EN BUSCA DE SALIDA A LA CRISIS POR LA VíA DE LO SOBRENATURAL
Por Zoraida Portillo
Lima. 20.05.91. Vírgenes que lloran, un brasileño al cual se
le prohibió operar y sectas religiosas que llaman al
autocastigo y asesinato, han conmocionado a la sociedad
peruana, herida de muerte por la pobreza, la violencia y la
desesperanza.
Para los expertos, la explicación es sencilla. "Yo veo que al
pueblo peruano le han fallado todos aquellos en quienes tenía
esperanza y entonces busca una solución fácil, milagros o
cosas sobrenaturales", dijo el sacerdote católico Pedro Vega
Centeno.
Centeno es secretario general del Comité Interconfesional,
organismo ecuménico que agrupa a cristianos, judíos e
islámicos de Perú. Se ganó odios y antipatías cuando hace
pocos días hizo llorar en televisión a un huaco preincaico y a
la fotografía de una modelo, usando cloruro de calcio.
Aclaró que su demostración "no pretende explicar ningún
fenómeno", sino demostrar que los "prodigios" también se
pueden provocar, pero su acción no disminuyó el peregrinaje de
cientos de fieles a las casas donde se hallan las imágenes de
la Virgen de Fátima y de Chapi, patrona de los arequipeños.
Las imágenes comenzaron a llorar hace casi un mes, pero desde
entonces han aparecido otras dos vírgenes que derraman
lágrimas en otros puntos de Lima.
"La iglesia no auspicia oficialmente este tipo de
peregrinación pero tampoco tiene la autoridad para prohibirlas
ni desea tenerla, pero hay que explicar bien las cosas para
que (los fieles) no se dejen sorprender", señaló el sacerdote
en una conversación con IPS.
La Iglesia católica formó una comisión investigadora de las
lágrimas que supuestamente emanan de las imágenes de yeso,
pero las especulaciones aumentaron luego de que un ingeniero
químico, que examinó científicamente las lágrimas, aseguró que
contentan materias orgánicas.
Una prensa que no se ha caracterizado por su objetividad en el
tratamiento del tema tergiversó las palabras del experto y
dijo que las lágrimas son auténticas, con lo cual aumentó la
confusión.
"Dejen a la ciencia trabajar tranquila", pidió el obispo del
Callao, Ricardo Durand, en cuya jurisdicción se hallan las
vírgenes lloronas.
"Estas cosas no se deben alentar porque hay estudios que
demuestran que cuando se da importancia a este tipo de
fenómenos se expone a la población a una histeria colectiva",
indicó la psiquiatra Martha Rondón.
"Lo que se tiene que hacer es encontrar y demostrar el por qué
apareció el fenómeno, demostrarle a la población que hay
detrás de la aparición del fenómeno y tratar de referirse lo
menos posible a él para que la gente se olvide", agregó.
Rondón desarrolla su labor profesional con poblaciones urbano
marginales del cono norte de Lima, una de las áreas más
influenciadas por sectas religiosas pentecostales, que afirman
que todos estos fenómenos son señales del fin del mundo.
El 11 de abril Pedro Carbajal, de la Iglesia pentecostal,
asesinó a su esposa, arrancándole las vísceras y el útero con
un cuchillo de cocina delante de sus seis hijos menores,
creyendo que así le quitaba el demonio que se había
posesionado de su cuerpo para anunciar el fin del mundo.
Cuatro días después, Willie Nolasco, predicador de una secta
formada por el mismo, se dejó morir de inanición tras asegurar
a sus seguidores que resucitaría al tercer día. Cuando la
policía, alertada por el mal olor, intervino el inmueble donde
era velado entre cánticos a la espera de su resurrección, tuvo
que enfrentar a furibundos fanáticos que se negaban a
separarse del cadáver putrefacto del desventurado pastor de 33
años.
"En sociedades desestructuradas, caóticas, donde las reglas
han sido desafiadas y vencidas como en nuestro caso, la
religión y especialmente las nuevas religiones, cumplen la
función de rellenar los vacíos sociales", afirmó Rondón.
"La gente que se les aproxima es la más pobre, la más
deprimida semianalfabeta, pero me parece que sus dirigentes no
son muy honestos porque convencen a sus fieles de que el fin
del mundo está cerca para quitarles sus cosas", agregó.
