Quito. 30 may 2000. Cada tonelada de desechos de hierro vale 800
mil sucres, pero aumenta la escasez por la exportación a Colombia.
El material reciclado reduce los costos.

Ha pensado alguna vez que su vieja máquina de escribir puede ser
un engranaje de un torno o parte de una sierra circular? Pues ese
es el nuevo destino de la chatarra en el país: transformarse,
luego de un corto proceso, en algo útil y además generar empleo.

En el Ecuador se transforman, aproximadamente,15 mil toneladas
mensuales de chatarra en alcantarillas, maquinaria de
metalmecánica, carpintería, implementos para agua potable o
piñones y discos de frenos para automóviles. Las más de 300
fundidoras, entre pequeñas y grandes, del país elaboran estos
productos para el mercado nacional.

Pero a pesar que de es una fuente de trabajo, el negocio de
reciclar el hierro está en crisis. Pues el Ecuador como exportador
envía, especialmente a Colombia, materia prima e importa productos
elaborados, a pesar de saber que el reciclaje del hierro reduce la
extracción natural de este y baja el costo de los objetos.

"No hay hierro, no hay fierros" es la queja permanente de los
recolectores en los depósitos de chatarra y en las fundidoras.
"Con las justas recogemos 20 quintales de fierros (una tonelada) a
la semana, antes era una diaria", dijo Hercilia Escobar,
recolectora de chatarra que recorre las mecánicas y las empresas,
por 15 años, comprando todo lo que tenga hierro: carros chocados,
tubos oxidados, latas, cables de acero, máquinas de escribir,
retazos de puentes o desechos de las compañías petroleras.

Romel Figueroa, gerente de Metalúrgica Ecuatoriana (una industria
fundidora con 75 empleados), dijo que utilizan menos del 50 por
ciento de su capacidad de producción. "En condiciones normales
procesamos 100 toneladas mensuales, pero ocupamos apenas 50,
porque no hay. Esto se debe a la contracción económica del país y
a la fuga de materia prima hacia Colombia".

No existen datos concretos sobre el número de negocios que se
dedican a la recolección de los desechos de hierro. Solo en la
Panamericana Sur, a la salida de Quito, existen cuatro bodegas
grandes en las que se guarda y se clasifica la chatarra. Jaime
Pérez, gerente del Comercial Peralbo, calcula que existen 20
centros de acopio solo en Quito. En estos grandes lotes lo único
que se hace es cortar los tanques o las partes de la maquinaria
para reducir su volumen.

El destino final de la chatarra no es único. Una porción se envía
a Guayaquil a la fundidora de Fumasa o a la planta de Aledca en
Tambillo. La exportación de chatarra desde el Ecuador es otro dato
que se desconoce. Un ejemplo: una bodega, ubicada en el sector de
Santa Rosa, al sur de Quito, exporta 100 toneladas semanales a
Colombia. Un vecino del lugar que no quiso dar su nombre informó
que salen tres camiones semanales (cada uno puede llevar hasta 40
toneladas).

"Al exportar la materia prima se atenta contra las fuentes de
trabajo en el país. Antes era ilegal exportar la chatarra y ahora
se observan cantidades de camiones en Rumichaca que pasan con
todos los papeles y no se sabe cuánto sale como contrabando",
manifestó Figueroa.

No toda la chatarra se funde, una parte se recicla directamente.
Jorge Castillo, un maestro carrocero que trabaja en Guamaní,
ahorra alrededor del 30 por ciento al comprar láminas de tol
(lata) de desecho, por 2 500 sucres la libra. "Claro que hay que
escoger el material pero sale más conveniente que comprarlo nuevo.
Como se lo usa para reparaciones menores no hay problema".

Otro ejemplo de reciclaje directo lo realiza la empresa de
Transportes Coello. "Rematamos unas 2 000 toneladas anuales de las
compañías petroleras y grandes empresas. Las piezas nos sirven
para construir nuevas plataformas de remolque", comentó Patricio
Araujo, gerente de relaciones industriales.

