Quito. 07 jun 96.
César Durán Ballén, hermano del presidente de la República,
dueño de la financiera "Confiansa", cuñado de León Febres
Cordero. El actual vicepresidente de la República y ex
ministro de Educación, Eduardo Peña Triviño fue presidente de
"Confiansa", y el ex ministro de Finanzas, César Robalino
Gonzaga, fue gerente de esa compañía.
- Susana Durán Ballén Villalobos, hija del presidente, fue
coordinadora del Ministerio de Gobierno. Está casada con
Francisco Paredes Peña, hermano del ex canciller Diego Paredes
Peña. Susana y Francisco son padres de Enma Paredes Durán
Ballén (Flores y Miel) y Victoria Paredes Durán Ballén, que un
tiempo se encargó del manejo de la imagen del presidente y en
la actualidad ocupa un cargo en la Organización de Estados
Americanos (OEA). Francisco Paredes es primo de Marcelo Peña
Durini, ex representante de "Confiansa" en Quito, ex
presidente de la Corporación Financiera Nacional (CFN) y
embajador en Alemania.
- Alicia Durán Ballén Villalobos, hija del presidente,
asistente personal del mandatario (un tiempo con nombramiento
y ahora sin él), está casada con Santiago Matheus Jijón, que
fue director del Comité de Salvamento de Galápagos en la época
del incendio de la isla Isabela. Además, Matheus es uno de los
principales de la empresa constructora del cementerio "Monte
Olivo", de Quito, a pesar de que una ordenanza municipal
prohibe la construcción de cementerios dentro del perímetro
urbano.
- Sixto Xavier Durán Ballén Villalobos, hijo del presidente,
ocupó un alto cargo en la constructura "Hidalgo-Hidalgo",
promotora de un proyecto inmobiliario en el terreno donde
estaba edificada la "casa de Navarro", inventariada como parte
del patrimonio cultural de Quito, que fue demolida por orden
del ex ministro de Educación, Eduardo Peña Triviño. Además, la
empresa "Hidalgo-Hidalgo", tiene a su cargo la construcción de
un alto porcentaje de las carreteras del Ecuador.
- Jorge Luna Yepes, fundador de ARNE y consuegro del
presidente Durán Ballén, viudo de María Victoria Maldonado,
tía del ministro de Industrias y ex secretario de la
Administración, José Vicente Maldonado. También es tío segundo
de Santiago Bustamante, director del FISE.
- José Vicente Maldonado, pariente político del gerente del
Banco de la Vivienda, José Crespo Toral, quien es cuñado de
Jorge Salvador Lara, suegro del ex secretario general de la
Administración, Carlos Larreátegui Nardi, a su vez hijo del
procurador general del Estado, Carlos Larreátegui Mendieta.
También el ministro de Industrias José Vicente Maldonado es
primo de Jorge Luna Maldonado, esposo de Josefina Durán Ballén
Villalobos, hija del presidente de la República.
- Pablo Reyes, secretario privado del presidente, hermano de
una de las nueras del jefe de Estado, María Augusta Reyes,
esposa de Jorge Durán Ballén Villalobos. A su vez, Pablo Reyes
es hermano de la esposa del ministro de Obras Públicas, Pedro
López.
- Juan Aguirre, actual secretario general de la Administración
y ex secretario particular del presidente, es hermano del
presidente del CONAM, José María Aguirre. Asimismo, es socio
de la compañía "Tecniseguros", con el fallido primer director
del IESS en este gobierno, Fernando Navarro y Santiago Correa.
Paralelamente, Aguirre y Correa son copromotores de algunos
proyectos inmobiliarios en Bahía de Caráquez.
- Remigio Dávalos, embajador en Colombia, ex diputado
conservador y ex asesor político del presidente de la
República, está casado con María Rosa Maldonado Dávila,
hermana del ministro de Industrias, José Vicente Maldonado.
- Juan Carlos Solines, subsecretario general de la
Administración, es yerno del ministro de Trabajo, Alfredo
Corral Borrero.
DESVENTURAS DEL ENTORNO INTIMO
Por Francisco Febres Cordero
En realidad, el entorno íntimo no ha tenido desventuras. Solo
venturas. Las desventuras del título obedecen a que, como
todavía faltan unos pocos días para que se acabe el Gobierno,
en ese lapso podría todavía atravesarse alguna desventura en
el entorno íntimo y, en consecuencia, hay que dejar cualquier
posibilidad abierta. Nunca se sabe...
