LAS CONTROVERSIALES MEDIDAS ECONOMICAS Por Guillermo Arosemena
Guayaquil. 03.10.92. La economía es una ciencia que se
aparenta ser compleja, pero es muy simple. Una de sus áreas, y
en mi opinión la más importante, hace relación al EQUILIBRIO
que debe existir entre todas las fuerzas de la actividad
productiva de un país.
Cuando los gobiernos promulgan leyes o toman acciones
demagógicas en lo monetario fiscal, o tributario, ellos
originan los DESEQUILIBRIOS en la economía.
La teoría del Equilibrio se aplica a los precios,
presupuestos, comercio exterior, fuerza laboral y otras
actividades de la economía. Si tomamos como referencia el
estudio de los precios, la teoría nos enseña que el valor de
un producto o servicio es aquel punto donde se cruza la curva
de la demanda y de la oferta. Si el punto de unión se
encuentra más abajo en la curva menor es el precio y mientras
más aciende, mayor es. Si la oferta es superior a la demanda o
viceversa la economía sufre una distorsión que no conviene a
los intereses de un país. En el primer caso se beneficia al
consumidor en desmedro del productor y en el segundo ocurre lo
contrario.
Si usamos la teoría del equilibrio para analizar la situación
actual de la economía ecuatoriana, ¿qué diagnóstico se puede
emitir sobre ella?
- Durante los últimos gobiernos, los egresos fiscales han sido
superiores a los ingresos y por ello, tenemos un desequilibrio
entre las rentas y gastos del Estado.
- Desde 1982 el número de personas que tiene la edad para
incorporarse a la economía ha sido superior al número de
plazas de trabajo que la empresa privada ha puesto a
disposición de los ecuatorianos y por ende, tenemos un
desequilibrio entre quienes buscan trabajo y quien puede
ofrecerlo.
- Con la excepción de pocos años, el Ecuador ha importado más
de lo que ha exportado, situación que ha causado un
desequilibrio entre los ingresos y egresos de las divisas.
La palabra "déficit", tan comúnmente usada en nuestro medio
significa desequilibrio o desbalance. Nuestro pueblo tiene un
déficit nutricional, nuestra balanza comercial acusa un
déficit, los bancos tienen déficit en su liquidez, existe un
déficit en la producción de muchos productos agrícolas. El
Ecuador entero es un país en déficit. Solamente existe el
"surplus" o excedente en el extenso número de hijos que tiene
la familia ecuatoriana y en la delincuencia.
¿Pero cómo puede ser posible que año tras año los gobiernos no
puedan equilibrar la economía? ¿Por qué no pueden eliminar la
palabra déficit de los informes de los ministerios de
Finanzas, Industrias y Junta Monetaria? ¿Por qué el Ecuador no
tiene brillantes economistas? ¿O acaso si los hay, pero se
encuentran con amnesia o lo que es más grave, han optado por
subordinar sus actuaciones a las de los políticos demagogos?
¿Cuál es el motivo tan poderoso que impide que el Frente
Económico no pueda mantener la economía en EQUILIBRIO? ¿Qué
beneficio puede recibir un país aumentando año a año, el
déficit fiscal del Gobierno?
Hemos llegado a acumular en la Caja Fiscal una cifra en rojo
que corresponde a la monstruosa cantidad de ocho cientos
millones de dólares, número que continuará creciendo si el
Estado no se impone una dieta rigurosa.
La gran pregunta que un gobierno debe hacerse es ¿cómo entrar
en dieta, sin causar mayores problemas al paciente? La gordura
es de tal magnitud que cualquier medida honesta que el sector
público tome, no favorecerá a todos los ecuatorianos. Por otro
lado, nuestro enfermo -El Ecuador- no es disciplinado y todos
conocemos que para perder peso se requiere de mucha fuerza de
voluntad y de sacrificios.
Cuando una empresa se encuentra en crisis y le falta liquidez
la administración no tiene otra alternativa que bajar el
"punto de equilibrio" es decir reducir el número de empleados
a un nivel que los ingresos pueda cubrir los egresos. El
Gobierno debe hacer lo mismo con el medio millón de burócratas
que como solitaria en el estómago se comen todos los
nutrientes.
