LIMA.- Mientras el Gobierno del presidente George W. Bush trata de convencer al Congreso de EEUU sobre la necesidad de un ataque preventivo a Iraq, los economistas en esta parte del mundo ya se están preguntando si un alza mundial de los precios petroleros, provocada por una guerra en Iraq, no producirÃa una nueva ola de populismo económico en América Latina.
Tienen buenos motivos para preocuparse: según proyecciones de la firma UBS Warburg, de Connecticut, si una guerra contra Iraq provocara un alza del precio actual de $28 por barril a $35 por barril -una proyección conservadora- las exportaciones petroleras latinoamericanas aumentarÃan en $12 400 millones anuales.
En el pasado, este tipo de aumentos en los precios petroleros han dejado una secuela desastrosa para América Latina. La región todavÃa está pagando el precio de su endeudamiento externo tras las crisis petroleras de 1973 y 1979, cuando -alentados por sus mayores ingresos petroleros- los principales paÃses de la región comenzaron a subsidiar varios sectores de sus economÃas, y a asumir enormes deudas.
Pero el petro-populismo le costó caro a América Latina. Cuando los precios petroleros comenzaron su inevitable caÃda, la región se encontró con una deuda externa inmanejable de $320 000 millones, que se ha duplicado. Desde entonces y hasta el dÃa de hoy es la principal causante de la miseria en que vive una buena parte de su población.
Hoy dÃa, después de que Argentina suspendió los pagos de su deuda externa, los bancos internacionales se van a mostrar más renuentes a prestar dinero que hace dos décadas.
Sin embargo, en un clima polÃtico de creciente rechazo a las recetas de libre mercado y a favor de una mayor intervención estatal en la economÃa, no serÃa raro que polÃticos populistas en varios paÃses -Venezuela y Argentina, para citar a dos- empiecen a aumentar el gasto público como si los ingresos petroleros no fueran una ilusión pasajera.
Según las proyecciones de UBS Warburg, el impacto de un alza del petróleo a $35 por barril sobre los paÃses de la región serÃa el siguiente:
â Venezuela, cuyo presidente, Hugo Chávez, ya ha logrado la hazaña de aumentar la pobreza en su paÃs a pesar de beneficiarse de una bonanza petrolera al comienzo de su Gobierno, serÃa de lejos el paÃs más beneficiado. Los ingresos totales de Venezuela, que dependen en un 80% del petróleo, subirÃan en $7 000 millones anuales.
â México, que depende del petróleo para el 8% de sus exportaciones, ganarÃa unos $4 500 millones anuales.
â Ecuador, que depende del petróleo para alrededor del 33% de sus ingresos externos, recibirÃa unos $700 millones más por año.
â Colombia, donde las ventas petroleras representan un 32% de las exportaciones totales, recibirÃa unos $1 200 millones adicionales por año.
â Argentina, cuyas exportaciones de petróleo representan el 15% de sus exportaciones totales, ganarÃa $1 millón.
Los principales perdedores serÃan los importadores netos de petróleo: Brasil, Chile, Perú, Centroamérica y Cuba.
Brasil verÃa aumentar sus gastos de importaciones petroleras en $1 300 millones anuales; Chile, en $560 millones anuales; Perú, en $140 millones anuales.
âEl peligro es que los paÃses exportadores de petróleo salgan a pedir préstamos a los cuatro vientos, mientras que los paÃses importadores se van a ver contra la paredââ, dice Pedro Pablo Kuczynski, el hasta hace pocas semanas ministro de EconomÃa de Perú. ââY si la economÃa mundial entra en recesión, todos saldremos perjudicadosââ.
Incluso algunos paÃses exportadores de petróleo, como México, perderÃan más, con la baja en exportaciones no petroleras a Estados Unidos, de lo que ganarÃan con el aumento de sus exportaciones petroleras, si Estados Unidos entra en recesión.
Asimismo, si los problemas económicos de Brasil -la economÃa más grande de Sudamérica- se agravaran por una crisis petrolera, caerÃan las exportaciones de Argentina, Uruguay y otros paÃses vecinos que venden sus productos al mercado brasileño.
ââEl balance general es que un alza de los precios petroleros serÃa desastrosa para América Latinaââ, dice Isaac Cohen, un ex alto funcionario de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas. âA la larga, no le conviene a nadieââ.
Estoy de acuerdo. Y para peor, dados los vientos populistas que soplan sobre la región, un alza de los precios del petróleo podrÃa llevar a un aumento irresponsable del gasto público en muchos paÃses, que podrÃa hipotecar el futuro de la región por varias décadas más. Ojalá que sean temores infundados.
(*) Corresponsal extranjero y columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald Dist. por Los Angeles Times Syndicate International
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Autor: Andrés Oppenheimer - Ciudad Quito
Publicado el 14/Septiembre/2002 | 00:00