Quito. 13 ene 99. Los riesgos de deslaves, inundaciones y
epidemias, generados por El Niño, persisten. El año escolar
también está afectado.

Las primeras lluvias de la nueva temporada invernal recordaron
escenas como las del fenómeno de El Niño. Los técnicos del
INOCAR, en cambio, anuncian aguaceros esporádicos y de poca
intensidad. Algunas calles de Guayaquil volvieron a inundarse
parcialmente.

En Guayas, Los Ríos y Manabí, en la última semana, se
registraron los primeros aguaceros de lo que sería la
temparada invernal de 1999. Los técnicos del INOCAR señalan,
con base en sus estudios, que la etapa lluviosa será
inestable, por la presencia del fenómeno de La Niña, y que se
prevé poca pluviosidad. No obstante, las nuevas lluvias
desnudan los males que dejó El Niño y que hasta ahora no han
sido plenamente superados.

Roque Mendoza, jefe de la Defensa Civil de Manabí, luce
preocupado. Y es que está convencido de que si no se acelera
la reparación de los caminos, con la primera lluvia fuerte que
caiga en el Litoral, se dificultará el tráfico en la provincia
que más fue afectada por el fenómeno de El Niño.

La versión de Mendoza tiene sustento. Recientemente, un leve
aguacero interrumpió la carretera Portoviejo-Junín y quedaron
incomunicados los habitantes de Balsa Tumbada, Riofrío y
Cañitas.

Similar situación ocurrirá en la vía Bahía-Chone en donde
existen baches y huecos. Allí no se observan maquinarias del
Ministerio de Obras Públicas o empresas privadas. Los trabajos
de rehabilitación vial, ejecutados por el MOP, Corpecuador y
COPEFEN, abarcan por ahora solo las vías principales.

"Tengo el temor de que los daños en los puentes de Banchal,
Pedro Carbo y otros, dejen incomunicada nuevamente, a Manabí",
declaró.

Los 20 mil habitantes de Montecristi, en cambio, todavía
mantienen el riesgo de que el Cerro de Hojas vuelva a ceder
con la nueva temporada invernal.

Técnicos de la Escuela Politécnica del Litoral estudiaron los
deslaves que se produjeron entre octubre y noviembre de 1998,
que obligaron a evacuar a 80 familias.

Los analistas plantearon la estabilización de los cerros a un
costo de cinco mil millones de sucres. Ciudadelas cercanas se
afectarán si llueve y no hay trabajos.

En Bahía, la Defensa Civil de Manabí prohibió el retorno de
los moradores de ocho cerros, en donde ocurrieron deslaves.
Esos han quedado "sensibles". Se advirtió que se repetirá el
suceso, por lo que nadie puede habitar la zona.
Igual aviso dio la entidad en el caso de los propietarios de
los edificios averiados por el sismo del cuatro de agosto. "No
deben retornar a esas viviendas, porque al primer movimiento
telúrico, sus bases cederán".

En cambio, los habitantes de algunos sectores rurales de Santa
Ana, abandonaron sus viviendas desde octubre pasado, por los
deslaves.

Aquello se repite con los moradores de las colinas de Andrés
de Vera, Portoviejo, zona declarada de alto riesgo.

También en Esmeraldas subsisten los problemas. Cuatrocientas
familias que habitaban las colinas, no abandonaron el sector
pese a las advertencias de posibles derrumbes.

Persiste riesgo en cerros de Guayaquil

El decano de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la
Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL), Miguel Angel Chávez,
alertó sobre la posibilidad de que ocurran nuevos
deslizamientos en Guayaquil.

Los afectados serían sectores en donde viven aproximadamente
200 mil personas. "Si no se aplican correctivos con las
lluvias se provocarán deslaves", aseveró Chávez.

Cerro Azul es el más crítico. En la zona hay antenas de
transmisión y el ma terial que se desprende cubre la Vía
Perimetral. Ya ocurrió en 1998 cuando algunas emisoras dejaron
de transmitir debido a los daños que ocasionaron los aludes en
sus infraestructuras.

Las viviendas que se encuentran en los cerros Santa Ana,
Mapasingue y Bastión Popular sufrirán daños. Hay inestabilidad
por la destrucción de los terrenos. Es necesario que se
evacúen a las familias, porque las lluvias podrían traer más
tragedias.

