Guayaquil. 23 may 99. Los productos naturales que se consumen
como medicina alternativa deberán cumplir con nuevos requisitos
para su expendio, sin embargo el Instituto de Higiene no cuenta
con los implementos para su aplicación.

Cada vez es más común ver anuncios de prensa y televisión que
ofrecen al público curar sus enfermedades de una manera natural,
sin utilizar medicamentos elaborados con químicos sintéticos.

En Guayaquil se encuentran registrados en el Ministerio de Salud
101 establecimientos con la categoría de farmacias y para su
funcionamiento simplemente han tenido que obtener un permiso de
salud para su funcionamiento, porque hasta hace poco no existía
una reglamentación que exigiera cumplir normas más estrictas.

¿Quién regula esto? ¿Quién controla las 101 tiendas que
promocionan raíces, tallos, hojas de plantas originarias de la
India, del Caribe, de la selva amazónica, a los que se les
adjudican resultados maravillosos? ¿Tienen un marco legal que
regule la venta, producción, distribución, almacenamiento,
exportación e importación?

``Hasta hace poco eran controladas por el departamento de Control
Sanitario de la Dirección de Salud de la provincia del Guayas,
entidad a la que debían dirigirse para obtener el debido permiso
para su funcionamiento', dice el doctor Walter Araujo, director
de dicho departamento. ``Pero nos faltaba el debido marco legal
en el cual basar nuestras operaciones de inspección en los
establecimientos de venta y producción de estos productos'.

Por la ausencia de un marco legal no tenían un registro de los
laboratorios de medicina natural, ni de los productos, ni una
lista de las plantas que se usan o contienen los medicamentos que
expenden dichas tiendas.

Pero el 7 de mayo de 1999 se expidieron las normas y
procedimientos para el uso, registro y control de los productos
naturales de uso medicinal, y de estableci mientos donde se
fabrican, almacenan y comercializan.

Control

Según esta nueva ley, el Instituto de Higiene Leopoldo Izquieta
Pérez tendrá mayor campo de acción. Esta entidad controlará la
idoneidad de los productos, desde la etiqueta, frasco,
indicaciones del remedio y demás cuestiones técnicas.

``Sin embargo, la mayoría de estos productos que se venden en las
tiendas son importados de Estados Unidos, se venden libremente
porque en la legislación de ese país se regula el control de
calidad desde el algodón que viene dentro de los frascos de los
suplementos vitamínicos hasta la etiqueta del medicamento',
manifiesta el doctor Miguel Murgueitio, Director del Instituto
de Higiene.

Esto es algo que confirma el economista Angelo Portaluppi,
gerente de Diet Market, quien posee una franquicia de dicho
laboratorio en nuestro país y, según comenta, en toda Sudamérica.
El economista manifiesta que cada vez que ingresa un nuevo
producto, él debe presentar al Instituto la debida justificación
cualitativa y cuantitativa, tiempo de consumo, análisis de
estabilidad y control de calidad de los componentes de los
suplementos vitamínicos que expende, además de pagar una cantidad
de dinero.

El director de Instituto de Higiene dice que se comunicará con
productores, importadores y envasadores para que acojan este
nuevo reglamento con la documentación necesaria.

Actualmente el trámite legal, que se realiza en dicha
institución, exige el permiso del Ministerio de Comercio e
Industrias antes de iniciarse su comercialización, y el producto
debe contar con el registro sanitario ecuatoriano del Instituto,
donde los especialistas deben determinar, mediante pruebas, si
su composición es real a la del informe que proporciona el
importador o distribuidor.

El representante de un prestigioso laboratorio de la capital,
quien no quiso identificarse por temor a represalias, manifiesta
que esta ley es una de las más esperadas, ya que existen muchos
de estos medicamentos falsificados, sobre todo en las bahías.

También menciona que el Instituto de Higiene no cuenta con
personal idóneo, ni el instrumental adecuado para valorar los
fitofármacos.
``En este país ni siquiera se tiene una lista de las plantas ni
de las partes de las plantas que deben usarse para la elaboración
de productos naturales', concluye.

Un buen negocio

El mercado de la medicina natural a decir de los dueños de
algunos establecimientosî es bueno, pero a decir de otrosî está
reprimido.
El economista Angelo Portaluppi de Diet Market comenta que el
índice de crecimiento en sus ventas se ve incrementado cuando se
realiza una campaña publicitaria, pero que actualmente con la
crisis económica del país ``estamos reduciendo el número de
tiendas'.

Carlos Sánchez, naturista herbolario, propietario de Natucam,
comenta que es verdad que la crisis les aqueja pero sigue siendo
un negocio lucrativo. ``Todo depende de la técnica que se utilice
en las ventas. Se pueden perder 10 mil o 20 mil sucres, pero se
asegura el regreso del cliente'.

Solo para la prevención

Lecitina de soya no solo le ayudará a recuperar la memoria sino
que además le regulará los niveles de colesterol, bajar de peso,
dejándole la piel como la de un bebé. Si su problema es el estrés
o la falta de disposición sexual, entonces lo que usted necesita
es el ginseng, yohimbina y gykombiloba solos o combinados con
otras hierbas y vitaminas. Tómelas y se sentirá como nuevo.

Este podría ser parte del discurso de esas personas que se suben
a los buses para intentar vendernos el remedio a nuestros males,
sea cual fuere. O podría ser también un familiar, vecino,
compañero de trabajo o amigo. Y es que los remedios de las
abuelitas se han puesto tan de moda que están en los labios de
todos y usted los encuentra en cualquier parte, en buses, calles,
bahías, tiendas especializadas, en todas partes y a precios
económicos.

Carlos Alvarez, taxista de 35 años, asegura que por su afección
a los riñones usa estos productos pero no solo porque nota
mejorías y no sufre los efectos secundarios que le causaban los
medicamentos químicos, sino por el bajo costo que le representa.

El doctor Pedro Andrade, profesional con experiencia en la
medicina natural, comenta que esta es excelente como método
preventivo, pero también puede resultar negativa cuando no se
acude a un especialista'.
``En nuestro país estamos acostumbrados a la autoprescripción,
a aceptar los remedios que nos recomiendan amigos, familiares y
acudimos al médico cuando ya el mal está avanzado', dice el
doctor Edgar Suquilanda, urólogo.

``Pero muchos pacientes buscando una solución a sus dolencias
acuden a centros naturistas, donde el dependiente les receta
cualquier cosa por falta de conocimientos. Pueden venderle un
producto que no le servirá para nada', agrega.

Respecto de los efectos secundarios en la medicina tradicional,
el urólogo manifiesta que no se puede juzgar de manera
superficial un medicamento que ha sido valorado por la FDA
(organismo norteamericano que controla la calidad de los
alimentos y las medicinas en los Estados Unidos), un ente serio.
Si un medicamento tiene efectos secundarios, el farmacéutico, el
laboratorio o el médico se lo advierte y en caso de que tenga que
usarlo por mucho tiempo, como es el caso de los antibióticos, le
receta un fármaco que le ayude a mantener las defensas.

Este factor se produce, según el doctor Suquilanda, debido a la
crisis que nos afecta desde hace tiempo y que hace que la gente
no busque un especialista y acepte el medicamento que tomó otra
persona en circunstancias similares.

En todo caso, para personas como Carlos Alvarez la medicina
natural o herbolaria está ahí como alternativa en tiempos de
crisis. Mientras los farmacéuticos se quejan porque los aumentos
en los precios de los fármacos han reducido las ventas, los
dueños de locales de productos naturales se muestran satisfechos
por el incremento de clientes. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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