EL INTERROGANTE CRUCIAL ES SI SHAMIR TRANSIGIRA
Madrid. 28.10.91. Yitzhak Shamir afirma que jamás cede bajo
presión. Pero el intransigente primer ministro israelà llega a
las históricas conversaciones de paz para el Medio Oriente y
se someterá a los reflectores de la publicidad mundial el
miércoles sabiendo que socavar las gestiones de Washington
podrÃa costarle caro al estado judÃo.
Shamir, al igual que los palestinos y los estados árabes, no
quiere ser culpado de sabotear la laboriosa diplomacia
desplegada por el Secretario de Estado norteamericano James
Baker después de la Guerra del Golfo Pérsico para resolver el
conflicto del Medio Oriente.
El ex jefe guerrillero judÃo de 76 años de edad y agente
secreto accedió a concurrir a la conferencia pero insistió en
una andanada de pronunciamientos intolerantes que apuntaron
contra una de las hipótesis fundamentales de la reunión de
Madrid: que Israel tendrá que devolver todo o parte de los
territorios árabes capturados a cambio de la paz con sus
vecinos.
Concesiones no es una palabra que figure en el léxico que
maneja Shamir. Pero el jefe del gobierno más derechista en la
historia de Israel podrÃa atemperar al menos parte de su
retórica cuando hable en la sesión inaugural, que será más que
nada una ceremonia protocolar destinada al consumo de la
prensa internacional.
El colaborador de Shamir, Yossi Ahimeir, manifestó que el
primer ministro no tendrá que plantear la cuestión de los
asentamientos judÃos en territorios árabes ocupados dado que
la posición de Israel a ese respecto es perfectamente
conocida.
El tema es acuciante para los palestinos que demandan un
congelamiento inmediato de tal polÃtica. La respuesta de
Ahimeir fue que Israel encararÃa el asunto de los
asentamientos en conversaciones bilaterales directas luego de
la ceremonia inaugural.
Ahimeir rehusó decir si Shamir contempla hacer algún gesto
conciliador. Las declaraciones de Shamir durante una
entrevista con el New York Times publicada la semana pasada en
el sentido de que Israel está dispuesto a correr riesgos con
tal de lograr la paz, motivó conjeturas en el sentido de que
estarÃa contemplando tal posibilidad.
Ahimeir expresó la esperanza de que Israel no tenga que
concretar su amenaza de abandonar la conferencia si algunos
palestinos declaran abiertamente su afiliación a la OLP.
Shamir, quien desplazó a su ministro de Relaciones Exteriores
David Levy para asumir la conducción del equipo israelÃ,
reiteró durante el fin de semana que no se sentará junto a
miembros de la Organización para la Liberación de Palestina, a
la que considera un grupo terrorista.
Esperamos no tener que dar ese paso, dijo Ahimeir refiriéndose
a la amenaza de boicot.
El tono evidenciado por Shamir en la entrevista con el Times
fue llamativamente menos estridente que anteriores
pronunciamientos públicos.
Madrid ofrece la esperanza de un cambio revolucionario y
muchas posibilidades de éxito de poner fin a 43 años de
conflicto árabe-israelÃ, manifestó con un ojo puesto en la
audiencia judÃa estadounidense de tendencia liberal.
Israel se ha mostrado ansioso por mejorar las relaciones con
Washington, deterioradas a raÃz de la decisión del gobierno de
George Bush de postergar garantÃas de préstamo para alojar a
judÃos soviéticos hasta después de la conferencia.
La demora de los 10.000 millones de dólares de garantÃas ayudó
a Shamir a aceptar su concurrencia a la conferencia. También
recordó a los israelÃes su tremenda dependencia respecto de
una superpotencia que ya no los necesita como barrera contra
el comunismo desde la declinación de la influencia de Moscú en
el Medio Oriente.
A pesar de esto, Shamir, quien debe someterse a una elección
general el próximo año, aún podrÃa volver por sus fueros y
negarse a ceder un milÃmetro en las negociaciones. Aunque
algunas encuestas de opinión pública evidencian que una
reducida mayorÃa de los israelÃes están en favor del principio
de devolver parte de los territorios árabes ocupados, partidos
opositores izquierdistas y grupos pacifistas no han logrado
movilizar un apoyo masivo a la idea.
El mensaje de Shamir a los israelÃes hasta el momento ha
demostrado ser más efectivo: ¿por qué ceder tierras por paz
ahora cuando, dentro de pocos años, con más asentamientos
judÃos, Israel podrÃa tener tanto las tierras como la paz?
(REUTER)
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Ciudad N/D
Publicado el 28/Octubre/1991 | 00:00