Washington. 03.11.92. Tras una dura campaña enmarcada por
ataques personales y penurias económicas, los estadounidenses
acudieron masivamente hoy a su primera elección presidencial
después de la Guerra Fría en la que según todos los sondeos
Bill Clinton derrotaría al presidente George Bush.

Muchos votantes encontraron nieve, lloviznas y fuertes vientos
mientras sufragaban, pero funcionarios electorales de todo el
país informaron que había largas filas frente a las casillas
electorales y predijeron una participación sin precedentes,
algo que se espera ayude a la fórmula demócrata.

La encuesta más reciente, de la cadena de televisión CBS y
divulgada mientras se emitían los primeros votos, estimó que
Clinton, el candidato demócrata, contaba con 45 por ciento de
las preferencias entre los votantes registrados, frente a 37
por ciento para el presidente republicano y 15 por ciento para
el independiente Ross Perot.

Pero en este extraño y volátil año electoral, un 15 por ciento
de los encuestados, una cifra inusitadamente alta, señaló que
aún podía cambiar de opinión en el último minuto, indicó CBS.

Bush, quien dice ser víctima de una prensa hostil y de la
recesión mundial, prometió hasta el último momento
protagonizar 'la mayor sorpresa en la historia de la política
de los Estados Unidos' con una victoria que derrotaría las
conclusiones de las encuestas.

Bush -quien ha criticado a Clinton calificándolo de
'escurridizo' y de ser un libertino en quien no se puede
confiar que está a favor de más impuestos y más gastos- cambió
el martes el acelerado paso de la campaña por un trote
matutino en Houston, su ciudad adoptiva, y una visita a un
centro comercial para adquirir casetes y carretes de pesca.

Bush respondió con una gran sonrisa y una seña con los
pulgares hacia arriba cuando se le preguntó si ganaría.

El mandatario, mostrándose relajado, emitió su voto a las
08.37 hora del este de los Estados Unidos (1400 GMT) y dijo
que estaba 'muy, muy contento' de que la extenuante campaña
electoral había terminado.

El vicepresidente, Dan Quayle, votó junto con su úesposa
Marilyn y su hijo Tucker en en Huntington, Indiana, su estado
natal, luego de mantener su tradición de visitar al dentista
el día de las elecciones.

Un infatigable Clinton regresó a su estado de Arkansas para
votar, luego de viajar 6.400 kilómetros en las últimas horas,
decidido a no perder la victoria en la recta final, como
parte de una campaña que duró 13 meses.

'Cada vez que paso por una fila de partidarios me encuentro
con alguien que o está votando por primera vez o no ha votado
en 20 años o es un republicano que nunca había votado por un
demócrata. Ese es un muy buen barómetro', dijo Clinton
confiado en Little Rock, Arkansas, estado del que es
gobernador.

Clinton y su esposa votaron en el Centro Comunitario Dunbar, a
unos 10 minutos de la mansión del candidato demócrata en
Little Rock, capital estatal.

Cuando se le preguntó lo que pensaba sobre la gran
concurrencia a las urnas, Clinton señaló; 'Estoy regocijado
por ello. No importa lo que suceda, los Estados Unidos
ganan'.

Su compañero de fórmula, el senador Al Gore, trotó cerca de la
granja de su familia en Carthage, Tennessee, y comentó que era
'un día brillante y soleado. Pienso que lo vamos a lograr'.

Perot, dando una última sorpresa, votó en relativo secreto en
una casilla de recepción de sufragios en Dallas, luego de
hacer creer en forma deliberada a los periodistas que había
emitido un voto en ausencia, como se denomina en los Estados
Unidos al sufragio emitido previamente.

Los expertos pronosticaron que pese a las lluvias y nevadas
que imperaban en gran parte del país, los estadounidenses no
se quedarían en casa. Los resultados finales se esperaban para
la noche del martes o las primeras horas del miércoles si la
contienda era muy reñida.

La elección en las boletas podría considerarse simple --pese a
que decidir entre tres candidatos es algo poco común en la
política estadounidense-- si se toma en cuenta la amplitud de
la campaña y el hecho de que se suponía que 1992 sería un año
de temas serios y de profundidad para abordarlos.

Elegir a Clinton es votar por un cambio tras 12 años de
Reaganomics -el modelo económico del ex presidente Ronald
Reagan-, mientras que escoger a Bush representa apoyar a un
mal conocido pero en el que se puede confiar y sufragar por
Perot significa desechar toda política tradicional.

'Si ustedes me eligen presidente hoy, trabajaré diariamente
pensando en ustedes', sáeñaló Clinton en Alburquerque en las
primeras horas del martes al final de un bombardeo
proselitista por nueve estados que abarcó la noche del lunes.

Bush, criticado por ignorar la situación interna del país pese
a ser elogiado por su capacidad en política exterior, pidió a
los votantes su reelección, prometiendo hacer por la enferma
economía lo que ha hecho por el resto del mundo.

En Dallas, Perot pronosticó una improbable victoria en los 50
estados del país con su mensaje de sacrificio económico y una
política ajena a los dirigentes tradicionales. Se esperaba que
muchos de los alguna vez partidarios del multimillonario
texano optarán por Bush o Clinton.

Además de la presidencia, los votantes debían renovar las 435
bancas de la Cámara de Representantes, 34 de los 100 escaños
del Senado, 12 gobernaciones estatales y definirse acerca de
iniciativas sobre propuestas que van desde una condena a la
homsexualidad hasta apoyar el derecho al aborto y límites a
los mandatos legislativos.

Especialistas preveen que el Congreso seguirá dominado por los
demócratas.

Las primeras casillas abrieron a las 06.00 horas locales, pero
los resultados de las encuestas efectuadas entre quienes ya
han sufragado se esperaban para 12 horas después.

Aunque no es un indicador, los primeros resultados se
registraron, en Dixville Notch, New Hampshire, un poblado de
37 personas donde Bush obtuvo 15 votos, Perot ocho y Clinton
dos.

El panorama nacional parecía muy diferente. La última encuesta
del grupo Gallup para la cadena de televisión CNN y el diario
USA Today estimó que Clinton obtendría el 49 por ciento de los
votos, Bush 37 por ciento y Perot 14 por ciento para. Un
sondeo de la cadena de televisión ABC estimó una ventaja de
siete puntos a favor del demócrata.

El Centro para Estudios del Electorado Estadounidense informó
que se habían registrado 136,3 millones de personas, 72,1 por
ciento de los estadounidenses capacitados para votar, cerca de
seis millones más de los que se habían registrado para
sufragar hace cuatro años. (REUTER)

EXPLORED
en Ciudad N/D

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