Quito. 27 sep 2000. La Municipalidad de Guayaquil toma la posta.
Concretar un proyecto que lleva 32 años de gestiones, es el objetivo que
une al alcalde Jaime Nebot, las cámaras de la producción, los medios de
comunicación y representantes de las fuerzas vivas.
El compromiso para impulsar el nuevo aeropuerto de Guayaquil dio su
primer paso, ayer, en el Salón de la Ciudad.
A la suma de voluntades se agrega la aplicación de la Trole 2, que
reformó la Ley de Aviación Civil. El artÃculo 71 permite al Cabildo
participar en la construcción, administración y mantenimiento de esta
obra trascendental para la metrópoli.
La prioridad municipal es conseguir el decreto ejecutivo, que autorice la
contratación con empresas mixtas o privadas. Nebot envió una solicitud
sobre el tema al presidente de la República, Gustavo Noboa, que abrirÃa
el camino a una licitación pública internacional.
La firma del mandatario ya tiene fecha: el 9 de octubre próximo durante
la sesión solemne de aniversario de independencia de la ciudad.
"Es una empresa de todos, del presente y el futuro de Guayaquil", dijo
Nebot a los presentes. El compromiso de adecuar la infraestructura actual
y de crear una fundación que maneje la construcción del nuevo aeropuerto,
fueron mociones que merecieron el apoyo unánime de los gremios
convocados.
A la cita acudieron los presidentes de las Cámaras de Comercio,
Industrias, Pequeña Industria, PesquerÃa, Turismo, de la Construcción,
Acuacultura, la Junta CÃvica, la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión,
de canales de televisión, Corporación Nacional de Bananeros, rectores de
las universidades, entre otros.
La necesidad de otra instalación aeroportuaria está ligada con la
realidad de la aviación mundial y problemas de congestionamiento.
Modernas aeronaves imponen nuevas normas de diseño, requieren pistas de
mayor longitud, zonas de seguridad más amplias y separaciones superiores
entre las vÃas de aterrizaje y rodaje.
Los aeropuertos Mariscal Sucre, de Quito y Simón BolÃvar, de Guayaquil,
fueron planificados y ampliados en la década del 50. Su diseño
contemplaba la operación de aviones de pistón (DC-3 y DC-6).
Con el paso del tiempo, gracias a algunas modificaciones, se adaptaron
para otros de fuselaje ensanchado como los DC-10 y B-747.
Los cambios no fueron suficientes. Según explica la Dirección de Aviación
Civil (DAC) (revista 2000), la demanda está en aumento y excede las
posibilidades de crecimiento de la terminal, en sus áreas de plataforma,
edificio y estacionamientos de vehÃculos.
La idea de construir un nuevo aeropuerto data de 1968. Guayaquil tendrÃa
el suyo en Daular, en una superficie de 2.017 hectáreas. (MAR)
Estrategias para instalaciones actuales
Dos estrategias para el aeropuerto Simón BolÃvar de Guayaquil, tiene la
DAC en su "Plan Maestro de Desarrollo".
Estas propuestas apuntan a mantener niveles operativos adecuados,
funcionalidad y seguridad de la infraestructura actual, mientras se
construye el nuevo proyecto.
La primera alternativa considera que las instalaciones operen entre los
años 2008 y 2010. Contempla varias obras:
Ampliación y adecentamiento integral del edificio terminal. Incremento de
las salas nacionales e internacionales de presentación y boletaje, de
arribo y pre embarque.
Mejoramiento y aumento de áreas de servicios en salas VIP, con una
superficie de 1.350 metros en la zona nacionaly 3.800 metros en la
internacional. Se cubrirÃa asà el déficit de espacio de las
instalaciones, hoy congestionadas.
Construcción de un edificio de parqueo sobre la actual playa de
estacionamiento.
Ampliación de la plataforma de la zona aeronáutica, con dos posiciones
adicionales para aviones de cabina ancha.
Construcción de una plataforma de sobrepaso, que agilite la operación de
despegue e impida sobrevolar la ciudad. Extensión de la pista para dar a
las aeronaves un radio de acción más amplio.
Si el nuevo aeropuerto comienza a construirse más allá del 2010, la DAC
prevé:
Construir una nueva terminal para atender a pasajeros
internacionales.Utilizar el edificio actual para el servicio nacional,
previo adecuaciones.
Mantener la planificación de la alternativa anterior para la zona
aeronáutica, con la posibilidad de reubicar las calles de rodaje para
cumplir con las separaciones mÃnimas requeridas. (MAR)
CRONOLOGÃA
1968: estudio de factibilidad de los nuevos aeropuertos de Quito y
Guayaquil
1973: firma del contrato con el consorcio IECO-CAE para realizar los
estudios de factibilidad y seleccionar sitios en áreas cercanas a las dos
ciudades
1974: firma de un adéndum al contrato de factibilidad para desarrollar
los planes maestros
1975: expedición del decreto ley 1821 que forma el Comité Directivo de
Aeropuertos
1976: asesoramiento de la Organización de la Aviación Civil Internacional
(OACI) en el Programa de Asistencia Técnica de las Naciones Unidas
1977: suscripción de convenio para el desarrollo de ingenierÃa básica con
la Asociación Fosweco-Italair-Port, mediante un crédito no reembolsable
1979: revisión del plan maestro de Quito y Guayaquil con la asistencia de
la OACI
1980: diseños definitivos del campo aéreo de los dos aeropuertos
1981: expedición de Ley 53 que sustituye al decreto ley 1821
1982: reglamento de aplicación de la Ley 53, que crea la Comisión de los
Nuevos Aeropuertos de Quito y Guayaquil
1983: primera precalificación de firmas interesadas
1996: decreto ejecutivo 3956 del 2 de julio, que faculta la creación de
dos de sociedades anónimas concesionarias de la planificación,
construcción, operación, administración de los nuevos aeropuertos
1996: constitución de las sociedades anónimas Aeropuerto Quito S.A. y
Aeropuerto Guayaquil S.A.
1997: actualización de estudios técnicos, financieros y catastrales
mediante convenio con el Conam y fondos del BID
1998: suscripción del contrato de concesión a las sociedades anónimas
1999: estudio económico-financiero de los aeropuertos realizado por
Deloitte&Touche-Thomatsu
1999: estudio de la validación de inversiones efectuado por Aeroservice
(Texto tomado de El Expreso)