Guayaquil. 02 may 99. El Ecuador negoció con el Fondo
Monetario Internacional un acuerdo stand-by que le permite
acceder a recursos financieros para apoyar su balanza de
pagos.
El acuerdo con el FMI permitirá al paÃs renegociar la deuda
que mantiene con el Club de ParÃs, y lograr acuerdos con el
Banco Mundial y el BID, para préstamos que apoyen,
principalmente, iniciativas sociales.
Adicionalmente, el Ecuador podrÃa ser considerado para
renegociar, en similares términos a los del Club de ParÃs, los
bonos que haya emitido y colocado en el Euromercado.
Pero, la pregunta que siempre se hace en este tipo de
negociaciones, es la siguiente: ¿Cuál será el contenido básico
de la carta de intención que deberán suscribir las partes?
En este sentido la respuesta es directa, la receta
fondomonetarista no es muy variada, elementos comunes se
encuentran en los documentos suscritos por diferentes paÃses
en los últimos diez años, y esta realidad se debe a que el FMI
no ha cambiado su enfoque monetario sobre el ajuste de la
balanza de pagos, que radica en el ajuste fiscal y en el
control del crédito interno neto.
Además, como complementos centrales al programa económico, se
encuentran las llamadas reformas estructurales en las áreas:
financiera, fiscal y de reforma del Estado. Con relación a
esta última reforma, los dos componentes que serán parte del
programa con el Ecuador harán relación al programa de
privatizaciones, y reforma a la seguridad social.
Con relación a la reforma financiera, el sector bancario
estará al centro de las negociaciones, para lo cual se
incorporará como anexo a la carta de intención un cronograma
de acciones que se deberán implantar para capitalizar al
sector financiero, reforzar la supervisión y regulación
bancaria, y reestructurar al sector productivo.
Capitalización bancaria
El FMI exigirá que se introduzca mediante ley el mecanismo a
seguir para capitalizar los bancos viables, e incorporar
acciones que vayan en lÃnea con la limpieza de la cartera
bancaria.
Este punto es sumamente importante para el programa económico,
ya que permitirá cuantificar los costos fiscales que demandará
el rescate bancario, y medir su impacto en el gasto público.
Además, para efectos de la conducción de la polÃtica
monetaria, y la aplicación de la ley que dio paso a la
creación de la AGD, el monto de los incrementos en el crédito
interno neto son igualmente importantes para establecer las
metas cuantitativas a las cuales se deberá someter el
programa.
Las auditorÃas internacionales son un paso en esa dirección, y
los desembolsos del FMI estarán sujetos a la estrategia que se
diseñe para capitalizar, liquidar, fusionar, o intervenir las
instituciones bancarias que se identifiquen. La liberación de
los depósitos del público dependerá de la situación real del
sistema financiero.
Dentro de los alcances al programa de reforma al sector
bancario, se incluirá el mecanismo para liquidar los activos
de los bancos que se cierran, ya que la mera intervención no
soluciona el problema que al FMI le interesa, cual es
disminuir los costos fiscales.
AsÃ, reformas a la ley de instituciones financieras para
agilitar los procesos de embargo y liquidación de garantÃas se
incoporarán. También, la ley de concurso preventivo deberá
contemplar las incorporaciones que se han venido dando en
otras legislaciones en paÃses con problemas similares, para lo
cual, se necesita de una reforma que permita, que los procesos
de negociación entre deudores y acreedores sean transparentes
y dinámicos.
Otros condicionamientos
Como parte de los programas de ajuste estructural del
bancario, se incorporarán a la carta de intención cronogramas
de cumplimiento de las siguientes reformas: privatizaciones,
seguridad social y fiscal.
Con relación a las privatizaciones, la ley que el presidente
se apresta a enviar al Congreso es parte del acuerdo, por
medio de la cual se podrá privatizar los tres grandes sectores
de producción y servicios estatales: hidrocarburos,
telecomunicaciones y electricidad.
El Seguro Social, que es un contingente fiscal será parte de
las reformas, y su cuantificación financiera e impacto fiscal,
asà como su financiamiento, serán parte integrante de los
compromisos que adquirirá el Ecuador.
