El taxi de placas PZC 623, de la cooperativa Plaza del Teatro número 1, fue
el primero en recibir las calcomanías municipales que le autorizan a
realizar su trabajo en la ciudad.
La unidad ingresó a las 08:00 a las instalaciones de Continental General
Tire. El dueño presentó los documentos: cédula, matrícula, habilitación
municipal, licencia y el recibo de pago de $19,60 a la Municipalidad;
canceló además $4,40 por el control y su vehículo fue revisado durante 15
minutos.
Se comprobó que el número de motor y chasis correspondiera al registro que
tiene la Empresa Metropolitana de Transporte (Emsat), que el auto no
registrara huellas de choques, que las cinco llantas tuvieran un mínimo de
profundidad en el labrado de tres milímetros. Además, que contara con
cinturones de seguridad, retrovisores, luces en buen estado, taxímetro,
velocímetro, extintor y llave de ruedas.
Rodrigo Torres, gerente de la Emsat, dijo que la última constatación se la
realizó en 1996. "Es lamentable que se lo ejecute ahora en medio de serios
conflictos con la informalidad", en referencia al reclamo de los taxis
piratas. Insistió en la necesidad de garantizar la seguridad de los
usuarios.
Humberto Bilbao, presidente de la cooperativa Plaza del Teatro está de
acuerdo con la verificación. "Antes éramos 72 socios, ahora somos 62. El
resto fue eliminado por incumplir con las normas". (PC)
La ciudadanía, llamada a colaborar
Antes de subirse a un taxi, los usuarios deben fijarse en los adhesivos
municipales de color azul, colacados en las puertas laterales, en el vidrio
de atrás y en el parabrisas. Además, en los taxis legales la placa es de
color naranja.
Si el taxímetro marca un valor excesivo puede denunciar a la Unión de
Taxistas para sancionar al infractor. (PC)
Tribasa espera resolución del juez
La Contraloría recomendó terminar con la concesión
El informe elaborado por la Contraloría "maneja normas o conceptos sobre
obra pública y no sobre concesiones", explicó Catalina Arias, abogada de la
empresa Tribasacolisa, en referencia a la recomendación realizada por el
organismo para que el Consejo Provincial estudie la posibilidad de dar por
terminado el contrato de concesión de la Autopista General Rumiñahui.
"El contrato va a seguir hasta que el juez de lo Contencioso Administrativo
determine si existió o no incumplimiento, nosotros consideramos que no y que
estuvimos dentro de las normas legales". En declaraciones a Ecuavisa dijo
que el informe no preocupa porque no se determinaron responsabilidades
civiles o penales. (PC)
Transporte del valle no puede entrar al norte
Ocho empresas operaban desde el playón de La Marín
Con aparente conformidad los transportistas de tres cooperativas del valle
de Los Chillos acataron la disposición de la Empresa Metropolitana de
Transporte (Emsat) de operar en el playón de la Marín desde el 20 de mayo.
Iván Paucar, chofer de la unidad 550 de la cooperativa Vingala, dijo que el
perjuicio es para los usuarios porque se les duplican los costos y el tiempo
de traslado desde el valle hasta el centro.
En cambio, Alfredo Brucil, socio de la cooperativa Turismo manifiesta que
acatarán la disposición municipal, pero exigirán que se realicen las
adecuaciones como señalización, andenes de llegada y salida, información,
seguridad e iluminación.
Los usuarios, como Diana Cano, expresaron su molestia por la demora en el
traslado, antes le tomaba 45 minutos llegar desde el valle. Hoy lo hace en
una hora con 30 minutos. La Emsat tomó esta medida para disminuir la
contaminación y la congestión. (GV)
el primero en recibir las calcomanías municipales que le autorizan a
realizar su trabajo en la ciudad.
La unidad ingresó a las 08:00 a las instalaciones de Continental General
Tire. El dueño presentó los documentos: cédula, matrícula, habilitación
municipal, licencia y el recibo de pago de $19,60 a la Municipalidad;
canceló además $4,40 por el control y su vehículo fue revisado durante 15
minutos.
Se comprobó que el número de motor y chasis correspondiera al registro que
tiene la Empresa Metropolitana de Transporte (Emsat), que el auto no
registrara huellas de choques, que las cinco llantas tuvieran un mínimo de
profundidad en el labrado de tres milímetros. Además, que contara con
cinturones de seguridad, retrovisores, luces en buen estado, taxímetro,
velocímetro, extintor y llave de ruedas.
Rodrigo Torres, gerente de la Emsat, dijo que la última constatación se la
realizó en 1996. "Es lamentable que se lo ejecute ahora en medio de serios
conflictos con la informalidad", en referencia al reclamo de los taxis
piratas. Insistió en la necesidad de garantizar la seguridad de los
usuarios.
Humberto Bilbao, presidente de la cooperativa Plaza del Teatro está de
acuerdo con la verificación. "Antes éramos 72 socios, ahora somos 62. El
resto fue eliminado por incumplir con las normas". (PC)
La ciudadanía, llamada a colaborar
Antes de subirse a un taxi, los usuarios deben fijarse en los adhesivos
municipales de color azul, colacados en las puertas laterales, en el vidrio
de atrás y en el parabrisas. Además, en los taxis legales la placa es de
color naranja.
Si el taxímetro marca un valor excesivo puede denunciar a la Unión de
Taxistas para sancionar al infractor. (PC)
Tribasa espera resolución del juez
La Contraloría recomendó terminar con la concesión
El informe elaborado por la Contraloría "maneja normas o conceptos sobre
obra pública y no sobre concesiones", explicó Catalina Arias, abogada de la
empresa Tribasacolisa, en referencia a la recomendación realizada por el
organismo para que el Consejo Provincial estudie la posibilidad de dar por
terminado el contrato de concesión de la Autopista General Rumiñahui.
"El contrato va a seguir hasta que el juez de lo Contencioso Administrativo
determine si existió o no incumplimiento, nosotros consideramos que no y que
estuvimos dentro de las normas legales". En declaraciones a Ecuavisa dijo
que el informe no preocupa porque no se determinaron responsabilidades
civiles o penales. (PC)
Transporte del valle no puede entrar al norte
Ocho empresas operaban desde el playón de La Marín
Con aparente conformidad los transportistas de tres cooperativas del valle
de Los Chillos acataron la disposición de la Empresa Metropolitana de
Transporte (Emsat) de operar en el playón de la Marín desde el 20 de mayo.
Iván Paucar, chofer de la unidad 550 de la cooperativa Vingala, dijo que el
perjuicio es para los usuarios porque se les duplican los costos y el tiempo
de traslado desde el valle hasta el centro.
En cambio, Alfredo Brucil, socio de la cooperativa Turismo manifiesta que
acatarán la disposición municipal, pero exigirán que se realicen las
adecuaciones como señalización, andenes de llegada y salida, información,
seguridad e iluminación.
Los usuarios, como Diana Cano, expresaron su molestia por la demora en el
traslado, antes le tomaba 45 minutos llegar desde el valle. Hoy lo hace en
una hora con 30 minutos. La Emsat tomó esta medida para disminuir la
contaminación y la congestión. (GV)
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