Quito. 09.01.94. El debate y la preocupación sobre el indio,
ha dejado al margen al campesino. Mientras el primero
reivindica una diferencia étnica, cultural, una identidad
propia, el segundo parece confundirse como un elemento más en
la economÃa de mercado, cada vez más débil, más atomizado,
más inserto en unos términos de intercambio secularmente
injustos. Y en gran parte, estamos hablando del mismo sujeto:
el indio y el campesino. Solo que la discusión se ha centrado
sobre las demandas indias de un paÃs plurinacional y no sobre
su condición de productor pobre.
De modo que es válido volverse a plantear: ¿existe una
economÃa campesina diferenciada del resto de la economÃa
nacional, viva aún, viable, o no le resta al campesinado otro
camino que un lento desangre, una incontrolable migración?
¿Hay en él un modo de ser y de vivir distinto, que no sea la
marginalidad rural? Esta sección de "Cultura polÃtica" se ha
planteado el tema, a propósito del seminario que, sobre
"EconomÃa campesina", dicta este momento en el Centro de
Estudios Latinoamericanos de la Universidad Católica, Enrique
Mayer, profesor del Departamento de AntropologÃa de la
Universidad de Illinois y ensayista peruano de conocida
trayectoria, con quien dialogó HOY .
Pero si nos preguntamos sobre lo que distingue a la economÃa
campesina, es necesario preguntarse también si existen
polÃticas estatales diferenciadas y apropiadas a esa economÃa
campesina... Estamos viviendo la agonÃa del desarrollo rural
es la respuesta en la que coinciden los analistas consultados
en estas páginas.
- ¿Se puede hablar de una economÃa campesina como algo
especÃfico para vivir y producir distinto a la economÃa
global,la de mercado?
Si, Existen condiciones internas que permiten hablar de una
economÃa campesina.
- ¿Qué condiciones?
A su interior actúan al mismo tiempo como ingredientes
sustanciales,la subsistencia sin intervención de la moneda y
la economÃa monetarizada,los dos interactúan y se articulan
entre sà No se trata de la vieja teorÃa del dualismo.No. Hay
los dos factores en ena combinación.Y hay una caracterÃstica
más: los campesinos en los paÃses andinos,están asentados en
las tierras altas,en las laderas,son siempre marginales....
- Pero se podrÃa pensar que la profunda crisis latinoamericana
y andina de los años 80 debilitó esas economÃas.
Pienso que se han fortalecido. Los campesinos no han
abandonado la economÃa de subsistencia,al cotrario,se han
refugiado de los efectos de la crisis dentro de ella.
- Pero son años en los que se ha incrementada emigración hacia
las ciudades.
La existencia real de la emigración no excluye lo otro.
Evidentemente que los campesinos tienen recursos exiguos y por
tanto siguen obligados a emigrar. Pero hay fenómenos como el
cierre de las minas de Bolivia ... Gran parte de esa población
se refundió en la economÃa campesina.
¿Hay posibilidades de una economÃa campesina ligada a la
producción de exportación?
Aquellas economÃas campesinas más viables.Pero la mayorÃa
están dirigidas a la producción de alimentos para el mercado
nacional.
-¿Se puede todavÃa sostener que los campesinos son los
principales proveedores de la alimentación en estos paÃses?
Hasta los años 70 la producción campesina en el Ecuador por
ejemplo, crecÃa a una tasa anual del 3.4%, mientras la
producción agropecuaria global lo hacia en un
3.3%. Posiblemente esas cifras se han modificado pero pienso
que siguen siendo los proveedores de alimentos. Incluso se da
el caso de ramas de producción como la papa en Perú, donde los
campesinos producen a pérdida.
-¿Y cómo pueden continuar haciéndolo?
Esa es una de las carecteristÃcas de la economÃa campesina. La
economÃa de subsistencia absorve las pérdidas del mercado,
pero naturalmente eso no es sustentable a la larga.