Señaló además que en esos grupos existe una alta tolerancia a
la psicopatología, a lo que se suman ayunos, privación de
sueño "cosas que aún en gente normal producen trastornos de la
conciencia y la percepción", subrayó.
La psiquiatra insistió en que al ser un país básicamente
rural, de extracción campesina, en Perú predomina el
pensamiento primitivo, basado más en lo intuitivo que en lo
racional, lo que favorece la aparición de santones,
predicadores y fundamentalistas.
La llegada de un santero brasileño, Joao Texeira, quien dice
estar poseído por espíritus de médicos famosos que lo ayudan a
sanar con imposición de manos, convocó a minusválidos,
desahuciados y hasta enfermos del cólera de todo el país, que
clamaban por ser curados.
El Colegio Médico se opuso tenazmente a que realizara
operaciones quirúrgicas bajo cargo de denunciarlo penalmente y
la fiscalía de la nación intervino para evitar que ejerciera
ilegalmente la medicina, delito tipificado en las leyes
peruanas.
Al final, el santero impuso las manos a unas tres mil de las
casi 30 mil personas que pugnaban por acercársele y partió a
Brasil con la promesa del presidente Fujimori de invitarlo a
una visita oficial dentro de tres meses.
Fujimori declaró que Texeira le curó un dedo que se luxó en su
reciente visita a Nagoya, Japón.
Previo a su entrevista con Texeira, Fujimori llevó un ramo de
flores a una de las vírgenes que derrama lágrimas ante las
cámaras de televisión unas tres veces al día, y cuya dueña es
hermana de un fotógrafo de palacio del gobierno, según
denunció un programa de televisión local.
Fernando Rospigliosi, comentarista político de la revista
"Caretas" destaca las características comunes que tienen los
que acuden a visitar a las vírgenes y al espiritista
brasileño: "son pobres, tienen problemas de salud que no
pueden atender por falta de recursos, carecen de empleo y
padecen angustias económicas".
Recordó que el pueblo peruano siempre recurre a mitos en
situaciones límite, que actúan como eficaz desahogo de las
tensiones sociales y permite a sus habitantes soportar, con un
entusiasmo que asombra a los foráneos, alzas de precios,
caídas del ingreso, enfermedades y plagas. (IPS) (A-4).
Por Zoraida Portillo
Lima. 20.05.91. Vírgenes que lloran, un brasileño al cual se
le prohibió operar y sectas religiosas que llaman al
autocastigo y asesinato, han conmocionado a la sociedad
peruana, herida de muerte por la pobreza, la violencia y la
desesperanza.
Para los expertos, la explicación es sencilla. "Yo veo que al
pueblo peruano le han fallado todos aquellos en quienes tenía
esperanza y entonces busca una solución fácil, milagros o
cosas sobrenaturales", dijo el sacerdote católico Pedro Vega
Centeno.
Centeno es secretario general del Comité Interconfesional,
organismo ecuménico que agrupa a cristianos, judíos e
islámicos de Perú. Se ganó odios y antipatías cuando hace
pocos días hizo llorar en televisión a un huaco preincaico y a
la fotografía de una modelo, usando cloruro de calcio.
Aclaró que su demostración "no pretende explicar ningún
fenómeno", sino demostrar que los "prodigios" también se
pueden provocar, pero su acción no disminuyó el peregrinaje de
cientos de fieles a las casas donde se hallan las imágenes de
la Virgen de Fátima y de Chapi, patrona de los arequipeños.
Las imágenes comenzaron a llorar hace casi un mes, pero desde
entonces han aparecido otras dos vírgenes que derraman
lágrimas en otros puntos de Lima.
"La iglesia no auspicia oficialmente este tipo de
peregrinación pero tampoco tiene la autoridad para prohibirlas
ni desea tenerla, pero hay que explicar bien las cosas para
que (los fieles) no se dejen sorprender", señaló el sacerdote
en una conversación con IPS.
La Iglesia católica formó una comisión investigadora de las
lágrimas que supuestamente emanan de las imágenes de yeso,
pero las especulaciones aumentaron luego de que un ingeniero
químico, que examinó científicamente las lágrimas, aseguró que
contentan materias orgánicas.
Una prensa que no se ha caracterizado por su objetividad en el
tratamiento del tema tergiversó las palabras del experto y
dijo que las lágrimas son auténticas, con lo cual aumentó la
confusión.
