El claxon sonó tres veces como señal para que el guardia abriera la puerta del estacionamiento del edificio El Juncal, ubicado en las avenidas Eloy Alfaro y Seis de Diciembre, uno de los puntos neurálgicos del tránsito capitalino.
El reloj de Fabián Cisneros marcaba las 07:53, antes de partir a su trabajo, ubicado en la RÃo Coca y Amazonas, otro punto caótico. Al igual que todos los dÃas, tomó la Eloy Alfaro en dirección norte sur.
Tres minutos después, a la altura del parque República de Chile, en la Eloy Alfaro y Gaspar de Villarroel, se encontró con el primer embotellamiento. Para pasar el tiempo, mientras salÃa del trancón, compró un diario.
Atrás suyo se ubicaba un bus de color azul, cuyo conductor tocó el claxon una vez cuando el semáforo cambió de rojo a verde.
Cisneros levanta la mirada para calcular cuánto tiempo le tomará salir del embotellamiento, y dice "esto va a ser largo". Recorrer las seis cuadras existentes entre la Gaspar de Villarroel y Eloy Alfaro y el redondel de la Granados, con tránsito bomper to bomper, le tomó 15 minutos.
Cisneros mira el carril que va en dirección norte sur, la fila de tres carriles se pierde en el infinito. Al igual que en todas las horas pico, más de 700 autos se contabilizan durante dos minutos, entre el redondel de la Granados y la calle de los Mortiños.
Baja por esa vÃa y al llegar a su oficina mira el reloj, 08:23, es decir que se ha demorado 30 minutos en llegar, pero por la noche, a las 21:00, su recorrido fue solo de ocho minutos. (CAZ)
El parque automotor se ha incrementado en 40% en los últimos seis años
En el primer trimestre de 2002 ingresaron a Pichincha 8 515 autos nuevos. La proyección muestra que la cifra superará a la de 2001
El porcentaje de incremento del parque automotor se ha elevado en los dos últimos años. Desde 1995 hasta 1999 se registró un crecimiento anual del 6%, mientras que desde 2000 el porcentaje se ubica en 10% cada año. Actualmente, en Quito circulan 250 000 autos (uno por cada cinco personas), de los cuales el 94% corresponde a particulares.
Entre las causas para este incremento se menciona la tendencia económica actual que hace que cada individuo desee tener un automóvil, debido a las diversas actividades que desarrolla. El tránsito se deriva de las necesidades de movilización de las personas (trabajo, estudios, trámites).
El 30% de la gente utiliza el 80% de la vÃas, mientras que el 70% se moviliza en transporte público, utilizando únicamente el 20% del espacio. Es decir, la gente que posee autos particulares utiliza las vÃas 14 veces más que una que viaja en bus, teniendo que enfrentarse a los conflictos de tránsito cuatro o cinco veces al dÃa.
Otra causa tiene que ver con la instalación de semáforos, en Quito coexisten un sistema manejado por la PolicÃa y otro por el Municipio, los unos son de última generación y los otros de tiempo fijo, lo que dificulta la coordinación. Según explica César Arias, consultor en temas de transporte el conflicto en esta área es un tema de gerencia más que de infraestructura, porque la dotación de soluciones no crece al mismo ritmo que el parque automotor. (PC)
El exceso de buses y taxis satura la mayorÃa de avenidas de la capital
Por las calles también circulan 586 vehÃculos de carga: camiones, volquetas, tráilers y tanqueros que entregan combustible
El deficiente servicio de transporte público está ligado con la resistencia que tiene la población a su uso, este cÃrculo vicioso crea en la gente la necesidad de adquirir vehÃculos particulares y deteriora la calidad de vida de las personas que se encuentran obligadas a utilizar el transporte público.
A esto se suma la sobre oferta de buses. En la ciudad, según una norma internacional, no deberÃan existir más de 2 000 unidades y existen 4 673, entre urbanos, interparroquiales y escolares. En el caso de los taxis, existen 8 807 registrados como legales y 4 000 piratas, una cifra similar a la flota de taxis de Nueva York, una ciudad que tiene 10 veces más habitantes que Quito. El número ideal serÃa 2 000 unidades amarillas.
La congestión se agrava porque estos autos circulan sin transportar pasajeros y carecen de registro municipal. Desde la próxima semana, la Empresa Metropolitana de Servicios y Administración del Transporte (Emsat) aplicará un sistema de constatación de las unidades.
La falta de corredores exclusivos para que circulen los buses hace que recorran 12 kilómetros en una hora, cuando deberÃan hacerlo en 20 minutos. Los pasajeros permanecen hasta tres horas al dÃa dentro de los buses, perjudicando la productividad que también se mide por el tiempo que cada persona tiene que recorrer hasta llegar a su trabajo.
