Es innegable que los candidatos y los partidos no modifican sus atávicas conductas electorales, por lo general; y, cuando se deciden a hacerlo, el camino se lo recorre a contrapelo, muy lentamente. Asimismo, es evidente que las tiendas polÃticas todavÃa no engrasan las maquinarias electorales para que se acoplen a los requerimientos de la âLey orgánica del control del gasto y propaganda electoralâ.
Se han mostrado âoxidadasâ para responder a tiempo a organizaciones como âParticipación Ciudadanaâ, que propone investir de ética la competencia para elegir presidente de la República y renovar parcialmente los organismos seccionales de elección popular.
Este Diario llama la atención sobre la propuesta de âParticipación Ciudadanaâ, que ha invitado a suscribir un compromiso para que la ciudadanÃa asumiera voluntariamente un conjunto de principios y normas durante el proceso.
Su propósito es conseguir comportamientos basados en valores éticos, orientados a fortalecer la convivencia democrática. También pretende proyectar un âliderazgo responsable con capacidad de transformaciónâ, asà como mejorar las instituciones democráticas y el estado de derecho en el Ecuador.
âEs indispensable combinar esos elementos con la construcción de una razón y voluntad públicas, que tengan como objetivo la creación de una verdadera democracia basada en un referente ético comúnâ, ha dicho César Montúfar, director ejecutivo de âParticipación...â.
Su propuesta invita a los candidatos a asumir deberes con el paÃs y con el sistema democrático, comprometiéndose a responder a la confianza ciudadana expresada en las urnas.
También los convoca a demostrar honradez y lealtad hacia los valores democráticos del Estado ecuatoriano. âLa honradez y transparencia son la base de una auténtica polÃtica y del acto del sufragioâ, señala el texto que se ha propuesto para la firma de los partidos y candidatos. También, el âreconocimiento del otroâ, para una participación en igualdad de condiciones.
âEl uso de las capacidades y de información permite tomar decisiones pertinentes y eficacesâ, dice âParticipación Ciudadanaâ, que demanda a las organizaciones electorales âpropuestas eficacesâ destinadas a generar oportunidades para el paÃs.
Se pide también el compromiso para demostrar entereza, constancia y fuerza moral en la competencias por las dignidades. Junto a ello, el candidato deberá proclamar que dispone plenas facultades âpara decidir y ordenar de manera libre y consciente la propia conductaâ.
¿Se trata de una letanÃa lÃrica?
A la luz de la historia polÃtica ecuatoriana, de los últimos 20 años, lo que se propone conseguir âParticipación...â tiene mucho de novedoso y, se podrÃa decir, poco del conocimiento directo y palpable de los polÃticos, de carne y hueso, que se han desprestigiado en las dos décadas pasadas.
No obstante, tiene una dimensión ética que este Diario comparte. La opinión pública debe romper, en algún momento, el cÃrculo vicioso que alimenta la corrupción polÃtica y los males que ha desarrollado la democracia, como la limitada representación, la ausencia de control y rendición de cuentas, la concentración del poder de decisión en pocas manos, además del debilitamiento institucional, todo lo cual parte de una actitud y de una conducta personal en la competencia electoral, primero, y en el ejercicio de las dignidades, después.