Quito. 20.07.93. Los embates contra las áreas verdes de todo
tamaño, la virgen del Panecillo, los rascacielos criollos en las
pendientes y los embates de la contaminación ambiental son golpes
bajos contra Quito en opinión de arquitectos, planificadores e
historiadores que dialogaron con HOY.

Para un historiador que no quiso identificar su nombre, Quito
debe evitar depredar sus colinas y preservarlas arborizadas, de
lo contrario "en vez de ver un cerco de árboles vamos a ver un
cerco de casas y de malas casas".

En este mismo campo de las áreas verdes, los arquitectos
estimaron que "un atentado en administraciones anteriores fue la
falta de definición del límite urbano, que permitió la
depredación de las zonas de protección ecológica, sobre todo en
las laderas del Pichincha y en el sur.

"Quito no tuvo un límite definido más de 10 años y sufrió la
falta de una normativa adecuada, pues el reglamento último -antes
de la aprobación del nuevo reglamento urbano- databa de 1967.
Así, las administraciones de turno no tuvieron ningún problema en
aprobar urbanizaciones sobre la cota urbana, lo que fue un
atentado sobre todo contra la faja occidental".

Tampoco el Municipio supo adecuadamente administrar sus tierras y
las de la ciudad. Así, entregó o donó para otros usos, las áreas
comunitarias destinadas para espacios verdes en infinidad de
urbanizaciones. Si bien la mayoría de estas donaciones fueron
para obras de interés social, otras incluso fueron vendidas por
el Municipio a terceras personas privadas.

"El Municipio debió precautelar y congelar territorios con fines
de equipamiento, pero por falta de planificación no lo ha hecho",
dijo un planificador urbano.

Ejemplos de esta actitud ocurrieron en la urbanización Unión
Nacional, en el sector de la calle Brasil y Zamora, donde la
administración del alcalde Herdoíza lotizó los espacios verdes y
los entregó a las personas que tenían alguna afectación en
cualquier lugar de Quito. En Las Cuadras, una urbanización
municipal para afectados por la construcción de la vía Oriental,
el Municipio diseñó áreas verdes, pero luego las lotizó para
otros afectados y dejó sin ningún espacio verde a los
propietarios de más de 3 mil lotes.

"MAYUSCULO" ERROR MUNICIPAL

"La González Suárez es uno de los mayores errores del Municipio
de Quito en las diversas administraciones" afirmó rotundo una
fuente municipal que pidió mantener el anonimato. "El
Municipio debió haber hecho un gran malecón para que la
ciudadanía gozara del paisaje y no solo la gente de dinero que
pudo comprar un piso. Aparte de que fue una cesión del espíritu
comunitario al individualismo capitalista -lo cual ya es una
injusticia- representó también un grave peligro, porque el peso
de esos edificios, por bien construidos que estuvieren, se
asienta sobre una de las fallas geológicas naturales de Quito: al
borde de Guápulo. Y Dios no quiera que haya un sismo y que se
resbalaran. Otro error fue también la construcción de esos
rascacielos al borde de la avenida Occidental, en el Pichincha".

La González Suárez, de acuerdo con la reglamentación de 1967 fue
designada zona de estudio especial.

Sin embargo, nunca hubo tal estudio y por diversas presiones
empezaron las construcciones con cualquier altura.

"El atentado contra Quito -aseguró otro funcionario municipal-
fue haber cortado un balcón de la ciudad, de extraordinaria
factura hacia los valles, y privatizarlo, venderlo... Porque ahí
se vende la altura y la vista, no solo el departamento, y la
vista no tiene por qué tener precio".

CUESTION DE ESCALA

A estos bofetones contra Quito, un grupo de arquitectos sumó la
existencia de la estatua de la virgen del Panecillo. "es una
ofensa a la ciudad por ser una mala recreación de la virgen de
Caspicara, porque las condiciones originales en las que fue hecha
no son las mismas, pues la escala se amplió demasiado. La virgen
original tenía 58 centímetros de altura y al ampliar la escala
resultó como hacer un póster de una foto tamaño carné.

"Otro problema de este monumento es que da las espaldas al sur.
Es una virgen para verla de lejos y solo desde el norte. Una
estatua así, que ni siquiera del Panecillo se la ve, debió estar
sobre un respaldo, por ejemplo en el Pichincha".

INVENTARIO DE ATROPELLOS

Los innumerables atropellos cometidos por autoridades y personas
particulares contra Quito, consciente o no, podrían llenar muchos
volúmenes. Sin embargo, en opinión de funcionarios municipales
algunas de las depredaciones mayores son:

- "La explotación de las canteras del parque Metropolitano y las
del Pichincha. Aunque están cerradas ya produjeron heridas a la
montaña que muy difícilmente se podrán esconder. Como no hay
tierra que pueda recubrir esa roca, la herida está muy a la
vista, es muy evidente. Para solucionar esto en el parque
Metropolitano se pensaba hacer algún tratamiento de terrazas,
pero parece que es muy costoso y difícil que las plantas prendan.
Las canteras son un atentado a la naturaleza, a la ecología.
Además, ellas fueron el origen de los barrios periféricos porque
los caminos para acceder a ellas se fueron poblando".


- "También atentan contra la ciudad las canteras de Pomasqui.
Como están en un valle muy cerrado, con poco viento, hay una
bruma de polvo de piedra permanente y constante, porque no
circula con fuerza el viento".

- "La urbanización del IETEL -en donde será el parque
Metropolitano- fue un atentado en términos jurídicos y urbanos.
La urbanización surgió de un acuerdo del Congreso Nacional que se
inmiscuyó en competencias municipales, y eliminó un área verde ya
establecida como área del parque. De haberla permitido hubiera
quedado como un lunar de 28 hectáreas en una estructura de 574
hectáreas, en una situación de privilegio".

- "El origen de los deslaves, especialmente al occidente de
Quito, fue haber rellenado casi todas las quebradas, que son
vertientes naturales de desagüe de la montaña. Al entubarlas en
colectores pequeños corren el peligro de reventar y producir
deslaves e inundaciones en las zonas bajas, en épocas lluviosas".

- "Hay muchas ciudades donde no se han tapado las quebradas y
contribuyen a la conservación de áreas verdes naturales, con una
vegetación rica que embellece la zona que las cruza. Hay
problemas por olores, pero su contribución en términos ecológicos
es significativa"..

- "Los rellenos también iniciaron un proceso de invasión porque
los colindantes de todas las quebradas que bajan por el Pichincha
se fueron apropiando de esas fajas de tierra".

- "Un atropello legalizado es permitir que todas las ligas
barriales se adueñen de las áreas verdes de las urbanizaciones.
Las ligas privatizan un área comunal y permiten el ingreso y uso
de solo sus asociados".

- "Estamos orgullosos del monumento a Bolívar, que es uno de los
más bellos pero para construir el monumento fue necesario
derrocar la gran portada de tres arcos construida por el
presidente Villalengua y Marfil a finales de la colonia, que fue
restaurada por el presidente Ignacio de Veintimilla cuando doña
Marieta hizo de la Alameda el gran centro de las retretas y
bailes dominicales.

"Era un portón colonial que debió haberse mantenido. Si ese arco
no se hubiera destruido ya lo habrían declarado patrimonio
cultural de la ciudad". (12A)
EXPLORED
en Autor: Consuelo Albornoz - [email protected] Ciudad N/D

Otras Noticias del día 20/Julio/1993

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el