Quito. 25 ene 99. Los vegetales son nativos e introducidos; su
consumo es masivo y sin un manejo adecuado. Las especies salen
ilegalmente y las leyes se contradicen.

Trece plantas medicinales con valor estratégico para el país
demuestran la necesidad de una protección legal efectiva para
la conservación de las especies de consumo masivo.

Los vegetales son: zaragotana, floripondio, inchi, cascarilla
o quina amarilla y roja, laurel, sangre de drago, nogal,
chuchuhuaso, canelo, caimito, uña de gato y bálsamo, según un
informe que está por publicarse de la organización Traffic
International.

De ellas, son nativas la cascarilla, uña de gato, sangre de
drago, chuchuhuaso y floripondio; no hay suficiente
información sobre el inchi, el bálsamo y el caimito; y las
demás son introducidas.

Cuatro características las juntan: son más utilizadas y
comercializadas, tienen un potencial económico reconocido,
están potencialmente amenazadas o constan en alguna lista
internacional de peligro de extinción y son explotadas en
forma silvestre, es decir, sin un manejo controlado.

El informe de Traffic "Ecuador: plantas medicinales utilizadas
y comercializadas, situación actual y aspectos importantes
para su conservación", forma parte de proyectos de apoyo para
el manejo efectivo de plantas medicinales en América del Sur.
De las trece especies, únicamente el inchi, laurel, nogal,
canelo y bálsamo, están en la lista oficial de
comercialización prohibida, debido a que son maderables. Sin
embargo, según Ximena Buitrón, directora del proyecto, para su
uso terapéutico, estas plantas, al igual que otras 228 que
constan en el informe, se venden tanto dentro como fuera del
país en forma ilegal.

Esto se lo ha verificado en los mercados y tiendas naturistas
de los países del Pacto Andino donde se ha llevado a cabo una
investigación de campo y de consulta a las fuentes oficiales:
los expertos etnobotánicos, productores de fitoquímicos,
vendedores o otras fuentes involucradas. Las plantas salen
ilegalmente del país. El estudio pudo establecer que en los
registros del Banco Central y del Ministerio de Comercio
constan solo una media docena de especies de exportación como
la cascarilla amarilla y roja, conocida desde el siglo XVIII
por que es la cura para el paludismo, y el condurango, usado
en afecciones estomacales.

El interés comercial de la conservación de las especies,
especialmente las nativas, se basa también en lo que ha
ocurrido con plantas como estas, que han sido aprovechadas por
la industria farmacéutica. Gran parte de los principios
activos (compuestos químicos con efecto terapéutico) que usa
la farmacología, procede de extractos de plantas, desde la
aspirina hasta derivados del ginsén o del gingo bilova.

De esa manera, por la eficacia comprobada de los remedios
recogidos por siglos por los druidas y brujos, se han
incorporado a la medicina científica. Y el proceso continúa.
Hace poco, la ciencia se sorprendió con una práctica efectiva
milenaria china: la quema de una atado de artemisa, cerca de
la rodilla de una embarazada, consigue cambiar la posición del
feto. La revista científica estadounidense Jama, según un
reporte de EFE, recogió los resultados de un estudio médico
que demostró la eficacia de la práctica en un 75 por ciento,
aunque sigue sin explicarse cómo actúa. La obtención de la
patente de un principio activo de la ayahuasca (la armina) por
la compañía Loren Miller puso en evidencia que los shamanes y
curanderos también proveen a la farmacología, que con ello se
ahorra miles de dólares. La legislación en cuanto a la salida
de especies es incompleta y contradictoria. La Ley Forestal
dice que solo pueden exportarse productos dentro de convenios
con el Estado y prohíbe toda extracción. Mientras, la Ley de
Facilitación de Exportaciones establece que todo es exportable
menos 80 especies maderables de una lista oficial.

LAS NATIVAS MAS EXPLOTADAS

Sangre de drago * La empresa estadounidense Shaman
Farmaceutical y el Instituto Nacional Forestal y de Areas
Silvestres y Naturales (Inefan) actualmente discuten el que
podría ser el primer contrato de acceso a recursos genéticos
de una empresa particular con el Estado ecuatoriano. Las
comunidades indígenas involucradas también entrarían en la
negociación. La Shaman extrajo por unos diez años la planta.
Uno de los problemas de esta es que en la extracción del látex
se mata al árbol. Además, en el mercado informal el producto
es adulterado con agua.

Ayahuasca * Actualmente la firma Loren Miller es la
propietaria de la patente de un alcaloide que lo compone la
armina. Se vende por Internet una potente droga basada en ese
compuesto. Traffic afirma que hay una tendencia nueva a
venderlo como alucinógeno dentro de paquetes turísticos. Un
peligro es que es una especie de baja densidad en estado
silvestre, por lo que los indígenas del oriente la cultivan en
sus huertos familiares.

Uña de gato * Es la más difundida a nivel internacional. Se
venden 12 especies diferentes con su nombre y supuestamente
tienen las mismas propiedades: levantar el sistema
inmunológico y actuar como antiinflamatorio. Encierra unos 50
compuestos activos y no tiene efectos colaterales conocidos.
Es una liana que crece en la Amazonia y en la Costa en forma
silvestre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aceptó su
comercialización en 1994 como planta medicinal, pero en el
país no se aplica una dosificación única ni control de calidad
en su venta.

Se vende para tratar desde el dolor de cabeza hasta para el
cáncer.

Chuchuhuaso * Se la utiliza como revitalizante, antirreumática
y antiparasitaria, entre otros fines. Se la extrae en forma de
un látex de un arbusto, cuyo árbol se puede destruir con la
extracción.

Existe muy poca información sobre sus propiedades y cultivo.

Hace poco se hizo un decomiso de una carga en el aeropuerto.

Cascarilla * Contiene la quinina, o compuesto que cura el
paludismo. Se la usa desde hace tres siglos. Se sabe que crece
solo en las condiciones ambientales que existen en la región
por lo que es muy difícil cultivarla en otros continentes. Por
eso, sigue saliendo del país y no hay información sobre su
manejo ni la cantidad que se va. Después de cosecharse, la
planta tarda mucho en regenerarse y volver a florecer

Sin registro sanitario

Los productores de fitofármacos también están interesados en
una legislación más apropiada del manejo, procesamiento y
comercialización de especies vegetales. Ellos son afectados
por la inexistencia de controles de calidad de los productos
que se expenden, lo que facilita la adulteración y dificulta
la posibilidad de competir en el exterior.

El Registro Sanitario de especies vegetales de utilidad
terapéutica, por ejemplo, es un certificado que solo se
extiende a productos naturales procesados, pero estos no son
la mayoría de lo que se comercializa, según Ximena Buitrón.

Además, la expedición del Registro carece de un procedimiento
que se base en un reglamento de la producción y elaboración.
En la práctica no existe, como se comprueba en tiendas
naturistas y bahías. Un proyecto de Reglamento de
Fitoterápicos y Normas de Producción lleva 5 años
tramitándose. Pero los interesados se han enfrascado en un
debate sobre si el énfasis debe ponerse en control de calidad
o en acceso a los recursos. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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