Me molesta escuchar a los clásicos politiqueros, a aquellos
que viven de la política y a los de mentalidad diminuta cuando
menosprecian al empresario que por patriotismo opta por
cumplir con la concripción civil y acepta desempeñar una
cartera de Estado. Con ironía se refieren al gabinete como a
una junta de accionistas.
Para quienes no conocen la historia universal, conviene que se
informen de que los principios de planificación y organización
que forman la base de la empresa privada tienen origen en la
Iglesia Católica y en las Fuerzas Armadas.
A manera de ejemplo, durante la Segunda Mundial, la Marina
americana inventó las herramientas de planificación que se
conocen como P.E.R.T. y C.P.M., y que en la actualidad las
usan los ingenieros constructores y todos aquellos que tienen
que evaluar el desarrollo de un proyecto.
Todo cambio ofrece resistencia y en muchos casos sacrificios y
disciplina. Hacia fines de la década del setenta, Estados
Unidos tenía una inflación que bordeaba el 20% anual, nivel
nunca antes experimentado en dicho país desde la Guerra Civil,
allá por el año de 1865. Fue elegido presidente de los Bancos
de la reserva (Banco Central) Paul Volker, quien asumió la
gravísima tarea de apagar la gigantesca olla de presión en que
se encontraba la economía americana.
Volker concluyó que para lograr su propósito tenía que
desinflar la economía disminuyendo la demanda del dinero por
medio de un aumento en la tasa de interés, de tal forma, que
las empresas no tendrían incentivo alguno en pedir prestado
dinero de los bancos. La decisión que él tomó no fue vista
positivamente por el sector privado pues se conocía de
antemano que muchas empresas quebrarían como efectivamente
ocurrió. Después de un par de años, la economía estadounidense
había regresado a su nivel histórico de inflación del orden
del 5% anual.
La disciplina de un pueblo permitió que Estados Unidos sane su
economía al igual que lo hizo el famoso ministro de Economía
alemán de la postguerra, Ludwing Erhardt. En nuestra
atribulada América Latina, tenemos los ejemplos mejicanos y
chilenos.
Regresando a nuestro problema en el Ecuador, para balancear el
presupuesto del Estado el gobierno requiere reunir 800
millones de dólares y ¿cómo lo puede hacer?.
*Una alternativa es devaluar la moneda a un nivel que genere
suficientes sucres para cubrir el desequilibrio. De haber
escogido este camino, el actual Gobierno hubiera devaluado el
sucre con relación al dólar en alrededor de 800 sucres.
*Otra opción es aumentar los impuestos en una cantidad que
cubra el desbalance fiscal.
*Una tercera alternativa es la combinación de las dos
anteriores, que creo que fue el camino que tomó el Gobierno
del presidente Durán Ballén.
Por supuesto que el gobierno también puede meter la cabeza en
la tierra y dejar que las cosas continúen como están, hasta
que explote la olla de presión.
En teoría, con las medidas adoptadas las fuerzas
inflacionarias deben disminuir sensiblemente; pero para que
esto ocurra, la producción tiene que aumentar, caso contrario
los miles de millones de sucres generados por la devaluación,
sin tener a donde ir, comenzarán a circular en la economía y
serán el inicio de una nueva espiral inflacionaria.
Desconozco si existe por parte del Gobierno un programa
claramente detallado y delineado para buscar el aumento de la
producción. ¿Acaso el gobierno ha solucionado el problema del
transporte aéreo de los exportadores de flores y productos
altamente perecederos y está consciente de que el incremento
de las exportaciones de dichos productos demandará mayor
capacidad de carga aérea? ¿Acaso el gobierno ha resuelto a los
propietarios de las haciendas el problema de las invasiones?
¿Acaso el Ministerio de Energía y Minas tiene una nueva ley
que favorezca a las emporesas petroleras y particularmente a
quienes quieren invertir en minería?
El aumento de la producción no es instantáneo como sí ha sido
la devaluación, pues requiere de tiempo reactivar las fuerzas
productivas. Cada semana que el Frente Económico posponga las
decisiones que favorecen al entorno de la empresa privada y
por ende al incremento de la oferta de bienes y servicios,
mayor será el riesgo de que las medidas tomadas no surtan el
efecto deseado por el sector público.
