No quiero decir que aquà sea el paraÃso. Todos los paÃses del mundo tienen carencias y falencias y el Ecuador no es una excepción: es más, es un paÃs con graves carencias por la propia infraestructura de injusticia que hay, pero no es una cosa ni sistemática y se lo diré con absoluta franqueza.
¿Qué más le dirá?
Le diré la vocación que tiene el Ecuador de luchar contra el narcotráfico. Es una vocación, es un compromiso de paÃs por convicción propia y por los acuerdos multilaterales de los cuales forma parte. El tema migratorio será otro. Estoy empeñado en trabajar conjuntamente con los paÃses de Mesoamérica sobre este tema.
¿Cuáles cree que son los temas centrales en la relación con EE.UU. en esta coyuntura y cuál es la posición ecuatoriana frente a estos temas?
Sobre el tema migratorio le haré saber la inconformidad del Ecuador respecto de la tramitación que hay en el Congreso de EE.UU. de la ley que busca casi criminalizar a los inmigrantes indocumentados.
Tenemos muchos ecuatorianos en esa situación. Esa es una decisión obviamente soberana, pero le haré conocer, ya que esa es mi obligación, cuál es la posición del Ecuador. En el tema de cooperación, le haré conocer la importancia que para nosotros tiene la cooperación de su paÃs, y como prueba le demostraré cómo el Ecuador ha sido eficiente en la captura de droga y en desbaratar redes de narcotráfico, inclusive con la muy poquÃsima ayuda que recibimos.
âYo no voy a negociar la Base de Manta, pero sà le haré saber (a Rice) de las implicaciones que esto ha tenido para nuestro paÃs. Haré notar ciertos elementos geopolÃticos para defender la posición del Ecuadorâ
Ayuda que precisamente usted busca que sea incrementada.
Le haremos ver a Condoleezza Rice la necesidad de que haya mayor cooperación para efectos de desarrollo. La USAID tiene proyectos importantes en la frontera norte, también en la frontera sur con el Perú, pero es importante que EE.UU. se involucre más para ayudar a que esa gente que está sufriendo por ejemplo los efectos del famoso Plan Colombia pueda desarrollarse.
Yo soy un convencido de que la seguridad está más en el desarrollo, es más eficiente en el desarrollo que en el factor represivo. Y hablaré con ella sobre temas de seguridad, sin duda.
¿Hablará también frontalmente sobre la negociación del TLC?
Hablaré con ella sobre la importancia de que haya una flexibilidad en la negociación del TLC. Le informaré sobre la situación interna del Ecuador. Del esfuerzo que está haciendo el Gobierno del presidente Palacio, en un entorno polÃtico muy complejo, por consolidar las bases de un Estado serio, de los esfuerzos del paÃs entero por la nueva Corte Suprema de Justicia, la reforma polÃtica en la que estamos implicados.
El grave problema es que en EE. UU. se conoce muy poco del Ecuador y lo poco que se conoce son cosas negativas. Le haré ver los esfuerzos que hemos hecho y el apoyo que necesitamos. Pero no como una cosa mendicante. Hay que ser francos, sinceros, esa es la forma de entenderse con un paÃs como EE UU..
En esta frontalidad es probable que la Canciller hable sobre el tema Oxy, o los temas que interesan de las empresas de EE.UU. en el Ecuador, ¿cómo está esa situación, cuál será el planteamiento ecuatoriano al respecto?
Seguro que la señora Rice me planteará esos temas contenciosos. Entonces yo le haré saber cada caso sobre Oxy, Chevron-Texaco, Duke Energy, en fin. Cuál es la situación jurÃdica o judicial, según el caso en el que se encuentren, y la voluntad que tiene el Ecuador de que esto tenga una salida, porque a nadie le interesa que haya esos contenciosos.
Ecuador también tiene temas pendientes: las extradiciones, por ejemplo.
De mi parte también le haré saber algunas preocupaciones que tiene el Ecuador, como los pedidos de extradición que se ha hecho de ecuatorianos que están siendo demandados por la justicia ecuatoriana. La necesidad de que el gobierno de los EE.UU. nos apoye para precisamente luchar contra la corrupción.
Le transmitiré la preocupación sobre los dos ciudadanos estadounidenses, que amparados por un estatuto diplomático, uno mató a un ecuatoriano, y otro atropelló a dos ecuatorianos.
Hasta donde sabemos ellos no han sido procesados debidamente, a pesar de los pedidos que ha hecho el Ecuador. Es decir, nosotros también tenemos, no digamos contenciosos, preocupaciones que no han sido atendidas, o por lo menos no tengo yo respuestas claras y le haré saber la aspiración del Ecuador de que hayan reacciones y respuestas claras a esos pedidos.