Diversos males al acecho

La presencia de las lluvias en el Litoral preocupa a las
autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Los consideran sinónimos de cólera, dengue, difteria,
paludismo, rabia, tuberculosis, leptospirosis, infecciones
respiratorias, digestivas y de la piel, que afectan
principalmente a los niños de las zonas tropicales.

El fenómeno El Niño dejó secuelas en los pobladores de la
Costa. En cantones como Bahía, Chone, Esmeraldas, Huaquillas,
Machala, península de Santa Elena, persisten estos casos en
forma endémica.

Existen aproximadamente 850 mil personas infectadas por el
dengue clásico, susceptibles de contraer el dengue hemorrágico
que causa la muerte.

Los menores son los más afectados, pues el consumo de agua no
hervida y alimentos mal preparados los induce a diarreas y
casos de gastroenteritis.

La parasitosis los ataca y diezma a la población. El MSP
anunció programas masivos de medicina preventiva, sanidad y
salud en Costa y Sierra con el apoyo de la Fundación Niñez
Internacional que entrega pastillas Zentel para su
tratamiento.

El paludismo fue el que más afectó a los pobladores
suburbanos.

Este era un mal que se creía controlado, pero en 1998 se
reportaron 20 mil enfermos positivos comprobados y cinco mil
de diagnóstico sintomático, sin que se registren defunciones.

Los enfermos recibieron el tratamiento médico y medicamentos
como la cloroquina y primaquina, con las cuales
contrarrestaron a los síntomas.

Este cuadro médico obligó al Ministerio de Salud a reaccionar.
El Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria roció 60
mil viviendas y se protegieron 350 mil personas en 330
localidades rurales y urbano marginales. Para este trabajo se
emplearon 40 mil Kg. de insecticida. Otro de los problemas que
persisten es el cólera.

Se teme que en las próximas semanas, la presencia masiva de
personas en los balnearios y la escasa higiene de los
alimentos hacen propicio el crecimiento de esta fatal
enfermedad.

Lenta rehabilitación de casas de salud

Es poca la actual capacidad de los centros de salud para
enfrentar eventuales epidemias. No tienen presupuesto para
comprar medicamentos, insumos, instrumentos y para rehabilitar
equipos nuevos, embodegados porque no hay dinero para su
instalación.

El Ministerio de Salud trabaja en la rehabilitación de 26
casas de salud, 46 centros y subcentros en siete provincias
que se destruyeron a consecuencia del fenómeno El Niño.

Según los técnicos en salubridad, de enero a mayo, las
brigadas de fumigación deben aumentar para cubrir las
viviendas con el rociado interior.

Es fundamental la entrega de toldos y líquidos repelentes de
insectos como mecanismos de protección contra mosquitos
anófeles y aedes aegypti que, transmiten paludismo y dengue.

Es necesaria la vigilancia epidemiológica para detectar estas
enfermedades. Luego proseguir con los tratamientos basados en
la educación comunitaria.

Hay que reforzar los programas de vacunación, tanto humana
como animal. En la temporada invernal proliferan las picaduras
de serpientes, en áreas rurales.

Trabajos para no inundarse

La Ecapag anuncia la inversión de 25 mil millones de sucres en
prevención, pero con las primeras lluvias hubo
contratiempos.

Las inundaciones fueron la tónica del paso de El Niño por El
Litoral, y Guayaquil sufrió tal situación en muchos de sus
sectores.

Siete meses después del temporal, y con las primeras lluvias
que anuncian el nuevo invierno, la ciudad volvió a inundarse y
todos los ojos miran nuevamente a la Empresa Cantonal de
Alcantarillado y Agua Potable.

La ECAPAGA, no obstante, asegura estar preparada. La ejecución
del plan preventivo se inició el mes pasado y comprende
mantenimiento, limpieza y ampliación del sistema sanitario y
pluvial. Se invertirán más de 25 mil millones de sucres este
año en el plan pre invernal para contrarrestar las
inundaciones en la ciudad.

Gustavo García, gerente de la institución, dijo que el plan
emergente presenta la limpieza y mantenimiento de canales,
ductos y alcantarillas, así como de sumideros y tirantes del
sistema pluvial.

Asegura, el funcionario, que en 4 meses todo el sistema estará
totalmente despejado y se gastarán más de 3 mil millones de
sucres.

Son 80 personas las que han sido contratadas para ejecutar
este trabajo distribuidas en varias cuadrillas. Se opera con 9
hidrocleaners, un extractor y buzos especializados.