Las venturas del entorno íntimo comenzaron antes de que Sixto
fuera siquiera candidato a la Presidencia. Es más, cuando
afirmaba que no quería serlo. Pero, venturosamente, el
venturoso entorno íntimo le convenció que fuera. Y Sixto,
como es público y notorio, venturosamente, fue.
El entorno íntimo, pues, ha tenido una enorme, inconmensurable
influencia en todas las decisiones de Sixto, hasta el extremo
de hacer que las tales decisiones se convirtieran en
indecisiones, en largas dudas, en eternas cavilaciones que
muchas veces quedaron definitivamente sin solución, dieron al
traste con lealtades, terminaron amistades y, dicho sea en su
descargo, también crearon otras nuevas. Enemistades.
Analicemos someramente una por una a las miembras del entorno
íntimo, para entender cómo influyen ellas en la voluntad del
presidente.
Josefina. A veces se la confunde con la hecatombe del mismo
nombre ocurrida en el Austro, pero aquello solo es obra de la
maledicencia, la mala fe y el odio más protervo. Josefina,
para el entorno íntimo, es Finita. Influye mucho en el
presidente porque si él no hace lo que ella quiere, ella le
castiga no horneándole los bizcochitos que con tanta
delicadeza elabora y que a él tanto le gustan y le sirven para
acompañar el café de la media tarde. Finita, solidariamente,
ha estado junto a Sixto en todos los actos públicos y, según
se rumora, también en algunos privados. Entre los públicos se
cita las presentaciones oficiales, las reuniones de gabinete y
las decisiones de la Junta Monetaria. Entre los privados, la
operación en que Sixto fue privado de algunas vértebras, por
ejemplo. Finita, a lo largo del gobierno, ha mantenido un
perfil regular: mucho mejor es de frente.
Alicia. Es la segunda miembra del entorno íntimo y, con
seguridad, la que más pañuelos tiene no solo en todo el
entorno íntimo sino, probablemente, en todo el país. Según el
color de su pañuelo y la posición que éste ocupa en su entorno
íntimo (cuello, hombros, cintura, espalda) el presidente
actúa, pues sabe descifrar el lenguaje cifrado con el cual
Alicia le habla pañuelarmente. Lo de los pañuelos le viene
porque su padre, el presidente, le llama "Gipsy", que,
traducido del inglés, significa gitana. Y, como Gipsi que es,
Alicia sabe leer muy bien las cartas, porque da la casualidad
que es algo así como una secretaria ejecutiva de su papá y no
hay carta que se le escape. De ahí se deriva su poder: es una
suerte de conciencia de su padre, de alma gemela, de la hija
que su padre sí tuvo. Quienes han tenido la bienaventura de
tratarla, dicen que es muy fina, tan fina como su madre, quien
también es muy fina. Quienes no han tenido la suerte de
tratarla dicen que es sobrada y que cree que sabe todo. Y
que las más grandes meteduras de pata que el presidente ha
tenido a lo largo de su gestión (Halcones vs. Palomas, caso
Dahik, relaciones con la prensa, entre diez mil trescientos
ochenta y tres otros casos), se deben a los inoportunos
consejos de ella. Susana. Aunque en edad es mayor que
Alicia, en influencia ha sido un poco menor. En el entorno
íntimo llama a su padre "papío", y su padre, en reciprocidad,
le llama por teléfono para reclamarle el lío en que le metió
tanto por "Flores y Miel", cuanto por la llevada del marido de
su hija Enma en el avión presidencial, cuando el mancebo se
encontraba prófugo de la justicia por las mismas Flores. A
pesar de todo, siempre ha estado en todo. Hasta en la barra
del Congreso estuvo y fue cuando dijo que le daba vergüenza
ser ecuatoriana y que más bien quería ser norteamericana como
su madre. Lamentablemente nadie le hizo caso, por lo cual
sigue siendo ecuatoriana y, como tal, haciendo
ecuatorianiqueses.
César Durán Ballén. Es el último de las tres que conforman el
entorno íntimo. Al contrario de sus compañeras de equipo, muy
rara vez aparece en público, hasta el extremo de que se lo
confunde unas ocasiones con Finita, otras con Alicia y otras
con Susana. Y otras no se le confunde con nadie, cosa que a
él le irrita profundamente y de lo cual se queja al presidente
porque, la verdad sea dicha, su estado habitual es vivir muy
confundido. (DIARIO HOY) (P. 7-A)
César Durán Ballén, hermano del presidente de la República,
dueño de la financiera "Confiansa", cuñado de León Febres
Cordero. El actual vicepresidente de la República y ex
ministro de Educación, Eduardo Peña Triviño fue presidente de
"Confiansa", y el ex ministro de Finanzas, César Robalino
Gonzaga, fue gerente de esa compañía.