- ¿Hay campesinos quÃmicamente puros, sin vinculación al
mercado?
No hay campesino que no prenda una vela adquirida en el
mercado.
Insisto, no se trata de dualismo pero sà de esquisofrenia en
torno a cómo conseguie el dinero necesario. Yo lo comparo con
la relación entre la economÃa nacional y el mercado
internacional.
- Hay quienes, para referirse al tercer mundo, hablan de
paÃses viables y no viables, de campesinos que viven tales
extremos de pobreza con los que ya no hay nada que hacer.
La economÃa mundial se mueve de tal manera, que es difÃcil
encontrar en ella un papel para el campesinado. Si en nuestros
paÃses se importa el grueso de los alimentos y la
agroindustria es más eficiente y menos costosa ¿ qué papel
pueden tener los campesinos? Pero el problema es que están
allÃ,que existen,que en algunos paÃses andinos son el 60% de
la población y hablar de campesinos no viables en ese caso,es
una simple frase. Hay que preguntarse a dónde van a ir,qué van
a hacer. Es necesario encontrarles un espacio. Otra cosa es que
los proyectos de desarrollo pensados hasta aquà para ese
sector no son viables.La etapa del desarrollo rural está casi
terminada.
-¿ Y se puede hablar aún de comunidad campesina,de producción
comunitaria,o la tierra,en esta última década,se ha
fragmentado mucho más ?
Si se privatiza la propiedad y la explotación de la
tierra,dicen los neoliberales,se abren los incentivos para la
innovación. Pero eso es muy difÃcil y complicado. Lo real es
que persiste el sentido comunitario. No hablo de una ideologÃa
comunitaria sino de la necesidad de colaboración comunitaria.
La propiedad campesina es y no es privada. Se combinan las
formas colectivas y privadas de producción.
-Si el desarrollo rural esta casi terminado ¿ qué queda?
Quedan los campesinos. Están allÃ. Y existe siempre la
posibilidad de aplicar polÃticas adecuadas de precios que
tienen gran impacto en la economÃa campesina. Por otra parte
vemos que los agricultores en Norteamérica,en
Japón,en Europa están subsidiados.
LA UTOPIA SEGUN MAYER
Al momento de dar recetas, este Enrique Mayer, tÃmido, que
está constantemente sonriendo para asà darles a las cosas su
lugarexacto, tomarlas en serio pero no volverlas trágicas,
insiste en que el propio mercado, con el auxilio de polÃticas
estatales,pueden dar una respuesta a los campesinos: donde hay
precios estables y justos, hay rentabilidad y hay impacto en
la vida campesina.
Y a partir de allÃ, el ovillo se desenvuelve... Las ciudades,
dice Mayer, crecen constantemente en nuestros paÃses y van a
demandar mayores alimentos. Cubrir esa demanda con
importaciones resultará a la larga cara y perjudicial. Hay por
tanto, que defender la producción nacional de alimentos.
¿Donde? En las tierras en manos campesinas. Entre tanto,
sostiene nuestro entrevistado, las tierras bajas pueden
dedicarse a los productos de exportación. Y si se necesita
subsidio, que exista. Y si el subsidio favorece por igual a
pequeños y grandes, que se implanta el IVA en el campo, para
la rentabilidad que alcanzan los grandes, compense el esfuerzo
y las pérdidas de los pequeños.
¿Una polÃtica de subsidios entonces?
"Una polÃtica de precios estables, realistas, que puedan o no
implicar subsidio -propone Mayer, trazando en cierta forma,
una utopÃa posible-. Es más estabilizador para la economÃa
nacional subsidiar al campesino que subsidiar un alimento
barato a nivel urbano..."
Crear, entonces, un espacio económicamente viable para los
campesinos. "De lo contrario, si quieren descampesinar a la
población, para hacerlo bien hay que ser Taiwan o Hong
Kong..." (1-C)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 09/Enero/1994 | 00:00