SucumbÃos. 09 ago 99. Agobiados por la crisis económica que
afecta al Ecuador y sin importarles la lucha armada entre
guerrilleros, paramilitares y militares colombianos, centenares
de ecuatorianos emigran a la amazonia de Colombia para trabajar,
en la mayorÃa de los casos, en los cultivos de coca o dedicarse
al comercio.
La población de General Farfán, conocida como La Punta, ubicada
a 25 km al Norte de Lago Agrio, en las riberas del fronterizo rÃo
San Miguel, y Puerto El Carmen del Putumayo, en el extremo
Nororiental de SucumbÃos, son los sitios donde se registra el
movimiento migratorio. También van por Dureno, al Puerto
colombiano Teteye, y por otros sitios.
En estos sectores, cientos de colombianos del Departamento del
Putumayo ingresan a nuestro paÃs para abastecerse de vÃveres,
gas, cemento y otros artÃculos, e incluso para divertirse y
descansar.
Desde el viernes hasta el lunes, en Puerto El Carmen y La Punta
hay un intenso movimiento comercial; los salones de baile y de
bebidas dan un ambiente festivo.
La vigencia de un convenio migratorio binacional entre Colombia
y Ecuador permite que personas de los dos paÃses crucen
libremente la frontera con solo presentar su cédula de identidad.
Los ecuatorianos pueden llegar hasta Cali y los vecinos del Norte
hasta Ibarra; para adentrarse más es necesario obtener un permiso
en Migración.
Revisamos sus documentos y que no porten armas; cumplido ese
requisito cruzan sin problemas la frontera; si les preguntamos
a los ecuatorianos a qué van, indican que a trabajar en la
agricultura, expresó un militar, que no se identificó, en el
control de La Punta.
AtraÃdos por los pesos
Con su maleta al hombro y la esperanza de conseguir dinero los
ecuatorianos cruzan en botes. Desde La Punta llegan a Puerto
Colón en Colombia, luego de navegar durante 15 minutos por el rÃo
San Miguel; de ahà van a La Hormiga, San Miguel, La Dorada, El
Tigre, y otros; en esta zona actúan la guerrilla, los
paramilitares y los militares, por lo que el peligro es
inminente.
Por Puerto El Carmen, navegando por los rÃos San Miguel y
Putumayo, llegan a Puerto Ospina y otros sitios controlados
exclusivamente por guerrilleros de la Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Aquà en SucumbÃos solo pagan 30.000 sucres diarios, sin comida;
allá pagan mÃnimo quince mil pesos que son más de 90.000 sucres
con cuarto y comida, es por eso que uno arriesga, dijo Luis Vega.
Por favor no me pregunte mi nombre; uno se va a aventurar porque
puede encontrar la muerte o un mal patrón que a veces no paga por
dos o tres meses de trabajo. Lo primero que le piden es que no
sea sapo, es decir uno solo tiene que ver, oÃr y calla, mencionó
un orense de 30 años.
Descartó que hayan ecuatorianos que se unan a la guerrilla; unos
pocos que no quieren trabajar en el campo creo que se unen a los
paramilitares porque, según he oÃdo, dicen que pagan cientos de
miles de pesos por un muerto, pero eso no me consta, reveló.
También salen mujeres
Decenas de mujeres van para dedicarse a la prostitución. Solo en
Puerto El Carmen, la CapitanÃa registró hasta mayo la salida de
unas 60 por semana, quienes declararon irse con ese motivo.
En julio el número bajó a diez, por ser temporada baja en los
cultivos y porque en el vecino paÃs les exigieron el carné
profiláctico y otros documentos.
Carmen N., trabajadora sexual oriunda de Quito, aseveró que se
arriesga a viajar porque en cada fin de semana reúne al menos un
millón y medio de sucres, aunque de esa cantidad debe pagar un
impuesto, que no especificó.