- Susana Durán Ballén Villalobos, hija del presidente, fue
coordinadora del Ministerio de Gobierno. Está casada con
Francisco Paredes Peña, hermano del ex canciller Diego Paredes
Peña. Susana y Francisco son padres de Enma Paredes Durán
Ballén (Flores y Miel) y Victoria Paredes Durán Ballén, que un
tiempo se encargó del manejo de la imagen del presidente y en
la actualidad ocupa un cargo en la Organización de Estados
Americanos (OEA). Francisco Paredes es primo de Marcelo Peña
Durini, ex representante de "Confiansa" en Quito, ex
presidente de la Corporación Financiera Nacional (CFN) y
embajador en Alemania.
- Alicia Durán Ballén Villalobos, hija del presidente,
asistente personal del mandatario (un tiempo con nombramiento
y ahora sin él), está casada con Santiago Matheus Jijón, que
fue director del Comité de Salvamento de Galápagos en la época
del incendio de la isla Isabela. Además, Matheus es uno de los
principales de la empresa constructora del cementerio "Monte
Olivo", de Quito, a pesar de que una ordenanza municipal
prohibe la construcción de cementerios dentro del perímetro
urbano.
- Sixto Xavier Durán Ballén Villalobos, hijo del presidente,
ocupó un alto cargo en la constructura "Hidalgo-Hidalgo",
promotora de un proyecto inmobiliario en el terreno donde
estaba edificada la "casa de Navarro", inventariada como parte
del patrimonio cultural de Quito, que fue demolida por orden
del ex ministro de Educación, Eduardo Peña Triviño. Además, la
empresa "Hidalgo-Hidalgo", tiene a su cargo la construcción de
un alto porcentaje de las carreteras del Ecuador.
- Jorge Luna Yepes, fundador de ARNE y consuegro del
presidente Durán Ballén, viudo de María Victoria Maldonado,
tía del ministro de Industrias y ex secretario de la
Administración, José Vicente Maldonado. También es tío segundo
de Santiago Bustamante, director del FISE.
- José Vicente Maldonado, pariente político del gerente del
Banco de la Vivienda, José Crespo Toral, quien es cuñado de
Jorge Salvador Lara, suegro del ex secretario general de la
Administración, Carlos Larreátegui Nardi, a su vez hijo del
procurador general del Estado, Carlos Larreátegui Mendieta.
También el ministro de Industrias José Vicente Maldonado es
primo de Jorge Luna Maldonado, esposo de Josefina Durán Ballén
Villalobos, hija del presidente de la República.
- Pablo Reyes, secretario privado del presidente, hermano de
una de las nueras del jefe de Estado, María Augusta Reyes,
esposa de Jorge Durán Ballén Villalobos. A su vez, Pablo Reyes
es hermano de la esposa del ministro de Obras Públicas, Pedro
López.
- Juan Aguirre, actual secretario general de la Administración
y ex secretario particular del presidente, es hermano del
presidente del CONAM, José María Aguirre. Asimismo, es socio
de la compañía "Tecniseguros", con el fallido primer director
del IESS en este gobierno, Fernando Navarro y Santiago Correa.
Paralelamente, Aguirre y Correa son copromotores de algunos
proyectos inmobiliarios en Bahía de Caráquez.
- Remigio Dávalos, embajador en Colombia, ex diputado
conservador y ex asesor político del presidente de la
República, está casado con María Rosa Maldonado Dávila,
hermana del ministro de Industrias, José Vicente Maldonado.
- Juan Carlos Solines, subsecretario general de la
Administración, es yerno del ministro de Trabajo, Alfredo
Corral Borrero.
DESVENTURAS DEL ENTORNO INTIMO
Por Francisco Febres Cordero
En realidad, el entorno íntimo no ha tenido desventuras. Solo
venturas. Las desventuras del título obedecen a que, como
todavía faltan unos pocos días para que se acabe el Gobierno,
en ese lapso podría todavía atravesarse alguna desventura en
el entorno íntimo y, en consecuencia, hay que dejar cualquier
posibilidad abierta. Nunca se sabe...
