Subdirector de Información
Quito. 14 abr 2001. El candidato del Partido Aprista Peruano se
enfrentará a su pasado y a un cholo, Alejandro Toledo, obstinado en
llegar a la Casa de Pizarro, en Lima.
Con una breve disculpa, Alan GarcÃa Pérez me recibe en su muy austera
oficina del local de campaña del Partido Aprista Peruano, en la avenida
Salaverry, de San Isidro.
Su excusa se debe a que me ha sometido a dos horas y media de antesala.
Lo acompaña su asesor de imagen, Hugo Otero.
Es el dÃa después de. Pocas horas antes, él se habÃa enterado de que
los votantes dieron una sorpresa, por la que él disputará la presidencia
del Perú, en una segunda vuelta, frente a un agotado pero persistente
rival, Alejandro Toledo, de Perú Posible.
La primera impresión es favorable. GarcÃa es un limeño alto, que se
desplaza a grandes zancadas y en cortas mangas de camisa. Por alguna
insondable causa provoca en su entorno una energÃa positiva.
¿Cuál es su comentario frente a esta primera respuesta internacional que
reciben los resultados de ayer: caen los bonos Brady, se anuncia la
fuga de capitales?, pregunto.
Y él, muy tranquilo: "Durante toda elección las expectativas económicas
se detienen. En el Perú, en Ecuador y en la China, es natural, ante la
eventualidad de un cambio de Gobierno, que los inversionistas esperen, y
sà esperan, que los valores tiendan a caer. En segundo lugar, hasta
donde yo sé, en este momento no ha caÃdo ningún bono Brady, hoy. En
tercer lugar, los bonos Brady vienen cayendo por efecto de la crisis
argentina, que fue la primera en que cayeron los bonos, de manera que
todo esto me sabe simplemente a una malsana interpretación de hechos
internacionales para relacionarlo con Alan GarcÃa y decir que es una
amenaza para el sistema mundial, lo que es un homenaje que yo no me
merezco".
Doce horas después supe que su tranquilidad era impostada. Un personaje
de la polÃtica limeña, quien estuvo minutos antes que yo con GarcÃa, y
con quien charlé al dÃa siguiente de mi entrevista con el ex presidente,
me reveló que la mayor preocupación del candidato, el lunes por la
tarde, era el comportamiento de la economÃa, las declaraciones de los
economistas ultraliberales, la conducta de llamadas bancas de inversión,
de Wall Street. Un tema que, conseguridad, lo acosará como un sabueso en
las siguientes semanas.
¿El lÃder se ha moderado?
Cuando estoy frente al candidato de Partido Aprista Peruano, él solicita
una conexión con Miami. No sé con quién habla. SÃ, que pide, a quien
está al otro lado de la lÃnea, que se comunique con Javier Silva Ruete,
el ministro de EconomÃa y Finanzas del presidente ValentÃn Paniagua.
Alan GarcÃa dice que ha mencionado el nombre de Silva a la prensa
extranjera, que presiona por conocer cómo integrará su equipo económico.
El candidato también nombra a Hernando de Soto, conocido en todo el
mundo por su libro El otro sendero.
Silva Ruete y De Soto son dos economistas ultraliberales. El historiador
Luis Durand Flórez ha consignado, en Compendio Histórico del Perú, que
De Soto fue un febril opositor. Junto a Mario Vargas Llosa, De Soto
encabezaba manifestaciones callejeras en contra de la nacionalización de
los bancos, anunciada por GarcÃa, en 1987.
¿Planteará el fin de privatizaciones, aumentará el gasto público con el
riesgo de aumentar el déficit fiscal?, le pregunto.
Y él: "No. Es necesario mantener el paÃs dentro de un estricto
equilibrio macroeconómico, cerrando en lo posible el equilibrio fiscal
o, como lo ha establecido el Fondo Monetario, concediéndose algunos
pequeños respiros como el déficit del 1,5%, establecido para este año en
la Carta de Intención.
"Ahora, que está tan globalizada la economÃa, tan dolarizada la economÃa
peruana y tan vinculada industrial y productivamente a la economÃa
latinoamericana, no es posible incurrir en un sobregasto fiscal que
suponga a la postre una pérdida de estabilidad de la moneda y una
inflación.
"Ahora eso es inaceptable. Eso era menos objetable hace 15 ó 17 años,
cuando América entera vivÃa una corriente inflacionaria.
