SERBIOS Y CROATAS: UNA LARGA HISTORIA DE ENEMISTAD
Londres. 20.10.91. Los mediadores de paz europeos enfrentarán
en Yugoslavia la Ãmproba tarea de mantener apartados a serbios
y croatas, dos pueblos que, en opinión de muchos, están
resueltos a combatir entre ellos pase lo que pase.
No obstante sus comunes raÃces eslavas e idiomas similares,
los dos grupos étnicos más grandes de Yugoslavia se
hallan divididos, acaso irreparablemente, por motivos
religiosos e históricos.
Se encuentran alineados en bandos opuestos sobre los bordes de
las profundas grietas que recorren su paÃs, actualmente en
proceso de desintegración y según muchos historiadores fruto
de una creación artificial cuys posibilidades de supervivencia
fueron siempre precarias.
Persistentes recuerdos de atrocidades perpetradas en el pasado
por ambas partes han caldeado la enemistad entre los ocho
millones de serbios y los 4.5 millones de croatas, desconocida
para muchos extranjeros que simplemente consideran a
Yugoslavia como un paraÃso turÃstico, pródigo en hermosos
paisajes y playas doradas.
"Se matarán unos a otros hasta que queden saturados", declaró
Nada Dobre, una exiliada serbia radicada en Gran Bretaña.
Yugoslavia, cuyo nombre significa literalmente un PaÃs de
Eslavos del Sur, fue creada en 1918 con retazos que quedaron
de dos viejos imperios que habÃan gobernado Europa durante
siglos y que se derrumbaron con la Primera Guerra Mundial.
La idea motriz era unir a pueblos emparentados que vivÃan en
la penÃnsula de los Balcanes. Pero los eruditos opinan que ese
principio ignoraba el hecho de que dichos pueblos estuvieron
divididos desde la Edad Media en dos grupos, regidos por
sistemas completamente diferentes y antagónicos.
Las regiones del sur -Serbia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia y
Montenegro- estaban bajo el dominio de los imperios bizantino
y posteriormente turco otomano. PrevalecÃan allà los
cristianos ortodoxos, con una gran minorÃa musulmana en
Bosnia.
Hasta el idioma de los yugoslavos está lejos de ser uno solo.
El mundo exterior conoce un idioma denominado serbo-croata,
pero el serbio y el croata, muy similares en el sonido
hablado, son totalmente diferentes en la lectura, ya que
respectivamente utilizan caracteres cirÃlicos y latinos.
Eslovenia y Macedonia tiene lenguajes propios, que tienen
menos similitudes.
Croacia y Eslovenia decidieron aliarse con Serbia básicamente
a causa de su alarma ante la ocupación por parte de Italia de
extensos tramos de áreas eslavas luego de la Primera Guerra
Mundial, pero Yugoslavia se vio agobiada desde el comienzo por
las rivalidades entre serbios y croatas.
El paÃs tenÃa apenas 11 años de vida cuando el rey Alejandro,
un serbio, abolió los partidos polÃticos e implantó una
dictadura.
Alejandro fue asesinado por fascistas croatas durante una
visita que realizó a Marsella en 1934.
Las luchas entre estos antagonizados grupos llegaron a su
clÃmax durante la Segunda Guerra Mundial cuando, según los
historiadores, murieron más serbios y croatas en luchas
internas que a manos de los alemanes nazis que invadieron
Yugoslavia en 1941.
La masacre de serbios en el Estado tÃtere nazi creado en
Croacia durante la guerra no ha sido olvidada, y se constituyó
en poderoso factor movilizador de los serbios en semanas
recientes, ansiosos por proteger a su minorÃa radicada allÃ.
Cuando terminó la guerra y tomaron el poder los comunistas
bajo el mando de Josip Broz Tito, un croata, la doctrina
comunista dictaminó que las diferencias étnicas eran
irrelevantes comparadas con la lucha de clases, de manera que
fueron suprimidas por decreto.
Los partidarios de Tito afirman que fue únicamente su firmeza
de carácter lo que mantuvo unida a Yugoslavia, y que la
incapacidad de sus compatriotas en lograr que funcione un
sistema luego de su muerte en 1980 empujó al paÃs hacia su
inexorable disolución.
Los adversarios de Tito opinan que su autoritario régimen
comunista arruinó la economÃa del paÃs y generó una división
adicional -la ideológica- a las muchas que ya proliferaban
antes. Los serbios mantienen su adhesión al legado comunista,
mientras que casi todas lass demás repúblicas abjuraron de él.
Los últimos meses se agudizó la desintegración de Yugoslavia.
Croacia y Eslovenia proclamaron su independencia en junio, una
medida que desencadenó directamente los conflictos actuales, y
el pueblo de Macedonia se pronunció la semana pasada en un
referendo por seguir el mismo camino. (P-6).
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Publicado el 20/Octubre/1991 | 00:00