Quito. 30.06.94. Según Boudrillard, la imagen del siglo XX será
la del espectador que permanece yerto frente a la pantalla vacía
de la TV, en un día de huelga.

Los mass media tienen un inmenso poder: las cadenas de prensa y
TV de los países desarrollados, controlan el 80% del flujo de la
información mundial. Ese control es, sobre todo, un control del
"principio de realidad": solo existe aquello que circula en los
mass media: el monopolio de la información es un monopolio de lo
real. Más aún, ese poder se funda en la indistinción entre
realidad e imagen. Vivimos la era de la realidad virtual, del
sexo virtual. Insertos en el mundo de las imágenes podemos viajar
a cualquier parte del mundo y tener relaciones amorosas con la
mujer de nuestros sueños.

La radio, empero, es distinta. Es el medio más próximo a la vida
cotidiana. Un medio cálido: la voz entra en sintonía con nuestra
intimidad. Se vuelve familiar. No sustituye lo real por su
imagen. No crea realidades que desplacen nuestra experiencia
directa del mundo. Sugiere, estimula, desarrolla la imaginación y
los sentidos. No los copa o reemplaza. Su carácter indirecto deja
en libertad la capacidad de sueño.

Las radios populares de América Latina

En Santiago de Chile, funciona "Radio Tierra" única en América
Latina manejada por mujeres. Mantiene programas como
"Kerrufnegentum (Voz de la tierra que habla en el viento)",
organizado por los indios mapuches o "Creciendo juntas", programa
de pobladores de la zona Sur de Santiago o "Triángulo Abierto",
programa del Movimiento de Liberación Homosexual.

En Uruguay, una radio, CX 44, transmitió, durante tres horas, las
vicisitudes de una huelga en una región lejana, organizando así
una cruzada de solidaridad que reunió en el local de la radio, en
Montevideo, dos toneladas de alimentos. CX 44, es la radio de los
Tupamaros, la guerrilla urbana de los 70, integrada hoy en el
Frente Amplio, eventual ganador de las próximas elecciones
presidenciales. CX 44 ha logrado estar entre las tres emisoras
más escuchadas del Uruguay. Es la voz de los distintos grupos
sociales y, ha creado, un espacio cultural "sui genéris", en el
cual junto a Galeano o Benedetti, hacen oír su voz los contadores
de cuentos del campo, los médicos populares, los creadores de los
grafitis, los poetas de amor de los barrios.

En la República Dominicana, radio "Enriquito" trasmite en
"creole", programas para los haitianos sometidos al General
Cedras. En algún momento, Balaguer censuró las emisiones
"habladas". Radio Enriquito decidió "cantar" las noticias.

"La tierra", "CX 44", radio "Enriquito", "Cutivalú" en Perú son
algunas de las "radios populares" de América Latina. Hoy, el
fenómeno se ha vuelto masivo. Hay técnicas que permiten construir
una pequeña emisora por menos de mil dólares. Hay cientos de
organismos sociales que tienen su emisora. En el Ecuador, el
fenómeno cobró fuerza, a partir de las escuelas radiofónicas de
Monseñor Proaño, y de Radio Latacunga. En estos días, buena parte
de los protagonistas de esas radios se encuentra en Quito en una
Asamblea de ALER, organización de coordinación de estrategias de
las mismas.

Las radios populares no pretenden hablar en nombre de los que no
tienen voz. Son esa voz. El medio, por el cual la voz íntima de
la gente se convierte en voz pública. Cambia el emisor del
mensaje. Y cambia el destinatario y el mensaje mismo. Las radios
populares crean circuitos de comunicación entre distintos
actores, propician que la sociedad hable y se comunique en su
interior. La democracia es, después de todo, una estrategia
comunicativa.

No agotan, empero, su audiencia en la comunicación horizontal.
Buscan la sintonía de la sociedad en su conjunto, del oyente
anónimo. De hecho, han entrado a disputar a las radios
comerciales sus espacios de sintonía. Y lo han conseguido. En
varios casos, las "radios populares" han logrado los primeros
lugares de sintonía.

El receptor del mensaje no es el mismo, sin embargo, deja de ser
ese oyente anónimo y se convierte en ciudadano, miembro de un
colectivo con identidad propia. Y es que el mensaje es distinto.
Es un mensaje de afirmación de identidades locales y nacionales,
de integración social. De cambio social.

Ese es el verdadero sentido de lo popular. Marita Mata, una de
las protagonistas de la "radio popular" señala que "... su
finalidad fundamental no es solo la democratización de la palabra
o la comunicación sino la alteración, la sustitución de formas de
vida globalmente autoritarias.

Aspiran además, a construir, según un documento de ALER, opinión
y poder públicos. No se agotan en un sector social. Son órganos
plurales que expresan los intereses de múltiples actores sociales
en la construcción de la sociedad y el poder.

Las radios populares se sitúan en ese terreno de la cultura, en
el cual, la experiencia social inmediata empieza a construir
sentido. Las mediaciones de la era clásica de la modernidad
-política, arte., filosofía, erotismo- que articulan la relación
del individuo con la especie y la historia, conviven ahora con
mediaciones directas entre grupos sociales y la dinámica global
de la sociedad.

Forman parte de la cultura de masas. Pero, en sentido inverso. No
son el instrumento de una relación vertical del poder con la
sociedad sino un eje de construcción política de la sociedad. Que
la sociedad hable y el poder escuche. O, en el mejor de los
casos, que el poder sea la síntesis de la polifonía de las
distintas voces.

Y, sobre todo, que en ese proceso los hombres no pierdan su
realidad y su relación carnal, sensual con su propia vida. A
diferencia de la "realidad virtual" de la TV y el video, la radio
nos devuelve la soberanía de los sentidos.

CARTA DE LAS RADIOS PARA EL PRESIDENTE SIXTO DURAN BALLEN

Señor
Presidente del Ecuador
Arquitecto Sixto Durán Ballén

80 directores de emisoras de América Latina, reunidos en Quito
del 26 de junio al 2 de julio de 1994 en la IX Asamblea de la
Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica -ALER-,
hondamente preocupados por la intervención y clausura que se dio
contra Radio Latacunga y Escuela Radiofónicas del Ecuador -ERPE-,
manifestamos a usted lo siguiente:

1. La libertad de prensa e información es un elemento fundamental
de la democracia y de toda persona, contemplado en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Al intervenir y clausurar
cualquier medio de comunicación se viola el derecho que tienen
los pueblos a expresarse con libertad

2. Nos preocupa seriamente la censura impuesta por autoridades
militares contra Radio Latacunga y ERPE bajo la acusación de
haber "sublevado a los indígenas". Hemos constatado que ambas
emisoras lo único que hicieron fue permitir que los sectores
indígenas se expresen con su voz, e informar acerca de los
acontecimientos que se dieron en el país. La información oficial
no es ni debe ser la única versión de los acontecimientos. Es un
derecho y un deber de todo los medios de comunicación el permitir
que los distintos sectores de la sociedad manifiesten sus puntos
de vista.

3. Siendo el Ecuador un país al cual miramos como ejemplo de
libertad de prensa, lamentamos que se haya producido este hecho.

4. Recurrimos a usted, señor Presidente, para demandar el
inmediato levantamiento de la censura impuesta que se mantiene
hasta la fecha, a fin de que estas emisoras prosigan con su
trabajo comunicacional, y esperamos que en el futuro se respete
el libre ejercicio de la información.

5. Finalmente, le solicitamos nos conceda audiencia para
expresarle ampliamente nuestra preocupación. (1B)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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