"La cadena no se rompió por el lado más débil, pues Quito se ha constituido
en el bastión de la transportación urbana". Asà justificó Jorge Yánez,
presidente de la Federación de Transportistas Urbanos de Pichincha, su
decisión de reanudar el diálogo con el Gobierno y poner fin a la
paralización del transporte en la provincia.
El acuerdo suscrito entre Yánez y el Consejo Nacional de Tránsito, pasadas
las 18:00, no contempla el incremento de pasajes.
La decisión de la dirigencia de Pichincha provocó fuertes discrepancias con
la dirigencia nacional de la transportación urbana. Augusto Aguirre,
presidente de este gremio en Guayas, dijo que "Yánez no tiene la facultad
autorizada por Ricardo Onofre (presidente nacional de transportistas
urbanos) para hablar de que el paro se ha terminado".
Aguirre ratificó que el paro continuará en el resto del paÃs, y critico lo
que llamó "una habilidad del Gobierno para dividir a los transportistas".
Onofre llegará hoy a Quito para mantener una reunión con Yánez y analizar el
acuerdo firmado por los transportistas de Pichincha.
Ayer el paro no tuvo fuerza en el paÃs. En Quito, no hubo unidades de
transporte urbano en las calles, no asà en otras ciudades del paÃs, donde
varias cooperativas no se unieron a la paralización. Los usuarios se
quejaron porque camionetas y busetas cobraron pasajes de hasta $0,50. (NCC)
PolicÃa detiene a 137 personas
Como una "aventura que está destinada al fracaso" calificó el ministro de
Gobierno, Marcelo Merlo, al paro impulsado por los transportistas urbanos
del paÃs.
Para el régimen, la medida de hecho no alcanzó el impacto deseado por los
dirigentes transportistas, "pues a pesar de la falta del servicio de
transporte, las actividades ciudadanas se cumplieron en forma relativamente
normal en el paÃs".
La PolicÃa dio cuenta de 137 personas detenidas por tratar de obstaculizar
las vÃas. Merlo reiteró que el Gobierno no cederá a la exigencia de un
incremento en los pasajes. (PACH)
En el Litoral se evidenció división entre los choferes
La paralización del transporte urbano en el Litoral reveló una profunda
división entre los dirigentes, que se comprobó cuando el presidente de la
Federación de Transportistas Urbanos de Guayaquil, Augusto Aguirre, dijo que
a los que no participaron del paro: "los juzgue la historia".
La postura de Aguirre fue para criticar a los dirigentes de 22 cooperativas
de transporte urbano que no plegaron a la protesta en Guayaquil, aduciendo
no estar de acuerdo en las exigencias de la dirigencia nacional, esto es, de
elevar la tarifa de $0,14 a $0,25, el servicio popular, y de $0,20 a $0,40,
el especial.
En Guayaquil y demás capitales de provincia, el paro afectó parcialmente las
actividades laborales y educativas, aunque grupos de militares impidieron
que los choferes obstaculizaran el tránsito vehicular u ocasionaran
altercados. (AM)
En Cuenca, la medida solo se produjo por la mañana
El intento de aislar a Cuenca, ubicando buses en las principales vÃas de
acceso a la ciudad por parte de los transportistas urbanos, no dio
resultado. Los vehÃculos fueron retirados a un costado de las carreteras por
elementos del Ejército y la PolicÃa, para facilitar la circulación
vehicular.
Los taxistas fueron los que más aprovecharon del paro, al igual que las
camionetas, que salieron de todos los lados de la ciudad y cobraron hasta
$0,50 por persona el recorrido.
El tránsito fue normalizado por la mañana, pese a que la Panamericana Norte,
Sur, el ingreso por SayausÃ, Ricaurte y Valle amanecieron obstaculizados por
los buses.
Las clases no se suspendieron en la ciudad, sin embargo, algunos
establecimientos educativos trabajaron con el 50% del alumnado. Los que más
problemas tuvieron fueron los colegios y las escuelas apartadas de la
ciudad. La PolicÃa reveló que hasta ayer por la tarde cinco choferes habÃan
sido detenidos en Azuay. (RMT)