BRUSELAS.- La
Unión Europea (UE) y
Colombia, Ecuador y
Perú ya han culminado el apartado sobre fortalecimiento de capacidades comerciales, uno de los grupos de trabajo que componen la negociación para un Tratado de Libre Comercio (TLC), cuya III ronda se celebra esta semana en Bruselas.
El jefe negociador colombiano, Santiago Pardo, indicó que "continúan los avances" en las conversaciones con el bloque europeo, y manifestó su esperanza de que sigan a buen ritmo hasta el fin de la ronda, el próximo viernes.
Como muestra de esa progresión, señaló que el grupo de trabajo centrado en el fortalecimiento de capacidades comerciales ya ha logrado cerrar "todos los capítulos de ese texto", que está "muy relacionado" con las áreas de colaboración y cooperación con la UE.
Además, afirmó que prevé disposiciones especiales dedicadas a las pymes, para que accedan más fácilmente al ámbito de la contratación pública -uno de los asuntos de peso en el acuerdo-.
Pardo también apuntó que los negociadores siguen buscando "soluciones" a la armonización de normas sanitarias y fitosanitarias que pretende la UE, para "que no se conviertan en barreras al comercio".
Asimismo, subrayó que los andinos han mostrado su interés por mantener "zonas francas" y por una "evolución de los aranceles" que favorezcan un comercio preferencial.
En cuanto a la mesa de debate de propiedad intelectual, uno de los puntos fuertes de esta semana de negociaciones, Pardo indicó que las discusiones de hoy se han centrado en la biodiversidad y la transferencia de tecnología.
"Hemos apreciado un buen ánimo de la UE para avanzar en este sentido", apostilló.
La Comisión Europea (CE) -institución encargada de llevar a cabo las negociaciones comerciales en nombre de los Veintisiete- y Colombia, Perú y Ecuador trabajan hasta el viernes en la tercera ronda de conversaciones que se celebra desde que los europeos decidieron avanzar hacia un acuerdo comercial con los países andinos interesados.
La UE optó por esta nueva fórmula de negociaciones el pasado enero, tras constatar el estancamiento del proceso para alcanzar un acuerdo de asociación -que además del comercial incluye un pilar de cooperación y otro de diálogo político- con el conjunto de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Esa paralización se debió, principalmente, a las reticencias de
Bolivia, reacia a negociar, en especial, aspectos relacionados con la propiedad intelectual. (EFE)