Con este programa se desalojarán todos los desperdicios y
residuos que quedó en el sistema, producto del prolongado
invierno que enfrentó la ciudad por los efectos del fenómeno
de El Niño. Para ello se contratará progresivamente los
equipos de limpieza.

El personero de la ECAPAG asegura que están listos para
recibir el invierno. Técnicamente los entendidos en la materia
dicen que con La Niña las lluvias serán menores.

Guayaquil podría inundarse, por tres o cuatro horas, solo
cuando las precipitaciones sean muy fuertes y coincidan con el
período de mareas altas, asegura el gerente de la ECAPAG,
Gustavo García no porque falte mantenimiento a sus redes de
alcantarillado.

La ciudad experimentará este año, con la llegada de las
lluvias, pequeños crecimientos de agua de 15 a 20 centímetros,
pues los sistemas estarán limpios y los charcos no lograrán ni
siquiera ingresar a las veredas, coparán solamente las calles,
agregó.

Para evitar que se inunden los sectores del norte, que están
junto a las colinas, se construirán algunos canales con un
crédito que otorgará el COPEFEN.

El año pasado, estas áreas alcanzaron volúmenes de crecimiento
de agua hasta de dos metros, que causaron ingentes pérdidas
materiales e incluso algunas muertes.

Desalojos para hacer drenajes en esteros

Durante 1998, la ECAPAG desalojó a los invasores que estaban
ubicados sobre los canales de los esteros Las Rana y Mogollón,
ambos en sectores populares de la urbe, que impedían el
drenaje de las aguas.

Cientos de familias debieron abandonar sitios en donde se
habían asentado desde hace muchos años. Para lograrlo, incluso
se utilizó a la Fuerza Pública.

Paralelamente, con recursos del BEDE y el BID se financia la
adquisición de otros equipos como ocho máquinas de balde,
carros abastecedores de agua y 11 hidrosuccionadores.

Con esto, se rehabilitarán 37 kilómetros de colectores durante
todo el año.

Gustavo García informó que existen otros préstamos para
mejorar el sistema de distribución de agua potable, planta de
tratamiento y bombeo de aguas servidas.

Cortos

- La ECAPAG anunció que los planes maestros de agua potable,
alcantarillado sanitario y pluvial deben revisarse cada 10
años.

- Sin embargo, constantemente ellos, los rediseña para ir
acorde con las necesidades de cobertura de la ciudad, según la
versión oficial.

- Con los recursos que genera la ECAPAG, con el cobro de las
planillas de agua y alcantarillado, que determina el
presupuesto operativo y de administración, solo se ejecutan
trabajos de mantenimiento y pequeñas ampliaciones al sistema.

Carreteras

- La sobresaturación de los terrenos por el exceso de agua fue
la principal causa de los daños de las vías que han empezado a
ser rehabilitadas por el MOP, Corpecuador y COPEFEN.

- El 80 por ciento de la red vial debe ser habilitada en un
plazo no menor de dos años, a un costo de mil millones de
dólares, es decir que las carreteras siguen averiadas.

- De los 2.500 km de vías afectadas, apenas se atendieron 680,
tal como dijo el ministro de Obras Públicas.

- Diez mil km de caminos vecinales resultaron dañados. Ninguno
de ellos se atendió, lo que significa que los campesinos
serán los perjudicados.

- En Manabí fueron 1.079 km de caminos afectados, y en una
primera fase solo se atenderán 179.

- Guayas tiene 966 km de vías averiadas, de las cuales se ha
anunciado trabajos en 350. Hay otras vías que se reparan y
serán concesionadas.

- El Oro tiene 488 km dañados, pero se atienden 230. Tiene
cinco puentes colapsados.

- Esmeraldas es la provincia menos atendida. Tiene 390 Kkm de
carreteras destruidas y 36 metros de puentes averiados.

- Los Ríos con 389 km de vías, ninguna reparada, y 180 metros
de puentes, desatendidos.

- De los 294 metros de puentes colapsados en Guayas y 236 en
Manabí, ninguno se reparó.

- La reconstrucción integral de la estructura vial de la Costa
ha sido anunciada para empezar en mayo próximo, precisamente
cuando termine el nuevo invierno.

- Existen préstamos de la CAF por 100 millones, con una
contrapartida de 42,9 millones del Ecuador para reconstruir
las vías en el Litoral.

