León Febres Cordero anuncia que socialcristianos actuarán en las próximas semanas
EL PSC plantea una consulta. ¿Cuál es la estrategia del partido para llevarla a cabo?
No debemos adelantar estrategias. No nos oponemos a reformas constitucionales, pues creemos que la Constitución deja mucho que desear: creemos, por ejemplo, en la bicameralidad o en la independencia absoluta de los poderes del Estado. Pero una consulta seria debe incluir una pregunta al pueblo sobre si quiere que se le revoque el mandato a (Lucio) Gutiérrez.
Ustedes persiguen eso...
No, no perseguimos nada. Estamos estudiando la estrategia. Creemos en una consulta popular seria, no en una que beneficie a un gobierno o un grupo polÃtico determinado. Yo lo que digo es que, dentro de una consulta popular, preguntemos si el pueblo quiere la revocatoria del mandato.
Entonces ustedes no plantean una consulta sólo para proponer la revocatoria.
No, la iniciativa de la consulta es del Gobierno por un lado, y de Pachakutik por otro.
El momento polÃtico actual parece reducirse a una confrontación Gobierno vs. Partido Social Cristiano, casi personalizado en usted.
No casi, es una controversia totalmente personalizada.
Bueno, el presidente Gutiérrez ha logrado galvanizar en usted a todos sus opositores, esa es la percepción general.
Es la percepción de los analistas, que en su mayorÃa son de izquierda; no la de la centroderecha, que es la tendencia mayoritaria en este paÃs desde 1990 en adelante. Somos la primera fuerza polÃtica del paÃs. En las últimas elecciones obtuvimos más concejales que ningún partido, incluso en la Sierra. Esos son hechos. Los ataques de Gutiérrez son a mÃ. Yo creo que al pueblo no le interesa esa confrontación; le interesa que el presidente gobierne dieciséis horas al dÃa, que se ocupe de temas trascendentales. Pero no: él se dedicó cuatro meses a hacer campaña polÃtica, y luego a diseñar estrategias para atacarme...
Como fuere, él encontró asà el modo de reaccionar ante su derrota electoral de octubre en las urnas y con un juicio polÃtico encima...
Ãl no tuvo la cordura de aprender a recibir golpes. El resultado electoral se debe a sus desaciertos. Pero eso no le da la autoridad moral para perseguir a sus adversarios polÃticos.
Lo que digo es que él empieza a reaccionar a partir del planteamiento de juicio polÃtico. Y cuando ese pedido no pasa, obtiene un round a su favor, sin duda...
No, no. Cuando un boxeador le pega a otro con un garrote no hay round a su favor. Eso es lo que ha pasado: un presidente que usa el dinero del pueblo para comprar un Congreso, armar una mayorÃa con saliva y tirarse abajo a la más alta autoridad constitucional (el TC), y hasta a los miembros del Tribunal Supremo Electoral durante un proceso electoral, tiempo durante el cual es intocable. Vivimos una dictadura entre el Presidente y la actual mayorÃa.
Esta mayorÃa no es distinta de las tantas que han existido en nuestro paÃs y que reflejan alianzas...
Pero alianzas legÃtimas, señor, no para violar la Constitución.
¿No se violó la Constitución cuando una alianza PSC-PRE dijo que âpor esta última vezâ el Congreso nombraba miembros de la Corte Suprema pese a que el pueblo dijo que no en una consulta popular?
No. No se violó la Constitución: se hizo una ley para la cooptación. Fue un equipo de cooptación, nombrado por la sociedad civil. Nosotros no lo impusimos. El proceso de cooptación no sanea los problemas de un dÃa para otro: necesita 10 ó 15 años hasta que se despolitice la justicia. No se la puede despolitizar en 24 horas porque todo ser humano, por serio que sea, tiene una ideologÃa.
De cualquier modo, el Presidente recibió un aire a partir del pedido de juicio polÃtico. Reaccionó. Y la decisión del Congreso le dio más aire.
Pan para hoy, hambre para mañana. Yo no sé a qué tipo de aire se refiere usted. A ustedes lo que les preocupa es el aire de Gutiérrez, o el de Febres Cordero. Ustedes no se preocupan de las violaciones a la Constitución. Déjeme darle un ejemplo burdo: mañana, por resolución de 51 diputados, pueden convertirnos en una monarquÃa. Sobre esas violaciones no se habla. El diario de ustedes lo ha denunciado. Pero nadie habla de la ruptura constitucional que hizo esa mayorÃa...
Una mayorÃa armada con ex socialcristianos...
Nosotros aceptamos que nos traicionaron.
Más de una vez, entonces. En el caso del diputado Almeida le dieron más de una oportunidad.
La traición es humana: viene desde Judas y Jezabel. Es bÃblica. ¿Por qué ustedes no se preocupan de los que traicionaron a la ID?
Estamos hablando con el lÃder del PSC...
Pero es que eso fue una traición al paÃs, no al Partido Social Cristiano.
¿Va el Presidente de la República hacia la reestructuración de las cortes?
Definitivamente. Que no nos llame la atención que mañana lo haga.
¿Y ustedes cómo se preparan para eso?
¿Qué podemos hacer? Usar todos los recursos que nos da la ley. Recurrir a los organismos internacionales, a instancias jurÃdicas ecuatorianas. No tenemos otra arma.
¿No?
