Quito. 29 may 2000. El borrador del reglamento para la
restructuración de deudas superiores a 50 000 dólares está listo y
establece la obligación de refinanciar dichas obligaciones para
todo el sistema financiero público y privado, incluido el Banco
Central del Ecuador (BCE)

Así lo sostiene el gerente del Central, Miguel Dávila, quien
espera que el tema sea definido en el transcurso de la presente
semana. Dávila aclara que la intención de las autoridades no es
condonar o perdonar deudas a nadie, sino acatar la disposición del
presidente de la República, Gustavo Noboa, quien emitió un Decreto
Ejecutivo estableciendo la necesidad de otorgarl, a pequeños,
medianos y grandes deudores, mayores plazos y tasas de interés que
les permitan ponerse al día en sus créditos.

El gerente prefiere no dar más detalles sobre el tema, hasta
cuando la Junta Bancaria emita el reglamento, pero adelanta que
habrá dos opciones para los grandes deudores: la primera es
negociar de manera voluntaria la restructuración de sus pasivos
con su banco acreedor, y la segunda contempla un mecanismo
obligatorio en caso de que la primera opción no sea posible.

La definición de estas normas es fundamental para que el BCE
aplique el reglamento para la administración de cerca de 1 000
millones de dólares, valor al que ascienden los activos recibidos
en garantías y en dación en pago por los créditos de liquidez que
otorgó a 15 instituciones financieras (12 bancos y tres
financieras) que salieron de operación y están bajo la tutela de
la AGD.

De esa cifra, a 246,8 millones de dólares asciende el saldo de la
cartera E y vencida que el Banco Central recibió de las
instituciones financieras como parte de las garantías de los
créditos de liquidez que les otorgó en el pasado. Esta representa
el 43,5% del total del portafolio de créditos y el 24,6% del total
de activos.

La diferencia se distribuye así: 25 millones de dólares (4,5%) en
cartera A; 38,92 millones (7%) en B; 133,44 millones (24%) en
cartera tipo C; y 5,56 (1%) millones en cartera D. El 20%
restante, es decir 111,2 millones corresponden a títulos valores.

Dávila explica que los 556 millones de dólares (de cartera y
títulos) garantizan deudas totales por 264 millones de dólares,
rubro que, luego de aplicado un estricto sistema de
reclasificación, asciende a un valor real de 345 millones. Aún no
hay cifras exactas sobre el monto de créditos superiores a 50 000
dólares, cuyo refinanciamiento depende del reglamento que apruebe
la Junta Bancaria, pero Dávila cree que la situación es similar a
la del resto del sistema financiero, en el cual un 90% de las
deudas son mayores a dicho valor. (MEV)

VENTA DE ACTIVOS

El reglamento que aprobó el BCE hace dos semanas, prevé que el
Directorio del instituto, elaborare, sobre la base de informes
técnicos, una lista de avaluadores externos, nacionales o
internacionales.

El Comité de Administración de Activos, presidido por el gererente
del BCE, escogerá dentro de esa lista cada uno de los avalúos que
deba efectuar. La intención de las nuevas reglas, según Dávila, es
evitar conflictos de intereses. La selección se efectúa mediante
un mecanismo de sorteos, cuando se descarte cualquier relación
entre el avaluador, el dueño original del activo y sus potenciales
compradores. Aún no se ha reunido el Comité, pues el gerente
considera que es vital la aprobación del reglamento para la
restrcuturación de deudas superiores a los 50 000 dólares; este
podría determinar ajustes al documento aprobado por el Directorio.
(MEV)

BONOS DE LA AGD SE RENEGOCIAN

El BCE tiene 1 200 milones de dólares en bonos entregados por la
AGD, que rinden 144 millones de interés anual, a una tasa del 12%,
con pago del capital al vencimiento, es decir 15 años. Ese es el
monto que el Ministerio de Economía debía cancelar el BCE este
año; las dos entidades renegociaron esas obligaciones.

Dávila explica que, luego de realizar una proyección de
requerimientos de liquidez de la institución, se acordó canjear
los bonos iniciales por otros a más largo plazo. Se emitirán tres
nuevos tipos de papeles. Un tramo de 50 millones de dólares
mantendrá las actuales condiciones; otro por 400 millones será
refinanciado a la tasa líbor más 2% y está atado a una
renegociación del crédito que por ese monto le otorgó el Fondo
Latinoamericano de Reservas al Ecuador. La diferencia, 750
millones de dólares, se renegociará a 20 ó 30 años plazo, con una
tasa aproximada del 6%.

ANALISIS DE RIESGO

La Ley de Régimen Monetario y de Instituciones Financieras
obligaban al Banco Central (BCE) a recibir carteras A, B y hasta
C, calificaciones establecidas por los propios bancos, que luego
eran sometidas a un mecanismo de clasificación más estricto,
aplicado por el Central.

Las autoridades consideraban, por ejemplo, la concentración de
riesgo en ciertos sectores y perspectivas de crecimiento de cada
rama productiva. Se prefería recibir cartera diversificada.

En estos momentos, el BCE está transfiriendo este mecanismo a la
Superintendencia de Bancos (SB), para que lo aplique a todo el
sistema financiero.

Miguel Dávila, gerente del BCE, recuerda que el valor de la
cartera mejora o se deteriora por la situación de la economía
interna y externa. En el caso de Ecuador, la crisis determinó un
fuerte incremento de la cartera vencida; ante dicha situación, el
BCE se cubrió con excesos.

Así por ejemplo, al recibir en garantía cartera A se exige
provisiones de un 120% del valor del crédito; en cartera B, un
140%; y en C, un 160%. Se cubre, así, el costo del deterioro
mientras dura la gestión de cobranza.

A diferencia de lo que ocurre con la Superintendencia de Bancos
(en donde la cartera E se cataloga como perdida), el Central tiene
la facultad coativa, lo cual eleva la probabilidad de
recuperación. (MEV) (DIARIO HOY) (P. 6-A)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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