LA DEMOCRACIA EJEMPLAR. Por Consuelo Albornoz Tinajero
Quito. 04.11.92. (Editorial) Como ejemplar, madura, sólida,
donde hasta el ciudadano de a pie tiene acceso a reclamar al
congresista de su distrito el incumplimiento de sus ofertas
electorales es vista la democracia norteamericana, por
muchÃsimos ecuatorianos.
"Las campañas son respetuosas", "los polÃticos son más serios
en sus promesas de campaña", "hay más representatividad"...
son algunos de los conceptos de estos admiradores del sistema
polÃtico de los EEUU, quienes, luego de loarlo asÃ, dirigen
sus miradas hacia nuestra democracia y la conclusión a la que
llegan va acompañada por un hondo suspiro de resignación y de
envidia.
¿Este punto de vista es acertado? Quién sabe... Quizá más
bien responda a una doble lectura sobre lo que acontece aquà y
lo que ocurre allá.
AsÃ, entonces, el ecuatoriano promedio cita como ejemplo de la
madurez polÃtica de los EEUU el que "solo" tercien en pos de
la presidencia tres candidatos: Bill Clinton, George Bush y
Ross Perot. Pero esto no es asÃ. 23 partidos buscaron con sus
candidatos la Casa Blanca, solo que la prensa mundial difundió
casi exclusivamente información sobre las campañas de los tres
únicos con posibilidades de triunfar.
De esta manera permanecieron en la invisibilidad los
presidenciables de los partidos Nueva Alianza, de la Ley
Natural, de la ApatÃa, Libertario o de la Revolución, entre
otros.
Si el alto número de candidatos es muestra de una democracia
en ciernes -como lo aseveraron en Ecuador algunos analistas
antes de las elecciones de mayo- ¿cuál es la conclusión
evidente?
Otro aspecto sobre el que los admiradores nacionales enfatizan
es que en las campañas gringas el insulto, la groserÃa, las
acusaciones bajas y sin fundamento están ausentes. Y, se
quejan: "esto no ocurre en nuestras elecciones".
Pero las informaciones de la prensa internacional también
invalidaron este aserto. Un despacho noticioso definió los
últimos dÃas de la campaña electoral en EEUU "como una pelea a
puñetazo limpio".
¿O es acaso un piropo que los republicanos aseveraran que
Clinton fue un agente de la KGB desde cuando viajó a Moscú en
1969?
Una acusación asÃ, en el ámbito ecuatoriano, hubiera
equivalido a que alguno de los finalistas de la primera vuelta
hubiera sido acusado de ser espÃa asalariado del Perú.
Y ni qué decir de los ataques de Bush que consideró que un
triunfo de Clinton convertirÃa los próximos cuatro años en un
perpetuo dÃa de las brujas, o las supuestas acusaciones contra
Bush de que intentó desacreditar a una hija de Perot.
Precisamente este estilo nada positivo, basado en lo negativo
del adversario, fue visto como una causa de la disminución de
la popularidad de Bush, quien se dedicó a tiempo completo a
criticar a Clinton, en lugar de difundir sus propuestas sobre
cómo reactivar la economÃa de su paÃs.
Otra pata por la que cojea la democracia estadounidense es la
de la participación y representatividad.
Finalmente, no son los votantes los que eligen al presidente
sino los colegios electorales de cada estado. Lo terrible de
esta modalidad es que el candidato que gana por simple mayorÃa
es el que se lleva todos los votos del colegio electoral,
aunque su triunfo sea por un insignificante número.
Un despacho de IPS aseguraba que el sistema electoral
norteamericano no refleja la diversidad de opiniones, por lo
que millones de personas se sienten excluidas por este
limitado bipartidismo.
A este hecho, entre otros, los analistas aducen el cada vez
mayor abstencionismo electoral, calculado en el 55 por ciento.
Se suma a este argumento la desconfianza que los
norteamericanos sienten por la conducción de sus polÃticos y a
la idea creciente de que no viven en democracia.
¿Es realmente la de los EEUU una democracia ejemplar? En
Ecuador por lo menos el derecho de las minorÃas está asumido,
pese a ser una democracia tercermundista, del sur, ninguna
maravilla, apenas de "corte electoral". (4A)