Managua. 09.06.93. La renuncia del primer ministro "de facto" de
HaitÃ, Marc Bazin, fue acogida hoy en la OEA con una cautelosa
satisfacción, ya que, si bien "no hay que echar las campanas al
vuelo", puede ser un indicio de que "algo se empieza a mover".
Aun asÃ, se consideró como "un buen signo que abre esperanzas de
que se pueda llevar a cabo una negociación seria y efectiva".
"Dejo de ejercer mis funciones como primer ministro a causa de
las presiones y de las amenazas de todo tipo ejercidas contra las
personalidades que yo habÃa elegido para formar parte del nuevo
equipo ministerial y contra sus familias", dijo Bazin en un
comunicado difundido hoy mismo en Puerto PrÃncipe.
A pesar de que fuentes próximas a Bazin indicaron que el hasta
ahora primer ministro "de facto" haitiano se referÃa a presiones
"del alto mando militar", en cÃrculos de la XXIII Asamblea
general de la OEA, en Managua, se vinculó de inmediato su
dimisión con el reforzamiento de las sanciones contra Puerto
PrÃncipe recomendado aquà el pasado domingo.
El derrocado presidente haitiano, Jean-Bertrand Aristide, vinculó
esta situación con la vivida recientemente en Guatemala y pidió
al secretario general de la OEA que viaje a Haità para buscar una
solución constitucional similar.
En opinión del embajador de Chile ante la OEA, Heraldo Muñoz, la
dimisión de Bazin "quizá es un efecto de la clara disposición de
los Estados miembros de reforzar las recomendaciones del
embargo".
Además, se ha enviado una clara señal de que "no va a haber
alternativas, sino únicamente una negociación que conduzca al
restablecimiento de la democracia plena en HaitÃ", recalcó Muñoz.
El secretario general de la OEA, Joao Clemente Baena Soares,
consideró que, efectivamente, supone un "cambio" en la situación
haitiana, pero no hizo más comentarios hasta hablar con Dante
Caputo, enviado especial de la OEA y la ONU que desde hace más de
seis meses intenta negociar una salida democrática en HaitÃ.
Caputo, ex canciller argentino, animó el pasado domingo en
Managua a los gobiernos del continente a reforzar las medidas ya
tomadas para obligar al gobierno golpista haitiano a deponer su
actitud.
"No se trata de considerar nuevas sanciones, sino de cumplir
estrictamente las ya recomendadas", dijo Caputo en una clara
referencia al embargo petrolero y comercial que la OEA sugirió
aplicar a sus miembros el 8 de octubre de 1991, pero que hasta el
momento no ha dado los resultados buscados.
Según las fuentes consultadas por EFE, la dimisión de Bazin
podrÃa estar impulsada también por la decisión de Estados Unidos
de reforzar sus medidas contra los golpistas haitianos.
"Por eso es que el presidente Bill Clinton tomó la
determinación", dijo a EFE la embajadora de Estados Unidos ante
la OEA, Harriett Babbitt.
La dimisión de Bazin se produjo horas después de que el
subsecretario de Estado norteamericano, Clifton Wharton,
reiterara en Managua que su gobierno va a realizar consultas con
las Naciones Unidas y sus aliados para considerar "la posibilidad
de establecer un programa mundial de sanciones contra HaitÃ".
Wharton hacÃa asà referencia a la adopción de un embargo del
petróleo y sus derivados, una medida que se completará con la
decisión anunciada por el presidente de Estados Unidos, Bill
Clinton, de prohibir la entrada a este paÃs a los ciudadanos
haitianos y sus parientes inmediatos que obstruyan el proceso de
negociación para restaurar el gobierno constitucional de HaitÃ.
El presidente Clinton decidió, además, congelar los bienes de
todos aquellos que actúen a favor o en nombre del régimen surgido
del golpe de Estado y prohibió la realización de transacciones
con empresas o personas estadounidenses. (EFE)
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Ciudad N/D
Publicado el 09/Junio/1993 | 00:00