Quito. 30 ago 97. Más de tres años han transcurrido desde que
Butros Butros Ghali, el ex secretario general de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentara, en su
famoso reporte "Agenda para la Paz", los problemas que
acosaban al Consejo de Seguridad (CS), el organismo más
importante en la ONU después de la Asamblea General.

Se creó entonces un grupo especial de trabajo, que revisaría
las posibilidades de reforma del CS. Una de ellas es la
ampliación de los miembros permanentes del consejo, de cinco a
10. El propósito de esta medida es obtener una mejor
representación geográfica en el gremio, para que la ONU pueda
intervenir con mayor eficacia en las operaciones de seguridad
y mantenimiento de la paz mundial.

A dos semanas de que empiece la 52 Asamblea General en Nueva
York, su presidente, Razali Ismail -quien además preside el
grupo encargado de la reforma-, dio a conocer la propuesta de
la ampliación del CS de 15 a 24 miembros: cuatro países más al
grupo de los no permanentes (que ahora son 10) y cinco al de
los permanentes. Entre los cinco nuevos miembros permanentes
estarían Japón, Alemania, más un representante de Africa, uno
de Asia y otro más de América Latina y el Caribe.

Ese futuro "puesto" de Latinoamérica al interior del CS ha
despertado un debate entre Brasil y Argentina.

Mientras que Brasil indica que es el país adecuado para
ingresar como nuevo miembro permanente latinoamericano, debido
a su gran potencial en el continente y su activa participación
en la ONU, Argentina propone que se utilice un sistema de
rotación periódica, con el cual todos los países de la región
tendrían la oportunidad de formar parte del Consejo de
Seguridad.

Hace poco, el presidente argentino, Carlos Menem, afirmó ante
la prensa brasileña que el hecho de que Brasil represente a
América Latina en el CS, "produciría un desequilibrio en la
región", aunque no rechazó enfáticamente la propuesta.
Brasilia reaccionó a estas declaraciones y expresó su
preocupación, ya que Argentina y Brasil tienen una "alianza
estratégica" como socios de Paraguay y Uruguay en el Mercosur.


El problema toma ahora una nueva dimensión pues, hace apenas
tres semanas, Estados Unidos confirmó su decisión de declarar
a Argentina su "aliado principal no miembro de la OTAN".

Los analistas coinciden en afirmar que el equilibrio político
subregional podría peligrar.

El nuevo "parentesco" de Argentina con EEUU ya generó
protestas de Chile, que mantiene un conflicto fronterizo con
su vecino y teme que esta nueva alianza lo coloque en
desventaja bélica frente a él. A Brasil, en cambio, le
preocupa que la propuesta gaucha de "rotar" en el puesto de
miembro permanente del CS gane un padrino tan poderoso como
EEUU.

No obstante, Brasil y Argentina han indicado que el ingreso al
CS no implica un enfrentamiento político. "La posición
argentina no significa un veto a la candidatura de Brasil",
dijo a la prensa el vicecanciller argentino, Andrés Cisneros.

Los demás países de América Latina y el Caribe se han
mantenido al margen de esta "puja" en el Cono Sur, cuyo
desenlace solo se podrá conocer durante la próxima Asamblea
General de la ONU, que se inicia este 16 de septiembre.

PELIGRA EQUILIBRIO REGIONAL

Argentina propone que se utilice el mecanismo de la rotación
para que varias naciones de América Latina y el Caribe ocupen
un puesto en el Consejo de Seguridad (CS), como ocurre con los
miembros no permanentes.

El presidente argentino, Carlos Ménem, anunció la semana
pasada en un diario brasileño que la entrega permanente del
puesto en el CS "rompería el equilibrio regional".

"Proponemos la rotación, porque ella permite la actuación de
un acuerdo permanente entre los países de la región", afirmó
el canciller argentino, Guido Di Tella.

La propuesta argentina es bienvenida por Estados Unidos y por
México, países que influyen en el debate.

Argentina no descuida, sin embargo, la importancia de sus
relaciones con Brasil en el marco del Mercado Común del Sur
(Mercosur). Fuentes diplomáticas gauchas han dicho que, si
bien Argentina se mantiene en su propuesta de la rotación,
"resultaría inmejorable que un país miembro del Mercosur
acceda al puesto que se prevé para América Latina en el
Consejo de Seguridad". (EFE)

EL CONSEJO INSTANCIA DECISORIA

La función principal de Consejo de Seguridad (CS) es, según la
Carta de las Naciones Unidas, mantener la paz y la seguridad
en la comunidad internacional. Está organizado de tal manera
que su funcionamiento es continuo; es decir, los
representantes de los países miembros se encuentran
permanentemente en la sede de la ONU, en Nueva York.

El Consejo está integrado por 15 países, de los cuales cinco
son miembros permanentes y 10 son elegidos por la Asamblea
General por períodos de dos años.

Cada miembro del CS tiene un voto. Las decisiones sustanciales
requieren de nueve votos, incluidos los cinco de los miembros
permanentes. Este es el denominado principio de "la unanimidad
del poder", más conocido como el "poder de veto".

Todos los países que participan en las Naciones Unidas están
en la obligación de aceptar las decisiones del CS.

A diferencia de otros organismos de las Naciones Unidas, que
pueden hacer recomendaciones a los gobiernos, el Consejo
dispone "per se" del poder de tomar decisiones, e imponerlas,
a quienes firmaron la Carta de la ONU.

NADA DE MEDIAS TINTAS

A pesar de que Brasil no ha presentado una candidatura formal
ante la Asamblea General, es uno de los candidatos favoritos
para representar a América Latina en el Consejo de Seguridad
(CS).

Ronaldo Costa, funcionario de la Embajada de Brasil en Quito,
afirma que su país está a favor de una reforma del Consejo,
que traerá consigo un mayor equilibrio en su funcionamiento,
gracias a una representación regional más justa y
proporcional.

"Brasil es un país que está en calidad de asumir los costos
financieros que implican la labor de un miembro permanente del
CS", indica Costa.

Agrega que Brasil es un "global player", un actor global, que
no solo actúa por los intereses de su país y de la región,
sino por las necesidades mundiales. Así, por ejemplo, Brasil
fue el anfitrión de la Conferencia sobre el Medio Ambiente en
1992, y aportó con cerca de 1200 soldados en la misión de paz
UNAVEN en Angola.

Con respecto a la propuesta argentina de la rotación de los
miembros permanentes, Costa indica que Brasil no cree que la
idea sea efectiva. "Un país es o no es miembro permanente, no
debería haber posiciones intermedias", aclara.

ANNAN LA REFORMA NO ES UN EVENTO ES UN PROCESO

A mediados de julio, el actual secretario general de la ONU,
Kofi Annan, presentó con esta frase, en una reunión especial
de la Asamblea General, su plan para renovar el organismo
internacional.

Annan se ha convertido en el principal artífice de la reforma,
que es decisiva para el futuro de la mayor organización
mundial. Los cambios son tanto estructurales como de carácter
administrativo-financiero.

El diplomático ghanés ha presentado un plan para agilitar la
labor de la ONU, reduciendo su burocracia y creando nuevos
mecanismos, para que el trabajo entre las 185 naciones
miembros sea más coordinado y efectivo.

Entre las principales reformas aparte, de las de carácter
político como la ampliación del Consejo de Seguridad, se
encuentran las de carácter interno, como reforzar la a veces
ambigua posición del secretario general, asegurar la solvencia
económica de la ONU y reducir el número de departamentos,
secciones y empleados. (DIARIO HOY) (P. 10-A)

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