Las venturas del entorno íntimo comenzaron antes de que Sixto
fuera siquiera candidato a la Presidencia. Es más, cuando
afirmaba que no quería serlo. Pero, venturosamente, el
venturoso entorno íntimo le convenció que fuera. Y Sixto,
como es público y notorio, venturosamente, fue.
El entorno íntimo, pues, ha tenido una enorme, inconmensurable
influencia en todas las decisiones de Sixto, hasta el extremo
de hacer que las tales decisiones se convirtieran en
indecisiones, en largas dudas, en eternas cavilaciones que
muchas veces quedaron definitivamente sin solución, dieron al
traste con lealtades, terminaron amistades y, dicho sea en su
descargo, también crearon otras nuevas. Enemistades.
Analicemos someramente una por una a las miembras del entorno
íntimo, para entender cómo influyen ellas en la voluntad del
presidente.
Josefina. A veces se la confunde con la hecatombe del mismo
nombre ocurrida en el Austro, pero aquello solo es obra de la
maledicencia, la mala fe y el odio más protervo. Josefina,
para el entorno íntimo, es Finita. Influye mucho en el
presidente porque si él no hace lo que ella quiere, ella le
castiga no horneándole los bizcochitos que con tanta
delicadeza elabora y que a él tanto le gustan y le sirven para
acompañar el café de la media tarde. Finita, solidariamente,
ha estado junto a Sixto en todos los actos públicos y, según
se rumora, también en algunos privados. Entre los públicos se
cita las presentaciones oficiales, las reuniones de gabinete y
las decisiones de la Junta Monetaria. Entre los privados, la
operación en que Sixto fue privado de algunas vértebras, por
ejemplo. Finita, a lo largo del gobierno, ha mantenido un
perfil regular: mucho mejor es de frente.
Alicia. Es la segunda miembra del entorno íntimo y, con
seguridad, la que más pañuelos tiene no solo en todo el
entorno íntimo sino, probablemente, en todo el país. Según el
color de su pañuelo y la posición que éste ocupa en su entorno
íntimo (cuello, hombros, cintura, espalda) el presidente
actúa, pues sabe descifrar el lenguaje cifrado con el cual
Alicia le habla pañuelarmente. Lo de los pañuelos le viene
porque su padre, el presidente, le llama "Gipsy", que,
traducido del inglés, significa gitana. Y, como Gipsi que es,
Alicia sabe leer muy bien las cartas, porque da la casualidad
que es algo así como una secretaria ejecutiva de su papá y no
hay carta que se le escape. De ahí se deriva su poder: es una
suerte de conciencia de su padre, de alma gemela, de la hija
que su padre sí tuvo. Quienes han tenido la bienaventura de
tratarla, dicen que es muy fina, tan fina como su madre, quien
también es muy fina. Quienes no han tenido la suerte de
tratarla dicen que es sobrada y que cree que sabe todo. Y
que las más grandes meteduras de pata que el presidente ha
tenido a lo largo de su gestión (Halcones vs. Palomas, caso
Dahik, relaciones con la prensa, entre diez mil trescientos
ochenta y tres otros casos), se deben a los inoportunos
consejos de ella. Susana. Aunque en edad es mayor que
Alicia, en influencia ha sido un poco menor. En el entorno
íntimo llama a su padre "papío", y su padre, en reciprocidad,
le llama por teléfono para reclamarle el lío en que le metió
tanto por "Flores y Miel", cuanto por la llevada del marido de
su hija Enma en el avión presidencial, cuando el mancebo se
encontraba prófugo de la justicia por las mismas Flores. A
pesar de todo, siempre ha estado en todo. Hasta en la barra
del Congreso estuvo y fue cuando dijo que le daba vergüenza
ser ecuatoriana y que más bien quería ser norteamericana como
su madre. Lamentablemente nadie le hizo caso, por lo cual
sigue siendo ecuatoriana y, como tal, haciendo
ecuatorianiqueses.
César Durán Ballén. Es el último de las tres que conforman el
entorno íntimo. Al contrario de sus compañeras de equipo, muy
rara vez aparece en público, hasta el extremo de que se lo
confunde unas ocasiones con Finita, otras con Alicia y otras
con Susana. Y otras no se le confunde con nadie, cosa que a
él le irrita profundamente y de lo cual se queja al presidente
porque, la verdad sea dicha, su estado habitual es vivir muy
confundido. (DIARIO HOY) (P. 7-A)
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