Intenso movimiento
La actividad económica de Puerto El Carmen, La Punta, Lago Agrio
y las poblaciones fronterizas dependen en gran porcentaje del
movimiento migratorio, por ello en la capital provincial hay unos
treinta locales donde compran pesos.
Sin embargo, las dos primeras poblaciones carecen de los más
elementales servicios básicos.
En Puerto El Carmen, cantón desde hace 30 años, sus habitantes
beben el agua del rÃo San Miguel, no hay alcantarillado, una sola
cabina telefónica sirve a los aproximadamente 4.000 residentes;
no cuentan con señales de radio y televisión ecuatorianos.
En este sector la libra de arroz cuesta cinco mil sucres; una
cola, cuatro mil; un almuerzo de mediana calidad, 25.000 sucres,
pero los comerciantes prefieren cobrar en pesos porque ganamos
más al cambiar la moneda.
En la cosecha el polvo les afecta la piel
Vicente N., es un hombre de 43 años que labora en las
plantaciones desde hace dos años, en que salió de una compañÃa
petrolera porque le pagaban un salario bajo.
Nuestro trabajo es en los cultivos de coca, que en la vereda Las
Mesas, cerca a La Hormiga, se ven como si fueran plantaciones de
cualquier otro producto. Allà un 60% de los jornaleros somos
ecuatorianos, aseveró.
Su versión se comprueba al navegar por el rÃo San Miguel, desde
donde se ven unos sembrÃos.
Relató que en la limpieza y cuidado de los cultivos les pagan un
promedio de 12.000 pesos diarios (74.000 sucres al cambio
actual); en fumigación, 15.000 pesos (93.000), con cuarto y
comida. Lo conveniente es irse por dos o tres meses, ahà se
acumula alrededor de siete millones de sucres como mÃnimo,
explicó.
El jornalero, oriundo de Quevedo, dijo que en tiempos de cosecha
pagan 2.000 pesos por arroba cosechada y alcanzan hasta 15
arrobas al dÃa, por lo que ganan 30.000 pesos (186 mil sucres).
Pero en la cosecha hay riesgo, el polvo afecta la piel acotó, y
mostró sus brazos manchados con unas arrugas blancas.
Enfatizó que deben ser muy cuidadosos al hablar de la actividad
que cumplen; nosotros vemos muchas cosas pero debemos callar para
que nos vaya bien.
Guerrilla cruza por descanso o diversión
LA PUNTA, SucumbÃos. Residentes en las poblaciones fronterizas
e incluso autoridades militares, afirmaron la semana pasada que
para ellos no es novedosa la presencia de elementos vinculados
con la guerrilla colombiana en nuestro territorio, pero aclararon
que no vienen con fines militares sino para descansar o
divertirse.
Un oficial militar que pidió reserva de su nombre, indicó que
denuncias de supuestas incursiones se han dado desde hace unos
tres años, pero no han podido ser comprobadas.
Agregó que han aumentado el número de elementos militares y
operativos de vigilancia en la lÃnea de frontera, pero no han
reportado novedades, además de la ubicación de los restos de dos
campamentos tal como lo informó en su oportunidad el Ministro de
Defensa, Gral. José Gallardo.
Los operativos de vigilancia de los uniformados se concentran
especialmente desde el Oeste de La Punta hasta Puerto RodrÃguez,
en el extremo oriental de SucumbÃos.
La lucha es interna
En Puerto Ospina, sector dominado por la guerrilla en el
departamento colombiano de Putumayo, el Corregidor Jorge Cortés
manifestó, pese a no estar autorizado para referirse a ese tema,
que la lucha armada en ese paÃs es interna y por motivos que solo
a ellos les interesa.
En este puerto, otras personas allegadas a las FARC afirmaron que
el objetivo es avanzar hacia el interior de Colombia y que no les
conviene para nada abrir otro frente de combate, aunque reconoció
que ellos cruzan la frontera, en algunos casos para recuperarse
de enfermedades o heridas.