Finalmente, se insistirá por parte del FMI en una reforma
fiscal, que vaya más allá de la reforma impositiva; por lo
tanto el tema seguirá estando en la mesa de negociaciones, y
dependerá de los resultados fiscales, para evitar insistir en
el alza del IVA y la eliminación de las exenciones que quedan.
Metas cuantitativas
El FMI aceptarÃa un déficit de 3,5% del PIB, debido a la
situación recesiva en que se encuentra el paÃs e insistirá en
cifras en cuanto al nivel del gasto social para atenuar el
impacto que el programa tendrá sobre los sectores más
vulnerables de la sociedad. Esta última sección es una de las
pocas nuevas incorporaciones en los programas stand-by que se
suscriben con el FMI, la misma que entró en vigor a partir de
la crisis asiática.
El programa apuntará a una reducción importante del déficit de
la cuenta corriente de la Balanza de Pagos, posiblemente a
niveles no mayores de 4% del PIB para fines de año. En esta
dirección, el ajuste cambiario experimentado en marzo, y los
repuntes de los precios de las materias primas y recursos
naturales en los mercados internacionales, conjuntamente con
la reducción del déficit del gasto público, coadyuvarán a
lograr el objetivo.
Sin embargo, el fondo exigirá al Ecuador un superávit primario
de por lo menos 3% del PIB. Es decir cuentas en azul antes del
pago de los intereses de la deuda. En este sentido el esfuerzo
fiscal deberá ser muy fuerte para lograr tal objetivo.
Con relación a la polÃtica monetaria, la carta de intención
incorporará la condicionalidad de aplicar un nuevo mecanismo
técnico que considere a la inflación como el objetivo primario
de la polÃtica monetaria.
Hasta que se pueda implantar el nuevo mecanismo para el diseño
y conducción de la polÃtica monetaria, metas de crecimiento de
la base monetaria y de los activos internos netos serán parte
del programa.
Finalmente, metas de inflación, crecimiento económico, nivel
de reservas, lÃmites al endeudamiento interno y externo serán
parte importante del programa.
Como se podrá observar, será un programa de ajuste
estructural, siendo el programa económico una de sus partes.
Por consiguiente, para lograr que el FMI realice los
desembolsos de manera puntual, se deberán no solamente cumplir
las metas cuantitativas, sino aprobar las reformas legales que
son parte del programa. En esta última parte, el Congreso
Nacional será una pieza importante para cumplir con los
compromisos que se adquieran en la carta de intención con el
FMI.
Objetivo de la visita presidencial a Estados Unidos
Con relación a las negociaciones que el Ecuador deberá iniciar
con el FMI, el Presidente de la República, Jamil Mahuad,
aprovechó la invitación que le realizara la Universidad de
Harvard para participar en actos programados por la escuela de
gobierno, para luego trasladarse a Washington.
En la capital norteamericana, mantuvo una reunión con el
influyente Viceministro del Tesoro, Sr. Lawrence Summers, para
hacerle conocer de manera directa, sin intermediarios, las
acciones que el Ecuador pretende implantar para estabilizar su
economÃa. Asimismo, reafirmando lo que mencionó en Harvard, le
habrá hecho conocer de la decisión del Gobierno ecuatoriano de
presentar ante el Congreso las reformas necesarias que
viabilicen la privatización de las grandes empresas estatales.
Esta reunión se realizó justamente el dÃa anterior a que se dé
inicio en Washington las reuniones de primavera del FMI y el
Banco Mundial, en donde serán parte de la agenda de discusión,
la condonación de las deudas de los paÃses más pobres, y la
reestructuración de los eurobonos emitidos por los gobiernos
de acuerdo a los términos del Club de ParÃs.
Asimismo, la reunión de Washington, marca el inicio de las
negociaciones que tendrán los equipos técnicos del Ecuador y
el FMI, las mismas que contarán con el aval del gobierno
norteamericano y el firme compromiso del presidente
ecuatoriano. (Texto tomado de El Universo)