BOGOTA.
El ex comandante paramilitar Arnolfo SantamarÃa (alias 'Pipa'), a quien se atribuye unos 2 500 crÃmenes en el sur del paÃs, entre estos la muerte del lÃder sindical ecuatoriano Hipólito Hurtado, fue capturado hoy en Bogotá, según fuentes de la FiscalÃa.
Luis González, jefe de la unidad de Justicia y Paz de la FiscalÃa, dijo a periodistas que 'Pipa' fue capturado en un comercio de la población de Soacha, vecina a Bogotá, en donde se hacÃa pasar por 'brujo' y vendedor de teléfonos celulares.
"Estaba en un centro comercial donde desempeñaba actividades diferentes a la delicuencia y al crimen organizado. Allà se encontraba ejerciendo una profesión totalmente diferente", agregó González.
Según el funcionario "el bloque paramilitar en el que actuaba SantamarÃa en el departamento de Putumayo (fronterizo con Ecuador) tiene alrededor de 5 000 vÃctimas, pero en los sitios en donde hizo presencia el capturado, tenemos alrededor de 2 500 vÃctimas".
"Esas vÃctimas, explicó, reflejan hechos de desaparición forzada, masacres, secuestros, homicidio y desplazamiento forzado".
Además, dijo González, quien tiene a cargo los procesos por crÃmenes de los desmovilizados grupos paramilitares de extrema derecha, "la
FiscalÃa encontró suficientes elementos de prueba para vincular a SantamarÃa en la muerte de un sindicalista", el lÃder cÃvico Hipólito Hurtado, muerto en febrero de 2005.
Hurtado residÃa en la población de La Dorada, en Putumayo, cuando fue asesinado luego de organizar una marcha para protestar por los abusos cometidos por paramilitares en la zona.
SantamarÃa se desmovilizó en el 2006 coincidiendo con el proceso de paz negociado entre el gobierno del presidente
Alvaro Uribe y los lÃderes de las Autodefensas Unidas de
Colombia (AUC) que concluyó con la entrega de armas por parte de unos 32 000 hombres.
Sin embargo, el jefe paramilitar no se acogió al proceso de justicia y paz al que deberÃan someterse los miembros de grupos armados ilegales sindicados de crÃmenes de lesa humanidad, lo que les garantizaba beneficios como penas máximas de prisión de entre cinco y ocho años.
Ahora, el ex comandante paramilitar deberá comparecer ante la justicia ordinaria y podrÃa ser condenado a más de 30 años de cárcel.(AFP)