EL FIN DE UN ESTADO QUE NACIO FRAGIL EN 1991
Belgrado. 15.01.92. Nacida en 1918 como "Reino de los Serbios,
los Croatas y los Eslovenos" para sobrevivir entre equilibrios
inestables, Yugoslavia ha sucumbido a esta época de distensión
y fin de la guerra frÃa y el no alineamiento.
La Comunidad Europea reconoció el dÃa 15 el derecho de
serbios, croatas y eslovenos a ser independientes y la soberanÃa
de Eslovenia y Croacia.
El viejo sueño de la concordia sud-eslava (yugo-eslava)
concluÃa en dura "resaca", tras decenios de pesadilla para
serbios y croatas, arrepentidos del romanticismo y los
intereses que les llevaron al "matrimonio" que ha acabado en
sangriento divorcio.
De todos los sudeslavos, solo Bulgaria, el Estado más
consolidado de los Balcanes, no cayó en 1914 en la tentación
de unirse a Serbia, por haber perdido del lado de los Imperios
Centrales la primera guerra mundial y la Segunda balcánica
precisamente contra Serbia.
El primer Reino sudeslavo se formó bajo la gida de Serbia,
después de la primera guerra mundial, iniciada por el problema
serbio en la Bosnia (Sarajevo) que todavÃa sigue siendo hoy
el foco más peligroso de la crisis yugoslava.
No todo fue amor en aquel intento unitario de serbios, croatas
y eslovenos.
Croacia y Eslovenia emergÃan de la Gran Guerra como
antiguas pertenencias del perdedor Imperio austrohúngaro, y
aceptaron de buen grado el abrazo de Serbia, para convertirse
en un paÃs más grande y poblado que Austria y HungrÃa
juntas.
Serbia lo dudó mucho, pero acabó prevaleciendo la tesis
yugoslava sobre la de una gran Serbia cristiana ortodoxa que
englobara extensos territorios catálicos (croatas) y le
proporcionara la salida al mar que todavÃa no tiene.
Serbia le impuso al reino yugoslavo su capital (Belgrado), su
dinastÃa (Karadjordjevic) y su ejército, en el que en los
años treinta, más del 95 por ciento de los generales eran
serbios, según el historiador Vladimir Dedijer.
Los historiadores croatas atribuyen a los serbios el deseo de
rentabilizar más su hegemonÃa, a través de una Yugoslavia (paÃs
de los eslavos del sur), que por medio de una gran Serbia.
Pronto nacerÃa el terrorismo oportunista pronazi "ustasi"
croata que, aliado a los macedonios probúlgaros, acabarÃa
asesinando en Marsella en 1934 al rey Alejandro Karadjordjevic
y creando un Estado satlite de Alemania en 1941.
El comunista croata Tito se hizo en gran parte con el poder
gracias a los partisanos serbios de Croacia, etnia cruelmente
perseguida por los pronazis "ustasi" croatas, que exterminaron
decenas de miles de serbios en campos de concentración.
El actual jefe de Estado Mayor del ejrcito federal, general
Blagoje Adzic, contempló de adolescente algunas de aquellas
matanzas, en las que perdió a toda su familia.
Hace tres siglos los sudeslavos cristianos ortodoxos fueron
llamados a defender las fronteras catálicas del imperio
austriaco contra TurquÃa y, todavÃa en 1991, el 60 por
ciento de la policÃa y los altos oficiales militares de
Croacia eran serbios.
Aquel año ganaron las elecciones autonómicas los
nacionalistas de Franjo Tudjman, que emprendieron una
polÃtica secesionista y desencadenaron "purgas" en el aparato
policial comunista, en el que prevalecÃan los serbios, con
altos mandos croatas.
Muchos policÃas serbios se fueron allà donde su etnia es
mayorÃa, en Croacia, a Krajina y, con ayuda del ejército
federal, en manos serbias desde la muerte del mariscal croata
Tito en 1980, organizaron enclaves rebeldes en el 30 por
ciento del territorio croata.
El lÃder serbio Slobodan Milosevic, según los analistas, no
obstante no haberle declarado la guerra a Croacia,
"teledirigió" desde Serbia aquella contienda iniciada el 2 de
mayo de 1991, que hoy entra en su decimotercer dÃa de
armisticio.
Milosevic tendrá que explicar ante la Asamblea serbia, según
coinciden amplios sectores de la oposición, los escasos
resultados de esta guerra para el pueblo serbio y la
destruccion de media Croacia.
A los ataques contra la ciudades croatas de Dubrovnik, Vukovar
y Osijek, sigue el llamamiento de Serbia a las tropas de paz
de las Naciones Unidas para que protejan a los serbios de
Croacia contra la revancha croata.
El secesionista croata Franjo Tudjman contribuyó a que el
miedo cundiera entre la minorÃa serbia de Croacia, al
despojarla en la Constitución separatista que promulgó el
año pasado, de todos los derechos autonómicos que los serbios
solicitaban.
Ello facilitó la propaganda de Milosevic, que convenció a los
serbios de Krajina de que los croatas querÃan volver a
intentar exterminarlos en campos de concentración similares al
tristemente famoso de Jasenovac durante la segunda guerra
mundial.
Muchos observadores concluyen que el "Reino de los Serbios,
los Croatas y los Eslovenos" se merecÃa un "divorcio" menos
conflictivo que el que ya se ha producido.
Pero los cientos de miles de matrimonios mixtos y las fábricas
y empresas de capital mixto que existen hacen presagiar que
los intereses volverán a imponerse sobre el odio. (EFE)
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Ciudad N/D
Publicado el 15/Enero/1992 | 00:00