"Pero ahora es un hecho que vamos a precisar someternos a mayor
disciplina monetaria y equilibrio económico", asegura este renovado
lÃder del partido de VÃctor Raúl Haya de la Torre.
La ilusión neoliberal llega a su fin
"Es verdad que la economÃa peruana está dolarizada en un 75%, como dicen
los técnicos, pero por el momento tanto el Ecuador como El Salvador no
nos dan una muestra clara de los beneficios de la dolarización", dice
Alan GarcÃa.
El candidato cree que se pueden utilizar todavÃa otros caminos. Y
argumenta: "En 1988-1989 comenzó a ponerse en boga la corriente
neoliberal que en algunos paÃses fue ejercida y aplicada integralmente y
en otros casos bárbaramente, con una dictadura polÃtica como en mi paÃs.
Pero producidos los estallidos en Filipinas, Tailandia, Rusia, los
problemas mexicanos, la crisis brasileña, el modelo comenzó a mostrar lo
que evidentemente era su flaqueza: la contracción interna de los
mercados produce siempre, sumada a la apertura que convierte a un paÃs
en comprador exclusivo, una recesión industrial que finalmente lleva a
una quiebra bancaria".
Anuncia una reactivación económica propia para el Perú, pues "el modelo
global lo único que ha producido es la venta de empresas, la apertura
indiscriminada, el pago religioso de la deuda sin ninguna negociación,
el privilegio a los sectores financieros y exportadores lo que ha traÃdo
a América es una descapitalización muy grande. Hemos vendido 1 600
empresas públicas en América Latina y casi todo se ha ido en pago de la
deuda externa y muy poco en promoción del empleo y de la producción
interna. Al término de estos diez años y al fin de esta ideologÃa
liberal de la que son expresión el zapatismo, la crisis argentina o el
fin de Fujimori (que en el fondo es el fin de su modelo económico y de
la hegemonÃa absoluta de una sola teorÃa), se están organizando, tanto
en Japón como en EEUU y en Argentina, problemas que van a dificultar la
acción económica de América Latina en los próximos años".
TOMATE DE ARBOL
- Alan GarcÃa no fue tan directo como se esperaba, respecto de la
necesidad de una reforma polÃtica en su paÃs.
- Cree que es indispensable la transparencia y el control en las
instancias públicas para luchar en contra de la corrupción (GarcÃa ha
sido acusado de propiciarla cuando fue presidente).
- Le preocupa la situación del mercado internacional del petróleo. Los
precios altos del hidrocarburo hacen mella en la maltrecha economÃa
peruana.
- Considera que hay que controlar del gasto militar, debido al grado en
que ese gasto afecta en los presupuestos fiscales de los paÃses
lationoamericanos.
- El 8 de abril, dÃa de la elección, desayunó jugo de tomate de árbol
porque, en alguna ocasión, se lo recomendó el ex presidente Rodrigo
Borja. Con él comparte los importantes lugares que están reservados
para los ex presidentes, en la socialdemócrata Internacional Socialista.
- SÃ, al Plan Colombia. No, al bloqueo a Cuba
Alan GarcÃa (foto) dijo a BLANCO y NEGRO que apoyará el Plan Colombia,
si acaso llega al poder en el Perú. No obstante, es opuesto al
intervencionismo estadounidense. Cree que todo se debe canalizar a
través de nuestras FFAA (de Ecuador, Perú y Colombia).
GarcÃa es muy crÃtico al bloqueo de EEUU a Cuba. Usó la imagen de aquel
guardia al que se ordenó vigilar la banca de un parque con el letrerito
de pintura fresca. "No obstante, el guardia sigue allÃ, cuando la
pintura secó hace muchÃsimo tiempo", ilustró el candidato, quien sà cree
que Ecuador y Perú podrÃan desarrollar una polÃtica exterior común, en
especial en el Area de Libre Comercio de las Américas, ALCA.
Su visión es que, tras diez años y más de experimento neoliberal,
América Latina busca la salida en la convertibilidad o la dolarización.
Aunque no simpatiza con estas opciones, preferirÃa la convertibilidad.
Alan GarcÃa reconoció el papel de su rival, Alejandro Toledo, "en los
momentos más graves de la lucha contra el Gobierno de Alberto Fujimori",
buscando una identidad nacional, del Perú, que recupere el honor
maltrecho por el régimen autoritario del fujimontesinismo.
