Quito. 08.04.91, El manejo profesional de una empresa ha
reemplazado a la conducción tradicional que existÃa hace algún
tiempo. Ahora hay una nueva cultura empresarial y la
administración tiene metas y planes de trabajo.
Asà piensa el actual presidente de la Federación Nacional de
Cámaras de la Pequeña Industria del Ecuador, Carlos
Rivadeneira, quien proviene de una familia de empresarios. Ha
sido por tres ocasiones presidente de la Cámara de la Pequeña
Industria de Pichincha en los perÃodos 1980-81, 81-82 y 84-85
y promotor y mentalizador de la construcción del Centro de
Exposiciones Quito, de la creación de las cooperativas de
Ahorro y Crédito de la Pequeña Empresa y de las corporaciones
de GarantÃa Crediticia.
Rivadeneira piensa que las industrias al igual que los gremios
empresariales, deben ser manejados por gente profesional que
se fije objetivos de mediano y largo plazo.
Ahora los industriales deben ser competitivos, pensar en las
necesidades del consumidor, realizar planes de inversión,
proyectos y mantener un presupuesto acorde con las necesidades
de modernización de la empresa.
El mercado se ha reducido de manera considerable en el paÃs y
por ello las empresas deben ser más competitivas. Pensar en
las necesidades del cliente y ofrecer calidad y buen
precio.
Los gremios deben transformarse en entidades útiles para los
afiliados, brindar servicios, información actualizada,
asesoramiento, etc.
La relación laboral
El presidente de FENAPI piensa que las relaciones entre los
empresarios y los trabajadores deben ser de complementación y
no de confrontación. Es más fácil lograr una relación de ese
tipo en la pequeña industria, asegura, porque el trato con el
trabajador es más directo y frecuente. Rivadeneira, cuya lÃnea
es la fabricación de equipos para la industria alimenticia,
señala que no tiene sindicato en su empresa, a pesar de tener
40 trabajadores, y que tampoco le teme a ese tipo de
organizaciones. "Mientras exista una buena relación directa y
pago justo a quienes se esfuerzan, no hay porque tener temor a
la formación de un sindicato" señala.
El salario mÃnimo vital debe ser solamente una referencia para
fijar las remuneraciones. El pago debe estar acorde al
rendimiento de cada trabajador.
La empresa privada, dijo, debe abrir sus puertas a los
profesionales jóvenes, porque en la actualidad el manejo de
recursos humanos, de presupuesto y el de la producción son
eminentemente técnicos.Mantener el mercado es el objetivoEl
presidente de FENAPI, Carlos Rivadeneira, manifestó que el
objetivo principal de la pequeña industria dentro de la
desgravación arancelaria, no es exportar sino conservar y
precautelar el mercado interno.
La pequeña industria solamente satisface al mercado nacional y
recibirá una competencia fuerte desde los demás paÃses andinos
cuando se bajen los aranceles.
Sectores tales como el del calzado, las manufacturas, la
industria alimenticia o las confecciones, entre otros, tendrán
que tratar de mantener sus ventas locales ante la competencia
extranjera. No se puede exigir a los pequeños talleres de
sastrerÃa, cerrajerÃa o calzado que existen, que produzcan
para exportar, solamente tendrán que tratar de mantener su
clientela, dijo.
Sin embargo, Rivadeneira considera que para poder lograr ese
objetivo es necesario modernizar las industrias y elevar la
producción y la calidad.
Las empresas que vendrán a competir con nuestros pequeños
industriales realizan producción en escala. La única manera de
enfrentar a esos monopolios es formando consorcios de
exportación, integrados por 5 o 10 pequeñas empresas, que
podrÃan lograr competir en el paÃs y en el exterior, asegura
Rivadeneira.
FENAPI, dijo, dará el asesoramiento necesario a los pequeños
empresarios que decidan conformar esas organizaciones. Indicó
que existe ya un consorcio de pequeñas empresas madereras, que
exporta sus productos a Puerto Rico con resultados bastante
favorables.
El industrial señaló que sà existen pequeñas empresas que
podrÃan exportar sus productos a la subregión, en ramas tales
como la agroindustrial, las conservas y las confecciones. Para
esto también es necesario el apoyo del Estado, que además
tiene que redefinir su papel y mantenerse al margen de la
actividad privada, añade. Su papel debe limitarse a establecer
reglas y leyes sencillas, claras y eliminar las trabas que
existen para la actividad industrial. (A-2)
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Explored
Ciudad N/D
Publicado el 08/Abril/1991 | 00:00