Luis Faz, dirigente de la cooperativa de camionetas General
Farfán, cuestionó las versiones extraoficiales de que el Ecuador
intervendrÃa en operaciones contra la guerrilla, en apoyo a
Colombia.
El propietario de una tienda de vÃveres indicó que un gran número
de residentes e incluso autoridades de los pueblos fronterizos
de SucumbÃos, están conscientes que integrantes de la guerrilla
pasan a nuestro territorio, como lo hacen otras personas, pero
no causan problemas a los residentes.
Ya no queremos más muertos
PUERTO OSPINA , Colombia. Para todo colombiano es importantÃsimo
lograr la paz; ojalá los diálogos nos conduzcan a ese camino,
señaló Jorge Cortés Pinzón, Corregidor de Puerto Ospina,
población de la amazonia colombiana, ubicada en la zona liberada
en poder de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estar en donde nos encontramos es una situación bastante
lamentable; serÃa un orgullo que la paz llegue pronto. No
queremos ver más colombianos muertos, hermanos muertos de parte
y parte; eso nos duele muchÃsimo, señaló el corregidor.
Cortés es la autoridad del pueblo, designada por el gobierno
municipal de LeguÃzamo, pero debe cumplir además las indicaciones
del comando regional de las FARC. Permanentemente le acompaña un
grupo de miembros de ese grupo guerrillero.
Explicó que su misión es mantener el orden y exigir a la
comunidad que se una para la ejecución de obras; mi actuación
debe ser lo más correcta posible para evitar problemas, añadió.
Resaltó la importancia del intercambio comercial y laboral entre
Colombia y Ecuador. Nosotros respetamos mucho a los ecuatorianos
porque acudimos allá para abastecernos, asà mismo hay personas
del vecino paÃs que vienen a laborar en este sector, señaló.
Los comerciantes ecuatorianos tienen facilidades para su
actividad, a cambio deben pagar un impuesto de 3.000 a 5.000
pesos (unos 30.000 sucres), que son utilizados para beneficio de
la comunidad.
Pueblo sin jóvenes
Puerto Ospina está ubicado en las orillas del rÃo Putumayo; sus
calles lucen vacÃas pero el fin de semana presentan gran
movimiento. Su población se compone de hombres mayores de 35
años; mujeres y niños. No hay presencia de jóvenes.
El dÃa en que un equipo periodÃstico de EL UNIVERSO tuvo acceso
al lugar, luego de contactos previos desde Puerto El Carmen, en
el lado ecuatoriano, los elementos de la guerrilla cumplÃan
misiones por el centro del paÃs.
La organización, cumplimiento de reglas, eliminación de la
delincuencia, son entre otros los aspectos visibles que
contrastan con el temor a más violencia en el poblado, donde como
recuerdo de una anterior etapa solo quedan las ruinas del
edificio de la Marina colombiana.
Al momento llevan adelante un proyecto de edificación de 60
viviendas para reasentar a los moradores de las orillas del rÃo.
Advierten riesgo de caos social
LAGO AGRIO. El fracaso de la polÃtica económica del régimen de
Jamil Mahuad, es la causa para la salida de ecuatorianos a la
amazonia colombiana, situación que en el futuro puede generar una
descomposición social, advirtió el Alcalde de Lago Agrio, Máximo
Abad.
Si no se elimina la desocupación y más bien se la sigue
alimentando con una polÃtica de hambre, que hace que los pobres
no tengan con qué dar de comer a sus familias, entonces se genera
una explosión social y búsqueda de formas de sobrevivir, expuso
Abad.
Aclaró que si bien en la actualidad, en SucumbÃos se registra un
considerable porcentaje de delincuencia, en esta provincia hay
gente muy trabajadora.
Ya no es la región Amazónica de hace décadas; acá tenemos una
frontera activa que requiere de gobierno, caminos asfaltados,
escuelas e infraestructura básica. (Texto tomado de El Universo)