La hiperinflación, la negativa a pagar la deuda externa, la
nacionalización de bancos, compañÃas de seguros y financieras, vuelven
como fantasmas
Un viaje de Guatemala a Guatepeor, en 10 años
La recesión en el Perú lleva ya tres años. En 2001, la situación, en
términos macroeconómicos, no es tan penosa como en 1990. Pero sà es
tremendamente grave para los sectores empobrecidos de la población.
Es decir, el paÃs fue de Guatemala a Guatepeor en los últimos diez
años, aunque ha sido un perÃodo provechoso para los inversionistas.
Horacio Sevilla, embajador del Ecuador en Lima, hacÃa notar que durante
el Gobierno autoritario, al que los peruanos llaman dictadura, no habÃa
problemas en las Bolsas de Nueva York, y los banqueros y financistas
peruanos se mantenÃan en un discreto para algunos sospechoso silencio.
Pero apenas se activa un proceso electoral, las primeras elecciones
limpias en un década, saltan las alarmas por la posibilidad de que un
outsider de la globalización pueda llegar al poder en ese paÃs.
El pensador AnÃbal Quijano, quien es profesor invitado de las
universidades de Nueva York, dice que 56 de cada 100 peruanos no pueden
conseguir un dólar al dÃa para su sustento; y que 29 de cada 100, no
obtienen medio dólar. Un grave sÃntoma, si la canasta básica es de $350.
Diez años en que la polÃtica económica, que ha favorecido básicamente a
la especulación financiera, se ha puesto al servicio, insiste Quijano,
sin negociación de ninguna clase, de las necesidades del capital
financiero internacional.
Una realidad que, sin embargo, al fin puso en confrontación a los
empresarios vinculados con los sectores productivos con los de la
especulación. Por allÃ, según Quijano, hay que entender la emergencia de
las propuestas del candidato aprista.
"Este es un paÃs en el cual sus cifras oficiales han sido falseadas
deliberadamente. El fujimorismo le mintió al paÃs, diciendo que el
producto interno bruto era de aproximadamente $65 000 millones. ¿A
quién le mentÃa?", se pregunta Quijano.
"Obviamente no al Fondo Monetario Internacional, no al Banco Mundial,
no al Club de ParÃs. Le mentÃa a la población peruana, para hacerle
creer que la polÃtica económica de Fujimori era exitosa, cuando se
estaba contrayendo la economÃa peruana, para cubrir la enorme rapiña en
que se convirtió la actividad dominante en el paÃs, tanto por el
capitalista nacional como por los miembros civiles y militaresdel
régimen: el mayor grado de corrupción que recuerda la historia, en
cualquier paÃs de América Latina, en dos siglos".
El Plan de Gobierno
PolÃtica de reactivación productiva: Refundación del Banco Agrario con
capitales mixtos; tasa promedio de crecimiento del PBI no menor al 5%;
construcción de 30 000 viviendas; sistema de draw back para paquetes de
turismo receptivo; regulación (baja) de tarifas de servicios públicos
con participación de los usuarios.
Privatización: No privatizar Mantaro (centrales hidroeléctrica) ni
Sedapal (agua potable y alcantarillado de Lima).
PolÃtica fiscal: Reducir a 0 los aranceles para bienes de capital e
insumos no producidos en el paÃs; recorte del Presupuesto del Sector
Defensa en $300 millones; déficit fiscal de 2% del PIB; eliminación
gradual del impuesto extraordinario de solidaridad (de apoyo a los más
pobres); disminuir la tasa moratoria de la Sunat (superintendencia
tributaria).
PolÃtica monetaria: Rebajar en dos o tres puntos el encaje bancario en
moneda extranjera; fijar una tasa de interés interbancaria entre 8 y 9%;
nombrar a un economista de oposición en la presidencia del BCR (Banco
Central).
PolÃtica comercial: Reducir a 0 los aranceles para bienes de capital e
insumos no producidos en el paÃs.
PolÃtica Laboral: Eliminación de los Services (que rematan bolsas de
trabajo) que excedan el tope de 10% del personal; generar 150 mil
puestos de trabajo en el sector agrÃcola, 150 mil en la industria, 100
mil en construcción y 100 mil en turismo al año. (Revista Caretas)
Toledo, obligado a frenar al Caballo
Se considera que el candidato de Perú Posible fue mejor para derrocar a
Fujimori, que para ganar en las urnas
No debe olvidarse que Alejandro Toledo fue vÃctima de un fraude
electoral (de Fujimori) en 2000, ha dicho el escritor Mario Vargas
Llosa.