Estamos frente al poder del dinero, de la fuerza pública politizada a nivel de las cabezas, no de la institución como tal. ¿Cómo podemos pelear? Salvo que nos pidan que salgamos con rifles y pistolas a enfrentarnos.
¿Solo el dinero explicarÃa eso? Hemos pasado de un presidente que recibió un golpe electoral a uno que, según ustedes, controla todo...
Solo el dinero puede conseguir eso. Cuando hay un gobernante asÃ, no quedan conciencias limpias, salvo honrosas excepciones, en el ámbito polÃtico.
¿Usted le está diciendo al paÃs que lo único que hará el PSC es recurrir a organismos internacionales si existiera, por ejemplo, una reestructuración de las cortes?
No, señor. Usaremos los mecanismos que nos da la ley en el Ecuador, que los vamos a usar. Pero no me pida que le diga qué vamos a hacer. Ya tenemos una estrategia pues, señor.
¿Con qué lÃneas maestras?
Perdóneme; a mà usted no me va a hacer caer en la trampa. Usted verá en los próximos quince dÃas nuestra acción. Espere sentado.
¿Habrá pelea entonces?
Mis genes no han cambiado. Nacà de ellos y morirán en mÃ. Yo defiendo los intereses del pueblo ecuatoriano, de ese pueblo que me eligió, con la más alta votación porcentual de la historia, dos veces como alcalde de Guayaquil, y como diputado por la provincia del Guayas. No sé si usted me está insinuando que me retire de la polÃtica, pero yo no me voy a retirar. Yo le pregunto: ¿Adenauer, De Gaulle, Churchill, y no me estoy comparando por supuesto, cuándo se retiraron? Cuando murieron. Yo no me voy a retirar. Mi jubilación es la muerte. Nosotros estamos estudiando qué hacer, en derecho. Nosotros jamás nos precipitamos.
¿Y con quién se aliará?
Ninguna alianza: coincidencias es lo que buscamos. No solo los socialcristianos respetamos la Constitución. Lo están haciendo la Izquierda Democrática o Pachakútik, con quienes tenemos un abismo ideológico.
¿Qué coincidencias concretas buscan hoy? ¿Impedir la reestructuración de las Cortes, por ejemplo?
Mire, las resoluciones en el Congreso se pueden tomar por la mayorÃa absoluta de los presentes en cuanto haya quórum, que es 51 en el caso del Congreso. Consecuentemente, con 26 votos usted puede tomar cualquier resolución: tumbar al tribunal electoral, a la corte suprema, al tribunal constitucional, declararse monarca de la república, convertir al Ecuador en un reinado...
Nada raro: 44 legisladores declararon loco a un presidente y lo echaron
Esa es otra confusión creada por los medios de comunicación. La Constitución permite cesar a un presidente cuando fallece, renuncia, o es declarado incapaz mentalmente. Cuando es destituido tiene un procedimiento especial. Tumbar por resolución a un presidente, si se cumple con las normas constitucionales, es legal. Por juicio polÃtico tiene que ser con los dos tercios de la mayorÃa del Congreso. Pero ahora, por resolución se lo puede destituir. Y la resolución puede ser de 26.
Bucaram y Noboa posiblemente se reúnan en Panamá en estos dÃas. Según una diputada del Prian, serÃa para tratar exclusivamente sobre la presidencia del Congreso...
Usted comprende que una reunión entre un polÃtico experimentado, como es Bucaram, y una persona con poca experiencia polÃtica, puede derivar en cualquier tipo de conversación, en el ámbito polÃtico.
Retomando su contestación anterior ¿26 legisladores podrÃan cesar al presidente de la República?
Por supuesto. Si es lo mismo que ya han hecho: asà cesaron a los miembros del TC.
Análisis
Gutiérrez y Noboa tienen que desdecirse
El caso de Abdalá Bucaram prueba que la depuración a la que juega la sociedad polÃtica es una ficción. Hace siete años el lÃder roldosista salió del poder. 44 diputados lo reemplazaron por Fabián Alarcón. Entonces, la sociedad polÃtica le hizo creer al paÃs que con esa revocatoria (en realidad un golpe de estado) el paÃs abandonarÃa la tragicomedia en la cual vive enredado. Siete años después, Ãlvaro Noboa, el candidato a la Presidencia que ha hecho sus campañas contra âlos mismos de siempreâ, tiene que negociar con él en Panamá. Y el presidente Lucio Gutiérrez, quien también hizo campaña contra la vieja clase polÃtica, le debe, en buena medida, su permanencia en Carondelet.
Conclusión: el sistema no se oxigena. Se recicla. Su dinámica no permite francotiradores. Ni outsiders. Cualquier veleidad es integrada en un juego que en forma permanente produce ganadores y perdedores, perseguidores y perseguidos, dueños de la baraja y vÃctimas. El sistema sobrevive: ni cambia ni se declara en crisis. Produce ficciones de cambio que, una vez publicitado, es inmeditamente conjurado. Por eso, Bucaram sale otra vez del ostracismo para convertirse en maestro de ceremonia, mesÃas de Lucio Gutiérrez, punto obligado de paso para Ãlvaro Noboa y principal contradictor de León Febres Cordero.
Ese es, al parecer, el destino de los que caen en desgracia en el sistema... Por eso, la actual crisis polÃtica no producirá cambios. La tramoya es igual y el problema está en barajar de nuevo el juego.