Usted menciona que tratarán temas de comercio y el tema del TLC y dice que pedirá flexibilidad ¿Cómo piensa que Estados Unidos tenga esa sensibilidad con el Ecuador?
El jefe negociador (Manuel Chiriboga) ha dado las previsiones de las preocupaciones que tenemos en términos agrÃcolas y de propiedad intelectual.
Pero lo que sà le haré notar (a Rice) es que hay que tener en cuenta factores geopolÃticos para efectos de que haya una flexibilidad. Y le hablaré a la señora Rice con absoluta franqueza sobre este asunto. Usted comprenderá las reservas que eso exige, porque yo lo único que trato es de buscar lo mejor para el Ecuador en lo que es de mi competencia.
Como CancillerÃa le haré saber la importancia que tiene el desarrollo del Ecuador para el interés de todo el pueblo ecuatoriano, y la importancia que tiene la estabilidad de este paÃs en toda la región. Hay factores de tipo geopolÃtico que son importantes.
Son las bazas de las que hablé. En toda negociación y todo paÃs hace uso de bazas, digamos argumentos que deben tenerse presentes, a pesar de que se trata de una negociación de un TLC. Pero esto va más allá de una simple negociación comercial.
¿Bazas que también tiene Estados Unidos?
Los EE.UU. están haciendo uso de una serie de bazas; también otros paÃses lo han hecho, porqué no lo va hacer el Ecuador. Yo en esto insisto y cada vez que puedo lo hago: Ecuador debe dejar de ser ingenuo.
Tenemos que pensar en nuestro intereses, la historia nos ha dado lecciones suficientes y por eso yo soy un convencido de que el Ecuador tiene que actuar en función de sus intereses, haciendo valer sus argumentos para no repetir y no generar confusión con la palabra bazas. Todo lo que lÃcitamente pueda persuadir a otro Estado para que adopte una posición de flexibilidad.
¿Pero no es un riesgo usar este tipo de bazas, como por ejemplo la Base de Manta? Negociar una permanencia de la base es un riesgo para el Ecuador.
Yo no voy a negociar eso. Yo ya dije mi posición personal sobre la Base de Manta: yo no la firmarÃa porque no creo que ha sido conveniente para el Ecuador. Ahora bien, el Ecuador lo respeta, ese es un convenio internacional, y yo no voy a cuestionar ese convenio cuando todavÃa está vigente. Pero sà le haré saber a la señora Rice cuál es la realidad del Ecuador, las implicaciones que esto ha tenido sobre nuestro paÃs, me parece legÃtimo decirlo.
¿Queda descartada entonces la inclusión de la Base de Manta?
Yo no puedo incluir en una negociación algo que va a suceder de aquà al 2009, cuando el gobierno que sea tendrá que decidir sobre la conveniencia o no de renovar ese convenio.
Habrá otro gobierno, habrá otro Canciller que tomará la decisión que crea más conveniente. Pero sà creo yo mi deber hacerle notar ciertos elementos de carácter geopolÃtico que van en la lÃnea de defender la posición del Ecuador y de su pueblo, y creo yo que interesa a toda la región.
Esos impactos del Plan Colombia de los que usted habla, y que serán argumentos ecuatorianos en la negociación del TLC, tienen que ver también con la hipermilitarización de la relación con Colombia ¿Cómo piensa convertir ese enfoque militar de las relaciones en temas de desarrollo?
Ese es uno de los grandes esfuerzos y ese intento está recogido en el comunicado que firmamos los cancilleres el 7 de diciembre pasado.
Pero hablamos de temas que son reales. No podemos dejarlos de lado: la seguridad en la frontera, las aspersiones, la fumigación, la erradicación manual, la investigación a través de un grupo de estudiosos, de cientÃficos, los efectos de glifosato, la emigración, los desplazados; pero también el comercio, no se olvide de que Colombia es el segundo socio comercial del Ecuador, la cooperación y la comisión binacional que plantea proyectos de desarrollo fronterizos muy importantes.
Hay que pensar en los pobladores ecuatorianos de la frontera. Muy fácil es hablar como lo estamos haciendo aquà ahora, cuando allá en la frontera nuestros compatriotas tienen una vida que casi ya no es vida.
Yo he estado allá en dos ocasiones, he visto la situación de pobreza, de desatención que tienen y la situación de inseguridad terrible en la que viven: entonces tenemos que pensar en ellos a través de proyectos de desarrollo.