Para el autor de La fiesta del Chivo y otras diez novelas, "la dictadura
le robó la victoria que le habÃa dado el pueblo, pero Toledo no se dejó
intimidar o desmoralizar y se puso a la cabeza de una gran movilización
popular para desalojar del poder a los usurpadores, por la vÃa
pacÃfica".
Esa, cierto, es la mayor virtud del infatigable candidato de Perú
Posible, que nació el 28 de marzo de 1946 en Cabana, un humilde caserÃo
en la serranÃa de Ancash.
El 4 de abril, en la Redacción de El Comercio, en Lima, Juan Paredes
Castro, editor central de PolÃtica del mayor diario de Lima, me mira
desconcertado y explÃcito, mientras asisto como convidado de piedra a un
diálogo telefónico entre él y Alejandro Miró, director del periódico,
quien le sugiere insertar alguna fotografÃa de cuando Toledo era un
niño, en las páginas dedicadas al candidato de Perú Posible. "No lo
puedo hacer", responde Juan. "En aquellos años, a Cabanas nunca llegó un
fotógrafo, porque a esos lugares tan pobres no iban a tomar fotos, no
hay registro fotográfico de su infancia".
Toledo fue un lustrabotas que obtuvo una beca y se marchó a EEUU. Obtuvo
dos maestrÃas en Stanford y un doctorado en EconomÃa de Recursos
Humanos.
He escuchado decir, a un profesor de la Universidad del PacÃfico, que
Toledo es un fraude académico. En la campaña le pillaron dos veces los
dedos: una hija adolescente que se niega a reconocer (se opone a un
examen de ADN); y un episodio turbio con prostitutas, que él convirtió
en secuestro de Montesinos.
Pero los votantes que le entregaron el 36% de sufragios, reconocen en él
a un luchador nato, agotado de la lid electoral contra Fujimori,
primero, y contra Lourdes Flores y Alan GarcÃa, después.
Bien visto por la Embajada de los EEUU y por los organismos
multilaterales de crédito, en los que ha trabajado como consultor, está
casado con una antropóloga belga, Eliane Karp quien, dicen, le aconsejó
chantarse la indumentaria indÃgena para sus encuentros con los votantes
de la Sierra.
Por ello, Toledo da la impresión de que no toma las decisiones por su
cuenta, todo lo contrario de la imagen que ofrece Alan GarcÃa.
No obstante, es el más firme candidato para ganar las elecciones de
segunda vuelta y convertirse en el nuevo presidente del Perú, el primero
de la recién inaugurada era posFujimori.
Deberá corregir los errores cometidos en la primera vuelta y salir muy
bien parado lo cual sserá, ciertamente muy difÃcil de los debates con
el candidato del APRA.
Giovanna Peñaflor, directora de la encuestadora Imasén, opina que, para
vencer, Toledo deberá dejar de centrar su discurso en los ataques al
fenecido fujimontesinismo y "neutralizar aquellos elementos que
despertaron temores hacia él, en diversos sectores".
Comparte esta visión el analista Luis Peirano: "El candidato de Perú
Posible no solo tendrá que enfrentar a un verborrágico oponente, sino
también encontrarse nuevamente con aquellos temas que tocan su vida
privada y que fueron utilizados en su contra, en los últimos meses".
(DCM)
¿Magnetismo o economÃa, en el éxito de Alan GarcÃa?
Por Mirko Lauer*
¿Por qué subió tanto Alan GarcÃa? La explicación más a la mano, y por
tanto la más difundida, tiene un tinte esotérico: es tan buen candidato
que ha logrado que más de tres millones de personas olviden su mal
gobierno.
EstarÃamos, pues, ante un acto de hipnosis colectiva nacido del poder
del gesto bien calculado y la palabra bien dicha.
Este recurso al mesmerismo como explicación es apoyado a su vez con
argumentos como la amnesia del electorado, o los beneficios que GarcÃa
ha obtenido de la comparación con la espectacular podredumbre del pasado
gobierno.
Esto se remacha con afirmaciones en el sentido de que el electorado es
imprevisible, léase irracional.
Era de esperar que las explicaciones, sobre todo las que vienen de los
crÃticos de GarcÃa, se centraran en la persona antes que en las
propuestas. No solo porque el retorno del candidato aprista a las plazas
fue la novedad mediática en la primera vuelta, sino porque para muchos,
sus propuestas son aún más duras de tragar que su persona.