(Tomado de EL TELEGRAFO. 2-A)
Guayaquil. 03.10.92. La economía es una ciencia que se
aparenta ser compleja, pero es muy simple. Una de sus áreas, y
en mi opinión la más importante, hace relación al EQUILIBRIO
que debe existir entre todas las fuerzas de la actividad
productiva de un país.
Cuando los gobiernos promulgan leyes o toman acciones
demagógicas en lo monetario fiscal, o tributario, ellos
originan los DESEQUILIBRIOS en la economía.
La teoría del Equilibrio se aplica a los precios,
presupuestos, comercio exterior, fuerza laboral y otras
actividades de la economía. Si tomamos como referencia el
estudio de los precios, la teoría nos enseña que el valor de
un producto o servicio es aquel punto donde se cruza la curva
de la demanda y de la oferta. Si el punto de unión se
encuentra más abajo en la curva menor es el precio y mientras
más aciende, mayor es. Si la oferta es superior a la demanda o
viceversa la economía sufre una distorsión que no conviene a
los intereses de un país. En el primer caso se beneficia al
consumidor en desmedro del productor y en el segundo ocurre lo
contrario.
Si usamos la teoría del equilibrio para analizar la situación
actual de la economía ecuatoriana, ¿qué diagnóstico se puede
emitir sobre ella?
- Durante los últimos gobiernos, los egresos fiscales han sido
superiores a los ingresos y por ello, tenemos un desequilibrio
entre las rentas y gastos del Estado.
- Desde 1982 el número de personas que tiene la edad para
incorporarse a la economía ha sido superior al número de
plazas de trabajo que la empresa privada ha puesto a
disposición de los ecuatorianos y por ende, tenemos un
desequilibrio entre quienes buscan trabajo y quien puede
ofrecerlo.
- Con la excepción de pocos años, el Ecuador ha importado más
de lo que ha exportado, situación que ha causado un
desequilibrio entre los ingresos y egresos de las divisas.
La palabra "déficit", tan comúnmente usada en nuestro medio
significa desequilibrio o desbalance. Nuestro pueblo tiene un
déficit nutricional, nuestra balanza comercial acusa un
déficit, los bancos tienen déficit en su liquidez, existe un
déficit en la producción de muchos productos agrícolas. El
Ecuador entero es un país en déficit. Solamente existe el
"surplus" o excedente en el extenso número de hijos que tiene
la familia ecuatoriana y en la delincuencia.
¿Pero cómo puede ser posible que año tras año los gobiernos no
puedan equilibrar la economía? ¿Por qué no pueden eliminar la
palabra déficit de los informes de los ministerios de
Finanzas, Industrias y Junta Monetaria? ¿Por qué el Ecuador no
tiene brillantes economistas? ¿O acaso si los hay, pero se
encuentran con amnesia o lo que es más grave, han optado por
subordinar sus actuaciones a las de los políticos demagogos?
¿Cuál es el motivo tan poderoso que impide que el Frente
Económico no pueda mantener la economía en EQUILIBRIO? ¿Qué
beneficio puede recibir un país aumentando año a año, el
déficit fiscal del Gobierno?
Hemos llegado a acumular en la Caja Fiscal una cifra en rojo
que corresponde a la monstruosa cantidad de ocho cientos
millones de dólares, número que continuará creciendo si el
Estado no se impone una dieta rigurosa.
La gran pregunta que un gobierno debe hacerse es ¿cómo entrar
en dieta, sin causar mayores problemas al paciente? La gordura
es de tal magnitud que cualquier medida honesta que el sector
público tome, no favorecerá a todos los ecuatorianos. Por otro
lado, nuestro enfermo -El Ecuador- no es disciplinado y todos
conocemos que para perder peso se requiere de mucha fuerza de
voluntad y de sacrificios.
Cuando una empresa se encuentra en crisis y le falta liquidez
la administración no tiene otra alternativa que bajar el
"punto de equilibrio" es decir reducir el número de empleados
a un nivel que los ingresos pueda cubrir los egresos. El
Gobierno debe hacer lo mismo con el medio millón de burócratas
que como solitaria en el estómago se comen todos los
nutrientes.
