Quito. 16.06.93. La pesquería de post-larvas de camarón es la
principal fuente de abastecimiento de semillas para las
piscinas camaroneras en el Ecuador.

En el país se capturan larvas y post-larvas de camarón en
playas, desembocaduras de ríos y esteros; el arte de pesca más
utilizado por los larveros es la tradicional red tijera.

Junto con las larvas de camarón se captura una gran cantidad y
variedad de organismos como larvas de otros crustáceos (jaibas
y cangrejos), larvas y juveniles de peces, conchas y
caracoles.

El diseño de la red tradicional hace que tanto las larvas de
camarón como la fauna acompañante se maltraten en el copo y
que muchos organismos mueran durante la captura.

Un equipo interdisciplinario formado por expertos del
Instituto Nacional de Pesca (INP) y el Programa de Manejo de
Recursos Costeros (PMRC), dirigido por Xavier Rosero y Segundo
Coello, respectivamente, realizó un proyecto para modificar la
red tijera tradicional ya que mediante una evaluación se
encontró que presenta varias fallas de construcción, tales
como:

1.- La altura de la red esta sobredimensionada, lo que la hace
pesada y poco maniobrable.

2.- La parte superior de la red (cielo) tiene demasiada tela,
por lo que se cae fácilmente, reduce la entrada de agua hacia
el copo y aplasta la captura.

3.- El copo es angosto, por lo que se llena fácilmente con
basura que aplasta la larva y fauna acompañante. El copo es
ciego, de tal forma que para sacar la captura hay que darle la
vuelta, lo que indica mucha manipulación y estropeo de los
organismos.

4.- El copo es arrastrado en el fondo por lo que se llena de
arena y es pisado por los larveros.

En base a estos inconvenientes se diseñó la nueva red tijera,
a la cual se adicionó un copo protector, para reducir la
captura de la fauna acompañante y la entrada de basura.

La nueva red tijera se diferencia de aquella tradicional en el
tamaño y en la forma de corte de la tela. La actual es más
pequeña, tiene una altura de 93 centímetros y está diseñada
para mantener un flujo constante de agua hacia el copo.

Al no haber exceso de tela en el cielo de la red, esta se
vuelve liviana y reduce el riesgo de que se cierre el copo
cuando se arrastra al filo del agua.

El copo de la nueva red es amplio y está diseñado para
mantenerse a una distancia razonable del fondo. La parte
terminal del copo es abierta pero durante la pesca se mantiene
cerrada mediante un hilo nylon. Para sacar la captura solo se
necesita desatar el hilo, lo que reduce el maltrato de la
semilla y facilita el trabajo del larvero.

El cono protector no es más que de tela tul, se lo coloca en
la boca del principal para retener la basura y parte de la
fauna acompañante. Impide que conchillas, plásticos, hojas y
plumas de aves entren al copo, evitando que las larvas de
camarón y la fauna acompañante sean aplastadas por la basura.
Sin embargo, no debe ser considerado como un método de
limpieza, sino de selección.

Las pruebas demostraron que el cono protector retuvo entre el
uno y 2 por ciento de mysidáceos, el 5 por ciento de larvas de
cangrejos, y entre el 36 y 46 por ciento de larvas de peces,
lo que prueba la eficiencia de la red en cuanto a selección de
las especies.

Ocho larveros de Valdivia aprendieron a construirla nueva red
tijera y tienen ya dos meses usándola; han descubiertos por sí
mismos que ésta es más liviana y maniobrable que la
tradicional, especialmente al trabajar contra la corriente.

Larveros de Data de Posorja, al sur de Playas de Villamil, han
visto la nueva red operando y se han interesado en aprender
como construirla.

*FUENTE: Texto tomado de EL COMERCIO (p.10-A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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