Una empresaria hecha para superar las grandes crisis
Isabel Noboa invirtió $30 millones en el Mall del Sol, ahora construye el conjunto Plaza Sol
Con la orientación de su padre, el pionero de las exportaciones de banano ecuatoriano en el mundo, Luis Noboa Naranjo, aprendió a afrontar las adversidades y a trabajar por el paÃs. Isabel Noboa comenzó su vida de empresaria con una academia de idiomas. Hoy el Mall del Sol y la Plaza Sol son un reto cumplido, la satisfacción del servicio dado y la obra que merece una condecoración de Guayaquil.
"Me siento satisfecha de recibir esta presea (Municipalidad de Guayaquil), pero lo hago con humildad en nombre de un equipo que ha trabajado para esto. Nuestro lema ha sido salir adelante y no participar en la crisis de paÃs y asà lo hemos hecho", es el pensamiento con el que Noboa inicia el relato sobre la ejecución de los dos ambiciosos proyectos, que han dinamizado la economÃa de la ciudad. Solo en el Mall del Sol la inversión llegó a los $30 millones. Tiene 197 locales comerciales y más de 40 islas. Abrió sus puertas en diciembre de 1997. Plaza Sol es un conjunto de comercio gastronómico (20 restaurantes de comida tÃpica) que espera terminar en 2005.
La tarea comenzó con la creación de Nobis y del centro comercial Mall del Sol en 1997, cuando el Ecuador soportaba la peor crisis económica del último medio siglo. "Y nosotros tenÃamos el Mall más grande de la costa del PacÃfico Sur y con 100 mil metros cuadrados de construcción", añade la empresaria guayaquileña, quien junto con otras damas voluntarias creó la Fundación para la Adopción de Niños Abandonados (FANN). La apertura del centro comercial pasó a ser una fuente de empleo para más de 8 000 personas.
Ahora ella, siempre optimista, se ha lanzado a construir el Executive Centers, el hotel Four Points Sheraton y Plaza Sol, un proyecto que estará listo 2005 y representa una inversión superior a los $300 millones. Además dirige el Consejo Nacional de Competitividad, por encargo del presidente Lucio Gutiérrez.
Isabel Noboa dice que el grupo Nobis, a medida que ha ido fortaleciendo la inversión en el Ecuador, no se ha olvidado de su responsabilidad social.
"Desde muy niña fui orientada al bien común y lo asumà con responsabilidad", acota, al mismo tiempo que justifica que por ese mismo motivo hoy no recibirá personalmente el reconocimiento municipal, pues desde ayer participa en una conferencia sobre la responsabilidad social en el ámbito empresarial. (NMCH)
La academia de idiomas, el inicio
La empresaria Isabel Noboa saltó al escenario de los negocios a los 24 años, cuando abrió una academia de idiomas donde daba clases a 60 alumnos.
Es la presidenta vitalicia de Fundación para la Adopción de Niños Abandonados, donde dice haber aprendido a ser una empresaria creativa e innovadora.
Tras la muerte de su padre Luis Noboa Naranjo en 1994, Isabel pasó a trabajar con la Corporación Noboa.
El éxito empresarial para ella está en la creatividad, en la unidad y en la responsabilidad social que debe asumir el empresario. (NMCH)
"La gente quiere ir a un lugar donde no haya miedo"
El próximo año Quicentro Shopping, la semilla del negocio, será remodelado y ampliado
El liderazgo de las autoridades de Guayaquil fue una de las razones que motivó a un grupo de empresarios a pensar en el proyecto de un gran centro comercial en esa ciudad.
Uno de los que promovió la idea fue Alberto Deller, un empresario que ha dedicado toda su vida al negocio de los textiles y los centros comerciales.
La semilla del segundo negocio la sembró primero en Quito, con la construcción del Quicentro Shopping, y con esa carta de presentación fue a Guayaquil a juntarse con otros empresarios para pensar en lo que ahora es el centro comercial San Marino, inaugurado el 19 de julio, después de un proceso en el que debieron afrontar la devaluación de la moneda y el estancamiento de la economÃa.
"La inversión es parte de una dinámica de grupo, de un conjunto de almacenes que han financiado la construcción, y que son los verdaderos socios de los centros comerciales", asegura Deller, en su oficina del Quicentro Shopping de Quito, construido hace 14 años.