¿Cuánto es la utilidad en el reciclado de chatarra? Las personas
que utilizan materia prima, como planchas de tol o vigas para
hacer plataformas de remolques para camiones, coinciden en que sus
costos se reducen. "Cuando fabricamos un camión nos ahorramos
alrededor del 30 por ciento, si se considera que un remolque tipo
tanque, con capacidad para 10 mil galones,cuesta en promedio 25
mil dólares la cifra que no se gasta es significativa", señaló
Araujo.

Los recolectores pequeños no tienen una gran utilidad. Por cada 20
quintales que recogen reciben de 300 mil sucres a 800 mil, según
el tipo de material.

Lo que mejor se paga, considerado de primera calidad, son los
"blocks" de los motores - que es la parte central del motor o el
cuerpo donde se alojan los cilindros- y las partes y piezas de
maquinas industriales como engranajes.

Estos se utilizan para hacer piñones nuevos, piezas de
maquinarias, tapas y rejillas de alcantarillas principalmente. En
la categoría intermedia están los tubos y desechos de fábricas
industriales y los más baratos son las latas delgadas como la
carrocería de los automóviles.

Los recolectores ganan cada vez menos porque el tiempo que
invierten en recoger material es mayor. "En las mecánicas y las
empresas nos venden caros los fierros. A pesar de que para ellos
es basura piden que paguemos sobre el millón de sucres por un lote
de cinco quintales y lo peor es que ya no hay por más que
busquemos", comentó Escobar.

Los recolectores reciben en promedio 100 mil sucres por cada
quintal de material de primera que entregan en las fundidoras.
"Les pagamos de contado para incentivarles que busquen más y
regresen pero nuestros cinco proveedores no han venido", comentó
Figueroa.

La clasificación * Cuando la chatarra llega a una planta de
fundición, el primer paso es clasificarla por el tamaño y el tipo
de desecho. Una vez que está separadas de acuerdo la calidad del
material (latas, tubos y hierro gris). Se corta. según el tamaño
del horno de fundición.

A Colombia * No se conoce cuántas toneladas de chatarra se
exportan . Pero el destino desde el Ecuador es Pasto Algunas
empresas grandes también compran chatarra para exportarla a otros
países. La chatarra se va a Colombia porque pagan un poco más.

El control ambiental * El Ministerio del Ambiente y la Dirección
Ambiental del Municipio de Quito realizan controles a las
emisiones gaseosas de las fundidoras para que no excedan la norma
establecida. Sin embargo, este Diario constató cómo en un depósito
del sur se queman plásticos sin ningún cuidado liberando al
ambiente sustancias cancerígenas solo para desprender el plástico
de las piezas de desecho.

Los productos * Las válvulas como éstas son el producto final de
las fundidoras. También se elaboran alcantarillas, piñones ,
partes y piezas para maquinaria de la pequeña industria como
tornos, fresas, sierras circulares y repuestos de automóviles,
todo bajo pedido.

El acabado * Cuando las piezas están frías se retiran de los
moldes y pasan las máquinas gralladoras que limpian las piezas con
un flujo, de alta velocidad, de esferas de acero endurecidas.
Luego se trabaja en los detalles como la pintura antioxidante y el
pulido de la superficie.

A 1 520 grados * Esta es la temperatura a la cual el metal se
transforma en una colada hirviente de color anaranjado intenso.
Luego se coloca en un crisol gigante y se lleva a los moldes donde
se cuela y se lo deja enfriar. El tiempo de enfriamiento depende
del espesor de cada pieza; desde dos horas hasta varios días.

En los moldes * Están hechos de arena negra en cajones de madera.
"El enfriamiento es el paso clave para garantizar la calidad del
producto, si se enfría inadecuadamente se producen deformaciones y
el trabajo se pierde", señaló Romel Figueroa, de la Metalúrgica
Ecuatoriana, ubicada en San Bartolo. Cuando las piezas están frías
se retiran de los moldes y se limpian las impurezas. (Texto tomado
de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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