VIOLENCIA EN EL MUNICIPIO POR DESPIDO DE 4 MIL PIPONES
Guayaquil. 14.01.92. En el colmo de la audacia, el poderosos
sindicato de trabajadores municipales, rechazó ayer en forma
violenta la decisión del alcalde Harry Soria, de despedir a
4.074 pipones, para lo cual anunció que paralizará sus labores
por 24 horas hoy miércoles.
El secretario del comité único de los trabajadores
municipales, Eufrasio Layana, dijo que luego de las reuniones
sostenidas con los 19 sindicatos del cabildo, se acordó
realizar esa medida de hecho, "porque no podemos permitir que
se despida a 4.074 pipones".
Para el efecto, anunciaron la concentración de los
trabajadores en los bajos del Municipio, para demostrar su
rechazo a esta medida y para obligar a Soria a desistir de
esta medida.
En una rueda de prensa ofrecida en su despacho, Soria dijo que
la decisión la había tomado despojado totalmente de banderías
políticas, "motivado por el profundo amor a Guayaquil".
Reiteró que la decisión de despedir a dichos pipones la hacía
al comprobar la parcialización del informe de la comisión
encargada de verificar cuales son los pipones que tiene la
municipalidad, y ante la renuncia del edil Ernesto Borja del
PSC, uno de sus integrantes, junto al vicepresidente Wilson
Córdova, desafiliado socialcristiano.
En el momento en que Soria intervenía anunciando el despido de
los pipones, luego de las 16h00, se hicieron presentes en los
bajos del Municipio unos cien trabajadores y militantes del
PRE, quienes lanzaron bombas lacrimógenas, en rechazo al
despido de los pipones, lo que causó el pánico en el sector
comercial adyacente al Municipio. Los responsables de las
protestas fueron identificados como pipones afectados con esta
medida.
En tal sentido, la policía se hizo presente para resguardar el
edificio municipal, dentro y fuera del mismo, para evitar la
presencia de manifestantes.
Soria dijo que con el despido de esos 4.074 pipones, (2.201 en
la primera fase, 1.600 pipones en la segunda fase y 273 en la
tercera fase) el cabildo se ahorra 12.222".000.000 de sucres
anuales que servirán para que se ejecuten obras en la ciudad.
Manifestó que su conciencia está tranquila porque sabe que la
ciudadanía saldrá favorecida con esta decisión.
"Además, el futuro alcalde de Guayaquil tendrá esa cantidad de
dinero, para que ejecute las obras que aspira la ciudad",
anotó.
Al referirse al lanzamiento de bombas lacrimógenas al edificio
del cabildo, Soria dijo que desconocía al autor o los autores
porque se encontraba en su despacho.
"En todo caso, es un hecho que luego de esta decisión me iba a
enfrentar con grupos laborales y políticos y que les voy a
responder como varón. Me enfrentaré con quien me tenga que
enfrentar porque no le tengo temor a nadie, así me disparen.
Al único que le tengo temor es a Dios", dijo Soria en tono
exaltado.
Polémica por despido de pipones
El despido de miles de pipones adquirió una nueva
característica ayer, cuando voceros municipales calificaron de
parcializado el trabajo de la comisión encargada de este
asunto, lo que obligó al alcalde Harry Soria a declararla
disuelta y a prescindir de 4 mil pipones en la municipalidad.
Hace varios días, Soria encomendó a los ediles Ernesto Borja
del PSC y al vicepresidente Wilson Córdova, desafiliado
socialcristiano, para que analicen y concluyan una
investigación para saber cuantos pipones debían ser
despedidos.
Según conoció HOY de fuentes municipales, funcionarios del
cabildo dijeron que la dimisión del concejal Borja de esa
comisión, se debió a que recibió órdenes de la cúpula de su
partido, lo que fue considerado por allegados a Soria, como
una prueba clara de que los partidos políticos no quieren que
el Municipio trabaje en beneficio de Guayaquil.
Recordaron que la actitud de Borja se enmarca dentro de la
política aplicada por los ediles del PSC, quienes primero no
aceptaron la vicepresidencia; luego, realizaron denuncias
sobre la presencia de pipones y cuando se los iba a despedir
hicieron hasta lo imposible porque no se los declare vacante.
Asimismo se opusieron a que se semi privatice el servicio de
aseo de calles mediante una apelación ante el Tribunal de
Garantías Constitucionales de la ordenanza que canalizaba esa
decisión y finalmente no aceptaron la responsabilidad de
analizar la cantidad de pipones que se debía despedir.
Bajo esas consideraciones, tampoco los ediles del PRE han
pretendido laborar en beneficio de la ciudad, con el claro
afán de que se califique como mala la acción de Soria, con el
ánimo de hacer olvidar la administración de la ex alcaldesa
Elsa Bucaram.
Los ediles del PRE también se han opuesto a que la
Municipalidad adquiera 50 recolectores de basura y varios
elementos de ese partido, pese a que sus principales
dirigentes han pregonado que los militantes han salido del
Municipio, siguen enquistados en los diversos departamentos
recibiendo órdenes de los máximos dirigentes de ese partido.
Bajo esas circunstancias, tanto el PRE como el PSC no tiene
deseo de trabajar dentro del Municipio para beneficio de la
ciudad porque lo que pretenden es desprestigiar la
administración de Soria, con fines claramente políticos y
electorales, opinaron observadores consultados por HOY.