Me molesta escuchar a los clásicos politiqueros, a aquellos
que viven de la política y a los de mentalidad diminuta cuando
menosprecian al empresario que por patriotismo opta por
cumplir con la concripción civil y acepta desempeñar una
cartera de Estado. Con ironía se refieren al gabinete como a
una junta de accionistas.
Para quienes no conocen la historia universal, conviene que se
informen de que los principios de planificación y organización
que forman la base de la empresa privada tienen origen en la
Iglesia Católica y en las Fuerzas Armadas.
A manera de ejemplo, durante la Segunda Mundial, la Marina
americana inventó las herramientas de planificación que se
conocen como P.E.R.T. y C.P.M., y que en la actualidad las
usan los ingenieros constructores y todos aquellos que tienen
que evaluar el desarrollo de un proyecto.
Todo cambio ofrece resistencia y en muchos casos sacrificios y
disciplina. Hacia fines de la década del setenta, Estados
Unidos tenía una inflación que bordeaba el 20% anual, nivel
nunca antes experimentado en dicho país desde la Guerra Civil,
allá por el año de 1865. Fue elegido presidente de los Bancos
de la reserva (Banco Central) Paul Volker, quien asumió la
gravísima tarea de apagar la gigantesca olla de presión en que
se encontraba la economía americana.
Volker concluyó que para lograr su propósito tenía que
desinflar la economía disminuyendo la demanda del dinero por
medio de un aumento en la tasa de interés, de tal forma, que
las empresas no tendrían incentivo alguno en pedir prestado
dinero de los bancos. La decisión que él tomó no fue vista
positivamente por el sector privado pues se conocía de
antemano que muchas empresas quebrarían como efectivamente
ocurrió. Después de un par de años, la economía estadounidense
había regresado a su nivel histórico de inflación del orden
del 5% anual.
La disciplina de un pueblo permitió que Estados Unidos sane su
economía al igual que lo hizo el famoso ministro de Economía
alemán de la postguerra, Ludwing Erhardt. En nuestra
atribulada América Latina, tenemos los ejemplos mejicanos y
chilenos.
Regresando a nuestro problema en el Ecuador, para balancear el
presupuesto del Estado el gobierno requiere reunir 800
millones de dólares y ¿cómo lo puede hacer?.
*Una alternativa es devaluar la moneda a un nivel que genere
suficientes sucres para cubrir el desequilibrio. De haber
escogido este camino, el actual Gobierno hubiera devaluado el
sucre con relación al dólar en alrededor de 800 sucres.
*Otra opción es aumentar los impuestos en una cantidad que
cubra el desbalance fiscal.
*Una tercera alternativa es la combinación de las dos
anteriores, que creo que fue el camino que tomó el Gobierno
del presidente Durán Ballén.
Por supuesto que el gobierno también puede meter la cabeza en
la tierra y dejar que las cosas continúen como están, hasta
que explote la olla de presión.
En teoría, con las medidas adoptadas las fuerzas
inflacionarias deben disminuir sensiblemente; pero para que
esto ocurra, la producción tiene que aumentar, caso contrario
los miles de millones de sucres generados por la devaluación,
sin tener a donde ir, comenzarán a circular en la economía y
serán el inicio de una nueva espiral inflacionaria.
Desconozco si existe por parte del Gobierno un programa
claramente detallado y delineado para buscar el aumento de la
producción. ¿Acaso el gobierno ha solucionado el problema del
transporte aéreo de los exportadores de flores y productos
altamente perecederos y está consciente de que el incremento
de las exportaciones de dichos productos demandará mayor
capacidad de carga aérea? ¿Acaso el gobierno ha resuelto a los
propietarios de las haciendas el problema de las invasiones?
¿Acaso el Ministerio de Energía y Minas tiene una nueva ley
que favorezca a las emporesas petroleras y particularmente a
quienes quieren invertir en minería?
El aumento de la producción no es instantáneo como sí ha sido
la devaluación, pues requiere de tiempo reactivar las fuerzas
productivas. Cada semana que el Frente Económico posponga las
decisiones que favorecen al entorno de la empresa privada y
por ende al incremento de la oferta de bienes y servicios,
mayor será el riesgo de que las medidas tomadas no surtan el
efecto deseado por el sector público.
(Tomado de EL TELEGRAFO. 2-A)
Más en el