Quito. 26 sep 2000. La erradicación de la coca en Putumayo redujo los
ingresos de muchos campesinos. La presencia de los militares colombianos
en la zona no será permanente.
Las repercusiones del Plan Colombia en SucumbÃos han tenido hasta el
momento un efecto contrario al esperado. Debido al inicio de las
fumigaciones en las plantaciones de coca en el bajo Putumayo y al
excesivo control de las Fuerzas Armadas, las poblaciones fronterizas
ecuatorianas han sufrido una drástica caÃda en el intercambio comercial.
Según estimaciones del Obispo de SucumbÃos, Gonzalo López, el comercio en
la zona norte de SucumbÃos ha caÃdo hasta en un 65 por ciento, de acuerdo
a los reportes que le han llegado de diferentes comunidades de la
provincia.
En lago Agrio, la caÃda del comercio es notoria. Marco RamÃrez, taxista
que trabaja en al zona unos 7 años, dice que hace dos meses sus ingresos
se redujeron a la mitad.
"Antes, los colombianos llegaban permanentemente y se podÃan hacer buenas
carreras desde Lago hasta la Punta. Diariamente yo tenÃa un ingreso de
900 mil sucres (36 dólares), mientras que hoy no llego a los 400 000
sucres (16 dólares)".
Las calles de Lago se ven vacÃas y en los pequeños locales comerciales,
tiendas y comedores, solo están los dependientes, sofocados por el calor
amazónico.
Un alto oficial del Ejército le dijo a este Diario que la fumigación de
las plantaciones en el bajo Putumayo no solo ha golpeado a los
comerciantes, sino que afectará directamente a unos 8 000 ecuatorianos
que actualmente trabajan en plantaciones de cultivos ilÃcitos de
Colombia."Ellos estarán con seguridad entre los migrantes colombianos que
llegarán al paÃs por la aplicación del Plan Colombia".
Según estimaciones oficiales, en el Putumayo están sembradas unas 40 000
hectáreas de cultivos ilegales, de las 120 000 que existen en toda
Colombia.
En los sembradÃos, los ecuatorianos trabajan como recolectores de hoja de
coca, también conocidos como raspachines. También hacen el mantenimiento
de las plantaciones con pesticidas y fertilizantes.
¿Por qué se van? Mientras en Ecuador, los campesinos, en su mayorÃa
jóvenes, reciben un salario diario de 3 dólares en cultivos de café y
plátano, en Colombia el jornal llega a 20 dólares.
Toda es zona liberada, no hay policÃa. En la región faltan medios aéreos
para control del Ejército, es una zona muy extensa.
Armando Rea, alcalde del cantón Putumayo, en Ecuador, confirma que
efectivamente las fumigaciones han afectado al comercio de la región. Es
difÃcil de creer pero muchos ecuatorianos han regresado al paÃs
desplazados por el problema colombiano".
Los colombianos que todavÃa llegan al Ecuador se abastecen de productos
agrÃcolas como café, arroz y maÃz. Desde Colombia se ingresan productos
terminados que se recogen en Puerto AsÃs, como confiterÃa, jabonerÃa y
enlatados.
Rea cuenta que el jueves pasado llegaron a la AlcaldÃa de Putumayo, dos
familias colombianas pobres en busca de techo y comida. "HuÃan de los
operativos del Ejército colombiano y tuve que sacar plata de mi bolsillo
para ayudarles en algo".
Mauricio Cisneros, Presidente de la Asociación de ecuatorianos residentes
en La Hormiga, a 28 kilómetros de la frontera con Ecuador, dice que
además de los "raspachines", en el bajo Putumayo viven unos 10 000
ecuatorianos dedicados, en su mayorÃa, al comercio de productos entre
ambas naciones.
"Todos hemos sido afectados por las fumigaciones, incluso los
ecuatorianos que vivimos en el municipio de La Hormiga, donde la
erradicación de cultivos es manual y durará un año", dice Cisneros, quien
comenta que los colombianos llegan al paÃs porque les resulta mucho más
barato y tienen salarios más altos. "Las primeras consecuencias del
inicio Plan Colombia ya las sienten en sus bolsillos los comerciantes y
nosotros que también seremos desplazados ante la falta de fuentes de
trabajo".
El padre Roque Grande, de la misión Capuchina, dice que cuando se hagan
las fumigaciones a gran escala del lado colombiano es bastante previsible
que el impacto será muy severo en SucumbÃos y Orellana."Todos los
ecuatorianos que trabajan en Colombia volverán al Ecuador a la
desocupación. Se trata de una población joven que se va porque les
ofrecen más plata en el otro lado".
Pero la erradicación en Colombia, al parecer, no solucionará el problema
de las plantaciones. Según el religioso lo más seguro es que quienes
regresen se dedicarán a cultivar la coca en Ecuador, "lo que no serÃa una
tragedia nacional puesto que no tienen otra forma de sobrevivir".
Para los moradores de la zona, la apertura oficial del puente
internacional de San Miguel, prevista para el jueves con la presencia de
los presidentes de Colombia y Ecuador, podrÃa ser una alternativa al
grave problema de la baja comercial.
El puente, que fue construido hace cinco años a un costo de 6 millones de
dólares, es resultado de los convenios de cooperación firmados entre
Ecuador y Colombia, en el marco del acuerdo de Cartagena. Este paso es
considerado clave como alternativa al flujo comercial que solamente es
viable a través del puente de Rumichaca.
El libre paso por San Miguel abaratará los costos de los productos, según
estimaciones de la CancillerÃa y terminará el monopolio que han mantenido
los transportistas colombianos. El futuro económico del transporte
terrestre de esta zona amazónica dependerá, en gran medida, del puente
San Miguel y de la construcción de toda la infraestructura vial y puestos
de control fronterizos, dijo un funcionario de CancillerÃa. Durante el
encuentro en el paso internacional, los mandatarios de ambos paÃses
también se reunirán con las autoridades locales.
Aunque la seguridad del puente estará garantizada del lado ecuatoriano
por 520 militares, en Colombia no se conoce con certeza si las Fuerzas
Armadas podrán permanecer en la zona sin estar expuestas a los ataques de
la guerrilla, que las supera ampliamente en fuerzas. (Texto tomado de El
Comercio)