"Dejen a la ciencia trabajar tranquila", pidió el obispo del
Callao, Ricardo Durand, en cuya jurisdicción se hallan las
vírgenes lloronas.
"Estas cosas no se deben alentar porque hay estudios que
demuestran que cuando se da importancia a este tipo de
fenómenos se expone a la población a una histeria colectiva",
indicó la psiquiatra Martha Rondón.
"Lo que se tiene que hacer es encontrar y demostrar el por qué
apareció el fenómeno, demostrarle a la población que hay
detrás de la aparición del fenómeno y tratar de referirse lo
menos posible a él para que la gente se olvide", agregó.
Rondón desarrolla su labor profesional con poblaciones urbano
marginales del cono norte de Lima, una de las áreas más
influenciadas por sectas religiosas pentecostales, que afirman
que todos estos fenómenos son señales del fin del mundo.
El 11 de abril Pedro Carbajal, de la Iglesia pentecostal,
asesinó a su esposa, arrancándole las vísceras y el útero con
un cuchillo de cocina delante de sus seis hijos menores,
creyendo que así le quitaba el demonio que se había
posesionado de su cuerpo para anunciar el fin del mundo.
Cuatro días después, Willie Nolasco, predicador de una secta
formada por el mismo, se dejó morir de inanición tras asegurar
a sus seguidores que resucitaría al tercer día. Cuando la
policía, alertada por el mal olor, intervino el inmueble donde
era velado entre cánticos a la espera de su resurrección, tuvo
que enfrentar a furibundos fanáticos que se negaban a
separarse del cadáver putrefacto del desventurado pastor de 33
años.
"En sociedades desestructuradas, caóticas, donde las reglas
han sido desafiadas y vencidas como en nuestro caso, la
religión y especialmente las nuevas religiones, cumplen la
función de rellenar los vacíos sociales", afirmó Rondón.
"La gente que se les aproxima es la más pobre, la más
deprimida semianalfabeta, pero me parece que sus dirigentes no
son muy honestos porque convencen a sus fieles de que el fin
del mundo está cerca para quitarles sus cosas", agregó.
Señaló además que en esos grupos existe una alta tolerancia a
la psicopatología, a lo que se suman ayunos, privación de
sueño "cosas que aún en gente normal producen trastornos de la
conciencia y la percepción", subrayó.
La psiquiatra insistió en que al ser un país básicamente
rural, de extracción campesina, en Perú predomina el
pensamiento primitivo, basado más en lo intuitivo que en lo
racional, lo que favorece la aparición de santones,
predicadores y fundamentalistas.
La llegada de un santero brasileño, Joao Texeira, quien dice
estar poseído por espíritus de médicos famosos que lo ayudan a
sanar con imposición de manos, convocó a minusválidos,
desahuciados y hasta enfermos del cólera de todo el país, que
clamaban por ser curados.
El Colegio Médico se opuso tenazmente a que realizara
operaciones quirúrgicas bajo cargo de denunciarlo penalmente y
la fiscalía de la nación intervino para evitar que ejerciera
ilegalmente la medicina, delito tipificado en las leyes
peruanas.
Al final, el santero impuso las manos a unas tres mil de las
casi 30 mil personas que pugnaban por acercársele y partió a
Brasil con la promesa del presidente Fujimori de invitarlo a
una visita oficial dentro de tres meses.
Fujimori declaró que Texeira le curó un dedo que se luxó en su
reciente visita a Nagoya, Japón.
Previo a su entrevista con Texeira, Fujimori llevó un ramo de
flores a una de las vírgenes que derrama lágrimas ante las
cámaras de televisión unas tres veces al día, y cuya dueña es
hermana de un fotógrafo de palacio del gobierno, según
denunció un programa de televisión local.
Fernando Rospigliosi, comentarista político de la revista
"Caretas" destaca las características comunes que tienen los
que acuden a visitar a las vírgenes y al espiritista
brasileño: "son pobres, tienen problemas de salud que no
pueden atender por falta de recursos, carecen de empleo y
padecen angustias económicas".
Recordó que el pueblo peruano siempre recurre a mitos en
situaciones límite, que actúan como eficaz desahogo de las
tensiones sociales y permite a sus habitantes soportar, con un
entusiasmo que asombra a los foráneos, alzas de precios,
caídas del ingreso, enfermedades y plagas. (IPS) (A-4).
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