Pero es probable que la mejor explicación del éxito de GarcÃa no esté en
el magnetismo sino en la economÃa. Desde por lo menos 1995m el modelo
económico y el titular del Ministerio de EconomÃa y Finanzas fueron de
lejos los Ãtems más impopulares del fujimorismo en todas las encuestas.
Fue la necesidad de contrapesar esa desilusión popular lo que obligó a
Alberto Fujimori a escalar la práctica del fraude.
El debate entre las mayorÃas y el mercado
GarcÃa le abrió a un número importante de electores la posibilidad de
votar contra los efectos prácticos, es decir empobrecedores, del
neoliberalismo en sus vidas. Fomento a la producción y el empleo, baja
de tasas de interés y de tarifas públicas, rol social del Estado
nacional, es donde hay que buscar la magia electoral del candidato
aprista.
Antifujimorismo polÃtico y antifujimorismo económico
Dicho de otra manera, las personas, en efecto, probablemente no votaron
por lo que GarcÃa ha sido o es, sino por lo que ellas quieren o no
quieren ser en los próximos cinco años. Si hubiera que hablar de
amnesia, podrÃa decirse que han preferido olvidar los años ochenta para
no tener que prolongar indefinidamente la segunda mitad de los años
noventa.
Con lo cual la segunda vuelta queda configurada, al menos esta semana,
entre el anti-fujimorismo polÃtico de Alejandro Toledo y el
antifujimorismo económico de GarcÃa. Que fueron las dos únicas ofertas
realmente interesantes del mercado electoral el pasado domingo. Los
resultados reflejan bien los pesos relativos de ambas preocupaciones.
Sin duda hay más explicaciones que la económica. Pero si no tomamos en
cuenta este aspecto de la relación entre economÃa y voluntad popular
(que el fujimorismo y la mayorÃa de los economistas deliberadamente han
omitido), tampoco entenderemos la dinámica de la próxima vuelta
electoral, que será también un debate entre las mayorÃas y los mercados.
(*Mirko Lauer escribe en el diario La República. Este texto apareció
publicado en su conocida columna Observador, el martes pasado. Los
subtÃtulos son de B y N)
SEGUNDA VUELTA
- Recién en la segunda vuelta se conocerán a fondo las propuestas
económicas de los candidatos finalistas para la presidencia del Perú.
- Javier Iñiguez, catedrático de la Universidad del PacÃfico se quejaba
de que en la primera vuelta todos los candidatos emitÃan titulares. Pero
"ahora podrán empezar a concretarse los contenidos debajo de esos
titulares".
- "Se puede decir Banco Agrario, se puede decir trabajo,
descentralización, pero detrás de eso no hay diseños institucionales
precisos" (Iñiguez)
- "Lo que nos espera de un debate entre Alejandro Toledo y Alan GarcÃa
es difÃcil decirlo. Creo que en contra de todo lo que se sostiene, en el
sentido de que GarcÃa arrollará con Toledo, yo creo que GarcÃa tiene
muchas debilidades explotables, empezando por su récord, el manejo
económico de su Gobierno, que fue deplorable, la peor crisis del Perú"
(Iñiguez)
- Juan Paredes Castro, editor polÃtico de El Comercio: "Ese electorado
que quisiera un Gobierno honesto y eficiente, capaz de garantizarle al
paÃs el punto de no retorno a épocas de desastre polÃtico, económico y
social, es el mismo que, de pronto, subordina su emoción a la razón".
- "La segunda vuelta plantea a Toledo y a GarcÃa un desafÃo por la
verdad y la coherencia en sus propuestas. El electorado tendrá,
entonces, un panorama más claro de lo que quiere el paÃs. Seamos, pues,
mucho más exigentes con los candidatos que ahora veremos disputando la
segunda vuelta" (Paredes Castro)
- César Hildebrandt, director del diario Liberación: "Que se produzcan
los debates. Que Toledo y GarcÃa sean repreguntados y contradichos. Que
se abra la democracia a los vientos".
- "La buena noticia es que el fujimorismo ya no es ni siquiera un muñón,
que la composición del Congreso obligará a concertar y a pactar y que la
plata de los banqueros próximos a la mafia fujimorista no sirvió para
que el pueblo se la creyera" (Hildebrandt).
- "La buena noticia es que Toledo ha recibido una noticia noqueadora de
humildad. La mala es que GarcÃa puede haber recibido una dosis de
caballo de arrogancia" (Hildebrandt) (Diario Hoy) (Blanco y Negro)