La congestión también se genera por la repavimentación en 15 avenidas. (PC)
El déficit de vÃas principales es de 141 kilómetros,
pero no se construirán más
El alcalde Paco Moncayo anunció que la próxima semana se presentará a la ciudadanÃa el plan maestro de transporte y vialidad
Quito necesita 441 kilómetros de vÃas principales para que el tránsito fluya, pero apenas cuenta con 300 kilómetros.
"La vialidad existente no soporta el flujo de tránsito que circula por la parte céntrica de la ciudad y que se incrementa cada año", indicó Rodrigo Torres, gerente de la Empresa Metropolitana de Servicios y Administración del Transporte (Emsat).
Los 250 mil vehÃculos (particulares y públicos) de la ciudad circulan por los 300 kilómetros que tienen capacidad para recibir el 34% del flujo vehicular. "Es difÃcil incrementar la cantidad de kilómetros de vÃas principales porque la ciudad ya está establecida", comentó.
El Municipio ha implementado un plan de medidas a mediano y largo plazo para solventar el problema del transporte.
Primeramente, se prevé la optimización de la geometrÃa de las vÃas, la renovación de las flotas del transporte con el bus tipo y normar la circulación del transporte pesado por las vÃas periféricas de 21:00 a 06:00.
También se mejorará la infraestructura vial. De los 17 intercambiadores que necesita la ciudad, 10 se construirán en los próximos dos años.
Además se plantean como soluciones la generación de polos de desarrollo al norte y al sur, complementar la red integrada del transporte con la construcción de las cinco troncales de las avenidas: Napo, América, La Prensa, Amazonas y las calles del centro y la semaforización. (GV)
Quito está entrampado en el tránsito de todos los dÃas
Desde 1996 se ha registrado un 6% de incremento anual en el número de autos particulares, luego de la crisis subió a 10%
Existen facilidades de compra y la gente busca comodidad para transportarse de un lugar a otro de la ciudad. Evita los buses por el irrespeto y el mal servicio.
Circular por el norte o por el sur se ha convertido en un vÃacrucis para los quiteños. Las personas que llegan de otras provincias y de los valles se demoran en el ingreso a Quito un tiempo similar o mayor que el que necesitaron para circular por la carretera.
Entre las causas se menciona el deterioro del transporte colectivo y la deficiente infraestructura vial que ya no tiene capacidad para soportar el intenso tránsito de la capital. El Municipio de Quito plantea soluciones a largo plazo y muy pocas emergentes.
LAS CIFRAS
La ciudad puede llegar a perder hasta $210 millones al año
Un conductor que arriba a Quito desde el valle de Cumbayá, a las 08:30, tiene que esperar 40 minutos para circular porque la fila de autos llega hasta el desvÃo a los sectores de MonteserrÃn y Nayón. Se registran 900 metros de vehÃculos.
Para una ciudad del tamaño de Quito, lo óptimo serÃa que el recorrido de 12 kilómetros se hiciera en 20 minutos, a una velocidad de 25 a 30 kilómetros por hora, sin embargo existen puntos de mayor congestión en que el vehÃculo avanza apenas a cuatro kilómetros por hora, explica César Arias, experto en transporte. Si se toma en cuenta el costo de inversión en cada viaje, las pérdidas son altas: en un vehÃculo liviano que circula a 25 kilómetros por hora, el costo es de $0,70, pero si avanza en forma lenta, la inversión puede llegar hasta $1,40 en cada viaje. Registrándose una pérdida de $0,70, que multiplicado por cuatro viajes al dÃa en un año, significan una pérdida de $840 para el conductor.
Si se consideran los 250 mil vehÃculos, los recursos perdidos en la ciudad, llegarÃan a $210 millones, sin tomar en cuenta el tiempo perdido que puede ser invertido en el trabajo o en otra actividad productiva. Además, la calidad de vida de los ciudadanos se deteriora por el estrés y por el trato que reciben en el transporte público. (PC)
Las ambulancias son vÃctimas de la congestión
César Calvopiña, director nacional de la Cruz Roja
"La congestión sà dificulta el trabajo diario de la Cruz Roja, que como institución debe responder en forma inmediata a las emergencias que se producen en la ciudad.
Nos damos cuenta de que el parque automotor se ha incrementado, y por más que los conductores tengan el deseo de ayudarnos no es posible, por eso el tráfico se convierte en un problema que hasta hace pocos años no existÃa.
Las vÃas alternas no son adecuadas para que circule un vehÃculo de emergencia, porque son muy angostas, y en algunos casos circulan los peatones por las calles y podemos causar un accidente.