- Se gestiona un crédito del BID para mejorar la red vial.

Productores temen aislarse

Muchas de las carreteras del Litoral, por donde transitan
diariamente camiones cargados con los principales productos de
exportación, presentan aún los estragos del fenómeno El Niño.
Los empresarios temen que las lluvias de esta temporada
invernal terminen por aniquilar la red vial, muy transitada
por carros pesados.

En su visita a la provincia de El Oro, el vicepresidente,
Gustavo Noboa, ofreció el lunes pasado a los sectores
productores de banano y camarón que en el mes de julio
concluirá la reparación de la vía Machala-Guayas. Obra que
está concesionada a la compañía española Dragado.

No obstante, los gremios bananeros exigen una inmediata acción
en esa carretera. Así, Francisco Minuche, presidente de la
Cámara de Banano de El Oro, sostiene que el bacheo debe
ejecutarse en un plazo menor, especialmente en el tramo de la
vía El Guabo-Naranjal debido a que las operaciones se ven
retrasadas por el tiempo empleado en cruzar varios metros de
baches. En similares condiciones, se encuentra la pista de
Pasaje y Buenavista, que comprende cinco km, y desde hace ocho
meses continúa en pésimo estado.

Para los sectores camaroneros de la provincia de El Oro, la
carretera Machala-Guayas, dañada en algunos tramos, ocasiona
el deterioro de los vehículos y pérdida de tiempo, retrasando
la entrega de las mil libras de camarón, que diariamente se
dirigen a Guayaquil.

Ventaja delictiva

Aunque las carreteras de la provincia de Manabí han sido
arregladas parcialmente, el sector pesquero se queja también
por los constantes asaltos a sus camiones, que transitan en
los tramos dañados de la vía Manta-Guayas.

"Todos los días se reportan atracos a los camiones que cargan
camarón, enlatados, harina de pescado, aprovenchándose del
deterioro de la red vial. Y aunque se ha denunciado a la
Marina Mercante y al Ministerio de Industrias, no hacen nada.
La delincuencia se incrementa gradualmente, por eso pedimos
declarar el estado de emergencia nacional", denunció César
Rohón, presidente de la Cámara de Pesca.

La carretera Manta-Guayas es la ruta principal de circulación
para los productos del mar. Rohón critica la pérdida de tiempo
del Gobierno en la denominada reconstrucción de la Costa. "Han
desperdiciado cinco meses en la rehabilitación de las vías,
desaprovecharon la ausencia de lluvias; y ahora que nuevamente
tenemos época de invierno se aplazarán los trabajos".

En tanto, un convenio de la Refiniría de Esmeraldas, permitirá
asfaltar en este mes las vías de ingreso y salida de la
provincia, a raíz de una donación de 300 mil galones efectuada
por Petroecuador, dijo el Gobernador de Esmeraldas.

Migración interna se diversifica

Los campesinos de la Costa ya no prefieren Quito y Guayaquil
para emigrar. Ahora son los focos centrales otras capitales de
provincias, dice un informe presentado por la Defensa Civil.

Desde octubre de 1997 hasta julio de 1988, por efectos del
fenómeno El Niño, Santo Domingo de los Colorados, Machala,
Portoviejo y Quevedo, son ciudades atractivas para campesinos,
trabajadores, albañiles y maestros. "Basta revisar las tasas
de crecimiento: mientras en Guayaquil es del tres por ciento,
en estas llegan al cinco por ciento".

No hay una constatación real del número de personas que han
imigrado como consecuencia de El Niño. Sin embargo, la tasa de
urbanización del país supera el 65 por ciento (antes era del
56 por ciento), lo que indica que las áreas rurales mantienen
la tendencia a despoblarse.

Aunque el factor principal de las migraciones ha sido El Niño,
hay otros hechos que se complementan, por ejemplo la falta de
trabajo, servicios básicos, pérdida de vivienda y cultivos, y
el atractivo de encontrar empleo en las grandes ciudades,
situación que va a la par con la invasión de propiedades
privadas.

En Guayaquil, sectores como Prosperina, Bastión Popular,
Mapasingue, Guasmos, Isla Trinitaria fueron ocupadas por
familias provenientes de la península de Santa Elena, Manabí y
El Oro. (DIARIO HOY) (P. 6-A y 7-A)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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