La idea comenzó a tomar forma cuando ganó las elecciones el actual alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Todos los almacenes que están ahora en el centro comercial San Marino invirtieron en el proyecto. "La confianza que un ser humano regala a otro es un patrimonio muy grande que hay que proteger", asegura
"Los ejecutivos de la ciudad hacen un esfuerzo muy importante para mejorar a Guayaquil. Ellos nos contagiaron esa dinámica", dice Deller. Una vez que el proyecto tuvo forma, el grupo creó Inmomundo, y buscaron a los mejores arquitectos de Estados Unidos, que se juntaron con un pool de profesionales ecuatorianos para diseñar el centro comercial.
"No hay mérito de un individuo. Nosotros somos promotores de una idea, y nuestro objetivo es impulsar una empresa". Su meta es continuar trabajando en el mundo de los textiles y de los centros comerciales. Está convencido de que los centros comerciales son como las plazas públicas de antes, adonde iba la familia a distraerse. "La gente quiere ir a un lugar donde no haya miedo".
Alberto Deller asegura estar contento por el reconocimiento que entrega el Municipio de Guayaquil, por su intermedio, a la empresa Inmomundo, pero asegura que las personas no importan y que lo importante son las obras y las cosas que dejan. "TodavÃa no me siento satisfecho con lo que he hecho. Hay que hacer mucho más en todo el Ecuador", dice. (JT)
De la hotelerÃa a los textiles
Alberto Deller nació en Europa Central, pero llegó a Quito cuando tenÃa dos años. Estudió la primaria en varias escuelas y después en el tradicional colegio MejÃa de Quito. Luego comenzó a estudiar HotelerÃa, pero se inclinó más por el mundo de los textiles.
Su padre fue uno de los fundadores del hotel Colón, comprado luego por la cadena Hilton. Por esa obra recibió un reconocimiento del Gobierno en los años setenta. En su oficina, Alberto Deller conserva un recorte de periódico donde se ve a su padre recibiendo la condecoración. (JT)
Una millonaria inversión para mantener la confianza
Ecuador consume mensualmente un promedio de un millón de litros de helado
Unilever Pingüino recibe hoy el premio Eco Eficiencia y Mérito Ambiental del Municipio de Guayaquil, por su gestión sostenible y socialmente responsable.
Roberto Orellana, gerente general, asegura que participaron en el concurso para optar por el premio seguros de las prácticas avanzadas para proteger el medio ambiente que el consorcio inglés-holandés aplica en el Ecuador.
"El consorcio ha emprendido muchos proyectos para proteger el medio ambiente. Un ejemplo claro es el negocio de peces que tiene en Europa, y Ecuador no es la excepción", dice Roberto Orellana.
El reto comenzó con la construcción de la planta de helados en 1998, en el kilómetro 22,5 de la vÃa a Daule, con todos los estándares de Unilever, "que son más estrictos que las leyes ecuatorianas", según Orellana. La fábrica tiene su propia planta purificadora de agua, que toma el lÃquido del rÃo Daule.
Las prácticas de manufactura también están orientadas a garantizar la seguridad de los 350 empleados. El cuidado va desde el buen uso de las máquinas hasta la utilización de uniformes adecuados para entrar en la sala de producción. "La calidad y la higiene crean confianza en los clientes, que mensualmente consumen un promedio de un millón de litros de helado", dice. "Lo que invertimos en calidad lo recuperamos en confianza", insiste Orellana. (NMCH)
Bananapuerto, entre los mejores del mundo
El movimiento de carga es de 900 mil cajas a la semana
El incentivo fue la deficiencia que encontraban en la Autoridad Portuaria de Guayaquil y el objetivo de la empresa, velar por la carga oportuna y eficiente de un producto delicado como el banano, de ahà nació la idea de abrir un puerto privado para las exportaciones de fruta.
Hoy Bananapuerto, construido por la empresa Dole en 2002 con una inversión de $30 millones (y cuya sede está a escasos 5 kilómetros del puerto de Guayaquil), mueve 900 mil cajas de banano para exportación a la semana y ha abierto 500 plazas de trabajo.
