Quito. 03.11.92. La minería en el Ecuador camina hacia un
nuevo rumbo en el que la participación de los capitales
privados, tanto internos como foráneos, será el principal
mecanismo para desarrollar el sector.
Con la atracción de la inversión privada se espera
intensificar los trabajos de prospección, que permitan
detectar grandes yacimientos y conviertan al Ecuador en un
país minero.
Dos son los argumentos por los cuales se cree que la política
tendrá éxito: la situación geológica del Ecuador, parecida a
la de Chile, Bolivia y Perú conocidos por su potencial minero,
y las minas existentes desde la época colonial, según dijo a
HOY el subsecretario de Minas, Francisco Acosta.
Pero el punto de partida está en las reformas que se
introduzcan la Ley de Minería para dar facilidades y garantías
a los inversionistas.
Acosta informó que las reformas serán muy puntuales en el área
de las regalías e impuestos y en los procedimientos para dar
agilidad al otorgamiento de concesiones mineras, en un plazo
máximo de dos meses.
Dijo que los cambios urgen una vez que los inversionistas se
ven castigados a pagar al Estado altas relagías, frente a
inversiones que ellos realizan de alrededor de 100 millones de
dólares en la primera etapa de la actividad. Asimismo se trata
de equiparar el monto de los impuestos que paga el
inversionista nacional con el extranjero.
Las reformas se hallan listas y se espera enviar al Congreso
en el transcurso de este mes.
El subsecretario se mostró optimista de ver resultados de la
apertura al capital privado durante la actual administración.
"Posiblemente se realicen varias perforaciones por parte de
las compañías y se detecten reservas para iniciar el
desarrollo del sector, en uno o dos años adicionales", dijo.
Interés extranjero
El cambio de política ha despertado el interés de compañías de
Estados Unidos, Canadá y Europa, cuyos representantes se han
reunido ya con las autoridades energéticas, e inclusive
algunas han empezado a realizar trabajos de investigación
geológica.
Para el subsecretario, las zonas mineras que más atraen al
inversionista se hallan localizadas en la provincia de Zamora,
Loja y Azuay, donde se asientan las minas de Portovelo, Ponce
Enríquez y Nambija, de origen polimetálico. También hay
interés por minas no metálicas como las ubicadas en la
provincia de Cotopáxi, caracterizada por la producción de
piedra pómez.
Acosta informó que se hará un censo de los pequeños mineros
para saber cuántas familias viven de la minería artesanal.
Paralelamente, serán capacitados para que tecnifiquen su
trabajo y eviten el desperdicio del mineral extraído, a la vez
que se les concientizará en el empleo de químicos que no solo
afecta su salud, sino también al medio ambiente.
La Subsecretaría cuenta ya con un catastro minero actualizado
y cualquier inversionista puede solicitar el área que les
interese para iniciar los trabajos, en una extensión de 5.000
hectáreas.
Las actividades de exploración están reguladas con el pago de
patentes al Estado, y en la fase de explotación, a más de las
patentes, regalías.
Como apoyo, el gobierno gestiona un préstamo con el Banco
Mundial por 26 millones de dólares que se denominará
"Desarrollo minero con protección ambiental" para tecnificar
al pequeño minero y proteger el medio ambiente.
En Nambija
Nambija, la otrora "montaña de oro" que atrajo a unas 12.000
personas a la explotación en su "época de oro" entrará en un
proceso de reorganización de sus mineros.
"Si en Nambija existe un yacimiento interesante, va a ser
difícil perforarlo para determinar si hay reservas
interesantes que ameriten una actividad minera grande", dijo
el subsecretario de Minas.
Reveló que una gran compañía extranjera se halla interesada en
desarrollar actividades de exploración de la mina. Inclusive
ha suscrito ya un convenio preliminar con la Cooperativa 11 de
Enero de esa localidad. Pero varios de sus mineros se oponen a
una participación foránea.
Acosta explicó que la compañía suscribiría, por el momento, un
acuerdo para explorar la mina y ver si detectan un yacimiento
interesante, para entrar luego a una sociedad con la
cooperativa.
"Esa es la solución que yo veo para Nambija; Nambija no puede
continuar como está este momento", añadió.
El funcionario dijo que los pequeños mineros representan un
asunto social al que no se puede dejar pasar de alto, pero el
caso no es solo de Nambija sino también de las minas de Ponce
Enríquez y de Portovelo, donde se ha desarrollado una minería
artesanal, sin beneficio para el Estado.
En efecto, la producción de 4 toneladas de oro anuales desde
1982 ha generado 500 millones de dólares, de los cuales el
Estado no ha lucrado.
EN FRASES
Los tres mil mineros de Nambija son empleados de los pequeños
empresarios que pagan un sueldo mensual que no va acorde con
el trabajo que realizan.
- Yo advertí en Nambija, en una visita que realicé, el
inminente peligro que representa seguir explotando
antitécnicamente la mina.
- Los mineros habían detectado una nueva veta de oro que
empezó a explotarse, lo que ocasionó el derrumbe y la muerte
de 12 personas.
- Estoy en contacto con las autoridades de Defensa Civil y de
la provincia para tratar de cear conciencia en la gente sobre
el peligro al que están sometidos.
- Hay que estudiar la posibilidad de reubicar a la población
de Nambija que se halla asentada sobre la mina.
- Muchas de las zonas mineras están en manos de cooperativas.
Lo que queremos es que éstas se asocien con las compañías
extranjeras o nacionales y desarrollen una actividad minera.
- Nosotros no estamos rehusando enfrentar el problema social
que representan los pequeños mineros. Lo que queremos es
crearles conciencia de que va a llegar un momento en que no
podrán sacar el material de la forma como lo están haciendo.
- En las reformas a la Ley de Minería no se suspenderá el pago
de patentes, que van de acuerdo con el precio del dólar y se
reajustan cada año según el índice de inflación.
- Hay que definir entre el pequeño minero artesanal y el
invasor.
- A los invasores les vamos a aplicar la ley, en cambio a los
pequeños mineros les ayudaremos.
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