Si no llegamos a tiempo, el paciente puede fallecer o ser trasladado en otro vehÃculo sin el cuidado adecuado, con consecuencias graves e irreversibles. En el ingreso a las casas de salud el problema aumenta". (PC)
Los bomberos padecen diariamente con el tránsito
Jaime Benalcázar, comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito
El congestionamiento y caos vehicular en la ciudad entorpece e impide realizar con normalidad el trabajo del Cuerpo de Bomberos de Quito.
El congestionamiento complica a las unidades que tienen que salir a cubrir alguna emergencia y, en varias ocasiones, han sido impedidas de llegar a tiempo a un flagelo debido a que las vÃas están congestionadas.
Para Jaime Benalcázar, comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, las calles más congestionadas y las de difÃcil circulación son las avenidas Amazonas, Doce de Octubre, Seis de Diciembre y Mariscal Sucre, entre otras. "Para solucionar en algo estos inconvenientes hemos optado por tomar la vÃa del trole que nos permite circular con mayor facilidad", dice.
Solicita que las autoridades que se encuentran a cargo del sistema de transportación efectúen los más pronto posible un rediseño en las calles del Distrito Metropolitano de Quito u organizan la circulación con información para todos los habitantes. (NJ)
"Es insoportable trasladarse, sobre todo en las horas pico"
Julio Haro, repartidor de periódicos
Julio Haro, de 42 años, lucha todos los dÃas con el tránsito. Indica que por la actividad que realiza en su trabajo (repartidor de periódicos), circula por las calles de la ciudad durante 10 horas diarias, a bordo de su vehÃculo.
Para él, la congestión es un gravÃsimo problema, sobre todo en las horas pico, de 07:00 a 08:00, de12:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:00, cuando el caos vehicular llega al lÃmite.
""Hay filas enormes de vehÃculos y uno tarda horas en llegar a su destino"", señala. Por este motivo, en algunas ocasiones se ha retrasado con su carga.
Agrega que en estas horas se hace imposible transitar por las calles y vÃas principales en el Distrito Metropolitano de Quito.
Pide a las autoridades solucionar de alguna manera este inconveniente y organizar la circulación vehicular en la ciudad, para que transitar por las calles no se convierta en un suplicio diario que perjudica la salud. (NJ)
ANALISIS
La urgencia por atacar el caos no espera más plazos
¿Y qué tal si un dÃa ocurre una catástrofe y hay que evacuar a miles de quiteños? Con el tránsito caótico, con las calles estrechas, con conductores que no respetan las leyes y un trazado urbano que contribuye a la aglomeración vehicular, serÃa doblemente dramática una evacuación.
Y no hace falta llegar a situaciones extremas para comprobar que Quito ya no soporta más el caos en el tránsito. Al contrario, la cotidianidad es la que más agobia y genera estados de ánimo irritables, gastos incontables, pérdidas de tiempo. Es decir, la capital está soportando un ambiente de improductividad por causa del tránsito.
La modernidad a la que aspiraban llegar ciudades como México o Buenos Aires llenándose de vehÃculos les ha causado más problemas ambientales, de productividad y de convivencia, de los cuales no pueden salir con facilidad, a pesar de contar con grandes avenidas y una planificación urbana más estructurada en función de sus necesidades.
Quito, siendo un callejón estrecho y al estar rodeado de montañas, no puede continuar con un exceso de vehÃculos, vÃas abarrotadas de buses, existencia de "nudos" que incrementan la congestión.
Tampoco puede seguir contando con un sistema de semaforización anticuado y antifuncional. Y mucho menos puede tener un sistema de transportación colectiva que apunta al enriquecimiento de los choferes en perjuicio de la calidad del servicio.
Entonces hacen falta cuatro elementos para el debate y la definición de la comunidad. En primer lugar, que el Municipio asuma como polÃtica urbana de largo plazo la redefinición del sistema de circulación en la ciudad en función de hacerla más productiva.
Luego, corresponde discutir si hay que poner lÃmite al número y al tipo de autos que circulen en la capital. Esto, que puede ser lo más polémico, debe salir del análisis técnico.
En tercer término, dadas las necesidades urgentes, apuntar a la elaboración de un proyecto a corto plazo que dé soluciones inmediatas a los problemas concretos presentados en este informe.
Y por último: sin la conjunción de esfuerzos comunitarios, sin la participación de la ciudadanÃa, sin la toma de conciencia por parte de los choferes y sin la educación a los niños sobre las implicaciones de una cultura urbana asentada en el automóvil como "eje del desarrollo", ningún municipio con su alcalde, por más recursos que tenga y técnicos capacitados y talentosos que pueden poner en marcha los proyectos, desarrollará una ciudad para bien de la calidad de vida de sus habitantes. (OP)
(BLANCO Y NEGRO 11 DE MAYO DE 2002)