Guayaquil. 14.01.92. En el colmo de la audacia, el poderosos
sindicato de trabajadores municipales, rechazó ayer en forma
violenta la decisión del alcalde Harry Soria, de despedir a
4.074 pipones, para lo cual anunció que paralizará sus labores
por 24 horas hoy miércoles.
El secretario del comité único de los trabajadores
municipales, Eufrasio Layana, dijo que luego de las reuniones
sostenidas con los 19 sindicatos del cabildo, se acordó
realizar esa medida de hecho, "porque no podemos permitir que
se despida a 4.074 pipones".
Para el efecto, anunciaron la concentración de los
trabajadores en los bajos del Municipio, para demostrar su
rechazo a esta medida y para obligar a Soria a desistir de
esta medida.
En una rueda de prensa ofrecida en su despacho, Soria dijo que
la decisión la había tomado despojado totalmente de banderías
políticas, "motivado por el profundo amor a Guayaquil".
Reiteró que la decisión de despedir a dichos pipones la hacía
al comprobar la parcialización del informe de la comisión
encargada de verificar cuales son los pipones que tiene la
municipalidad, y ante la renuncia del edil Ernesto Borja del
PSC, uno de sus integrantes, junto al vicepresidente Wilson
Córdova, desafiliado socialcristiano.
En el momento en que Soria intervenía anunciando el despido de
los pipones, luego de las 16h00, se hicieron presentes en los
bajos del Municipio unos cien trabajadores y militantes del
PRE, quienes lanzaron bombas lacrimógenas, en rechazo al
despido de los pipones, lo que causó el pánico en el sector
comercial adyacente al Municipio. Los responsables de las
protestas fueron identificados como pipones afectados con esta
medida.
En tal sentido, la policía se hizo presente para resguardar el
edificio municipal, dentro y fuera del mismo, para evitar la
presencia de manifestantes.
Soria dijo que con el despido de esos 4.074 pipones, (2.201 en
la primera fase, 1.600 pipones en la segunda fase y 273 en la
tercera fase) el cabildo se ahorra 12.222".000.000 de sucres
anuales que servirán para que se ejecuten obras en la ciudad.
Manifestó que su conciencia está tranquila porque sabe que la
ciudadanía saldrá favorecida con esta decisión.
"Además, el futuro alcalde de Guayaquil tendrá esa cantidad de
dinero, para que ejecute las obras que aspira la ciudad",
anotó.
Al referirse al lanzamiento de bombas lacrimógenas al edificio
del cabildo, Soria dijo que desconocía al autor o los autores
porque se encontraba en su despacho.
"En todo caso, es un hecho que luego de esta decisión me iba a
enfrentar con grupos laborales y políticos y que les voy a
responder como varón. Me enfrentaré con quien me tenga que
enfrentar porque no le tengo temor a nadie, así me disparen.
Al único que le tengo temor es a Dios", dijo Soria en tono
exaltado.
Polémica por despido de pipones
El despido de miles de pipones adquirió una nueva
característica ayer, cuando voceros municipales calificaron de
parcializado el trabajo de la comisión encargada de este
asunto, lo que obligó al alcalde Harry Soria a declararla
disuelta y a prescindir de 4 mil pipones en la municipalidad.
Hace varios días, Soria encomendó a los ediles Ernesto Borja
del PSC y al vicepresidente Wilson Córdova, desafiliado
socialcristiano, para que analicen y concluyan una
investigación para saber cuantos pipones debían ser
despedidos.
Según conoció HOY de fuentes municipales, funcionarios del
cabildo dijeron que la dimisión del concejal Borja de esa
comisión, se debió a que recibió órdenes de la cúpula de su
partido, lo que fue considerado por allegados a Soria, como
una prueba clara de que los partidos políticos no quieren que
el Municipio trabaje en beneficio de Guayaquil.
Recordaron que la actitud de Borja se enmarca dentro de la
política aplicada por los ediles del PSC, quienes primero no
aceptaron la vicepresidencia; luego, realizaron denuncias
sobre la presencia de pipones y cuando se los iba a despedir
hicieron hasta lo imposible porque no se los declare vacante.
Asimismo se opusieron a que se semi privatice el servicio de
aseo de calles mediante una apelación ante el Tribunal de
Garantías Constitucionales de la ordenanza que canalizaba esa
decisión y finalmente no aceptaron la responsabilidad de
analizar la cantidad de pipones que se debía despedir.
Bajo esas consideraciones, tampoco los ediles del PRE han
pretendido laborar en beneficio de la ciudad, con el claro
afán de que se califique como mala la acción de Soria, con el
ánimo de hacer olvidar la administración de la ex alcaldesa
Elsa Bucaram.
Los ediles del PRE también se han opuesto a que la
Municipalidad adquiera 50 recolectores de basura y varios
elementos de ese partido, pese a que sus principales
dirigentes han pregonado que los militantes han salido del
Municipio, siguen enquistados en los diversos departamentos
recibiendo órdenes de los máximos dirigentes de ese partido.
Bajo esas circunstancias, tanto el PRE como el PSC no tiene
deseo de trabajar dentro del Municipio para beneficio de la
ciudad porque lo que pretenden es desprestigiar la
administración de Soria, con fines claramente políticos y
electorales, opinaron observadores consultados por HOY.
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