Belice. 21.02.93. Los presidentes de Centroamérica acordaron el
pasado viernes en Belice emprender una lucha "sin cuartel" contra
el narcotráfico, que supone un nuevo reto para los procesos
democráticos de la región tras las guerras sufridas en la pasada
década.

Los presidentes de El Salvador, Alfredo Cristiani; Honduras,
Rafael Callejas; Nicaragua, Violeta de Chamorro; Panamá,
Guillermo Endara; el vicepresidente de Costa Rica, German
Serrano; el primer ministro de Belice, George Price; y el
ministro del Interior de Guatemala, Francisco Perdomo, sellaron
el compromiso en la "Declaración de Belice".

En este documento, los firmantes se comprometen a crear una
Comisión Permanente Contra las Drogas y a dotarla de fondos
económicos, con ayuda de la comunidad internacional, para
emprender acciones conjuntas, que van desde la colaboración
policial y judicial hasta programas de rehabilitación para
drogadictos.

Durante la celebración de la esta primera cumbre sobre los
efectos de las drogas en la zona, los presidentes constataron que
el narcotráfico ya no es un problema tangencial, sino que está
teniendo efectos muy negativos entre la población y en las
economías al blanquearse dinero procedente de los
estupefacientes.

El presidente de Panamá, Guillermo Endara, señaló que, según
algunas investigaciones policiales, un 40 por ciento de la droga
que pasa por Centroamérica con destino a los mercados del norte
se queda en la región.

Argumentó este hecho en que los carteles de la droga pagan a los
transportistas en especie (con cocaína, básicamente) y que luego
es vendida en los países centroamericanos, donde ha crecido de
forma alarmante la población de drogadictos por consumo de
cocaína y "crack".

Los presidentes también advirtieron que el narcotráfico puede
poner en peligro la consolidación democrática en Centroamérica y
sus negativos efectos pueden ocupar los espacios dejados por la
violencia política, la crisis económica y social.

En la "Declaración de Belice" se precisa que el proceso de
reconciliación y reconstrucción que se realiza en Centroamérica
con el apoyo internacional es esencial para promover la paz y la
estabilidad social y "evitar el flagelo de las drogas".

El presidente panameño advirtió en la declaración final de la
cumbre que es hora de pasar de la retórica a realidades
tangibles, porque "nuestro enemigo es poderoso y muy eficiente"
que "intenta corromper todo".

La cumbre, a su juicio, marca un paso firme en el proceso de
colaboración regional "y si el enemigo no conoce fronteras, la
cooperación entre los países se hace más necesaria".

El primer ministro de Belice, George Price, reconoció también que
la utilización del territorio centroamericano como puente de los
narcotraficantes ha colocado "a nuestras pequeñas sociedades a
merced de influencias poderosas y de corrupción".

Destacó que "no existe ninguna duda de que la droga es una de las
amenazas más grandes en todos los países de nuestra región y
puede causar un daño no sólo a las economías, sino también a
nuestra manera democrática de vivir".

A este respecto, manifestó su preocupación por el aumento de la
criminalidad en todos los países, los accidentes automovilísticos
y laborales por consumo y la "persuasiva influencia de corrupción
de nuestras instituciones por aquellos mezclados en el negocio de
la droga".

Sin embargo, reconoció que los países de Centroamérica tienen un
límite sobre lo que pueden hacer para combatir "este mal que
propagan organizaciones poderosas que operan transnacionalmente
en un negocio lucrativo", por lo que pidió ayuda internacional.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, envió a la cumbre
un mensaje a través de la delegación de su país, que participó en
la reunión como observadora, junto a México y el Reino Unido, en
el que exhortó a los presidentes a combatir el narcotráfico.

Clinton, según fuentes diplomáticas, indicó en su mensaje que una
vez consolidados los procesos de pacificación en la región es "el
momento justo" para emprender la lucha contra el tráfico,
producción y consumo de drogas.

Alfredo Cristiani pidió a los países que han colaborado
económicante para consolidar la paz en El Salvador (México,
Venezuela, Colombia y España) que contribuyan también ahora en la
lucha contra el narcotráfico.

Uno de los países más "castigados" por el narcotráfico es
Guatemala, donde la situación se agrava al pervivir aún el único
conflicto armado de Centroamérica, que se prolonga desde hace más
de treinta años.

El ministro del Interior de Guatemala, Francisco Perdomo,
calificó como "muy grave" la situación de su país y dijo que se
decomisan cada día drogas por valor de un millón de dólares.

Indicó que en los últimos seis años se ha detectado un aumento
considerable de cultivo de amapola (de la que se obtiene la
heroína) pero que el Gobierno del presidente Jorge Serrano
"luchará sin cuartel ni límite contra los traficantes".

Portavoces de las delegaciones asistentes a esta cumbre indicaron
a EFE que este tipo de reuniones podría tener continuidad, aunque
indicaron que este asunto no fue tratado por los presidentes.
(EFE)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 21/Febrero/1993

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el