El gerente en Ecuador de Dole, Renato Acuña, dice con orgullo que el puerto ha ayudado a la ciudad y al paÃs a cumplir con la sustentación de su economÃa y de la dolarización, ya que con su actividad entrega eficiencia en el manejo del comercio internacional.
"Esto vino a desahogar los embarques y a darle una posibilidad de crecimiento a la actividad del comercio internacional, porque evidentemente si hay atrasos en los barcos los exportadores e importadores resultan perjudicados", señala Acuña, quien asumió hace siete años la gerencia local de Dole, tras haber liderado la subsidiaria de la multinacional estadounidense en Colombia.
El puerto opera con las mismas tarifas que ofrece la dependencia estatal y abrió sus instalaciones a otros exportadores. Del movimiento total de carga en Bananapuerto, un 20% está representado por terceros.
Acuña destaca que Dole no solo se preocupa por velar por la calidad y frescura del banano, sino también por la integridad de los empleados.
"Hicimos un trabajo muy completo con la asistencia de expertos en la materia. Queremos que este sea un puerto moderno que tome en cuenta su responsabilidad social" , dice.
El ejecutivo asegura que Dole no buscaba el reconocimiento del Municipio de Guayaquil, pero que ciertamente lo agradece muchÃsimo, más cuando Bananapuerto es el primero de la multinacional y cumple con los estándares de calidad internacionales, como las exigencias de la Ley de Bioterrorismo.
"Nos sentimos muy halagados ya que hemos brindado un beneficio económico y mejorado las condiciones de vida de los habitantes de la Isla Trinitaria" (un barrio periférico de Guayaquil que se benefició con la construcción de Bananapuerto), dice el empresario. Los habitantes de Isla Trinitaria ahora tienen mayor seguridad y las entidades públicas les prestan más atención, afirma. (NMCH)
Ratinab vive en EEUU e invierte en el Puerto
El Parque California agrupa a 300 clientes, en 25 hectáreas
Jacobo Ratinab llegó a Ecuador cuando tenÃa 24 años, en 1967. Nació en Chile, pero tiene las nacionalidades chilena y estadounidense, y la mayorÃa de sus proyectos comerciales los ha emprendido en Guayaquil.
El aporte empresarial de Ratinab al paÃs comenzó con la construcción de las ciudadelas Urdesa, El ParaÃso y, hace 10 años, con el edificio de estacionamiento Centro Park, pero su "consentido" es el Parque de bodegas California 1 y 2.
Esta última iniciativa, que estará lista en 2004 y que le valió una medalla de la Municipalidad de Guayaquil, nació luego de un sondeo sobre la necesidad que los importadores y las multinacionales tenÃan de resguardar sus productos.
"Hay que entender que la obligación de un empresario es tratar de descubrir necesidades y satisfacerlas. Con base en esa filosofÃa construimos Parque California 1 hace 7 años. Hoy California 2 es tres veces mayor que el proyecto inicial", resalta el empresario, que ya pasa de los 80 años.
Lo primero fue hacer un estudio para establecer la zona de mayor crecimiento en Guayaquil, que resultó ser la vÃa a Daule, en donde está ahora el Parque California. El proyecto comprende un total 25 hectáreas, con más de 500 bodegas y 125 locales comerciales.
En un principio los constructores pensaron solamente en bodegas destinadas a los importadores y a las compañÃas multinacionales, pero luego el proyecto fue modificado para atender a 700 mil habitantes de bajos recursos de la zona a través de locales comerciales.
"HabÃa un abandono total en el área ( una zona marginal al norte de la ciudad) y empezamos a implementar los puestos comerciales", añade y recuerda cómo empezó la búsqueda de apoyo entre las empresas grandes para que brindaran sus servicios a la gente de los barrios Bastión Popular y Flor del Bastión. Por eso el parque es conocido también como el "mall de los pobres". Cada tarde de domingo acuden cerca de 7 000 personas al parque. Una vez culminada la obra, que cuesta $55 millones, el número de empleados llegará a 1 500 , repartidos en las bodegas y los locales. El proyecto incluye un dispensario médico que será entregado en diciembre de este año al Municipio de Guayaquil.
Cada dos meses Jacobo Ratinab viene a Ecuador (vive en California, Estados Unidos) para revisar el avance del Parque California. Antes estuvo relacionado con la industria electrónica. (NMCH)