L FIN DE LA REVISTA SOUTH, por Manuel Soria
Londres. 16. 08. 90. (Opinión). "South" (Sur), la revista
empresarial del mundo en desarrollo, fue editada por última
vez en junio pasado. La próxima vez que el público lector al
cual llegaba esta revista quiera informarse tendrá que hacerlo
a través de publicaciones que tan sólo expresan el punto de
vista del Primer Mundo.
A pesar de sus limitaciones, la muerte de "South" representa
una gran pérdida para los paÃses en desarrollo en el campo de
la información. Publicada en Londres, "South" llegó a
alcanzar una circulación mensual constante` de 80.000
ejemplares, con la cual podÃa asegurarse más de US$ 1,5
millones en ingresos por venta de espacios publicitarios. Si
bien la publicación central era editada en inglés, "South"
también pudo circular en castellano, chino y árabe; cuatro de
los idiomas más extendidos en el llamado Tercer Mundo.
"South" era primordialmente una revista enfocada hacia el
comercio internacional, destinada a banqueros mundiales,
polÃticos y economistas del desarrollo. Como parte de la
organización Third World Media (Medios de Comunicación del
Tercer Mundo), editora de otras publicaciones especializadas
en el mundo en desarrollo, numerosas copias de "South" eran
envidadas en forma gratuita a universidades y académicos en
todo el mundo.
A lo largo de la década pasada, sin prestar atención al
problema de recibir divisa en pago por sus ventas en América
Latina, Africa y Asia, "South" continuó siendo distribuido.
En muchos paÃses africanos, "South" era la única revista
internacional al alcance de los lectores interesados en temas
polÃticos y económicos del mundo en desarrollo.
Ahora, después del cierre de la publicación, muchos señalan
que ese método filantrópico de distribución fue una de las
causas de su muerte, aunque no la principal. A pesar del
éxito como medio de difusión, "South" nunca triunfó
comercialmente y siempre acarreó fuertes deudas. Quizás la
verdadera causa de su fin fue la complacencia; el mismo tipo
de complacencia que ha llevado a muchos paÃses en desarrollo
al atolladero social y económico en las últimas décadas.
Desde su fundación, la revista fue incapaz de caminar sin
muletas financieras, pero esto no fue percibido como un
problema real. Durante diez años, "South" recibió el respaldo
financiero indirecto del Banco de Crédito y Comercio
International (el mismo que fue multado con U$ 8 millones en
Florida, cuando algunos de sus ejecutivos en Panamá y los
Estados Unidos fueron enjuiciados por lavado de narcodólares
colombianos).
"South" fue establecida como una actividad sin fines de lucro
comercial, pues los banqueros árabes que la apoyaron
originalmente vieron en ella la oportunidad de promover una
causa común del mundo en desarrollo, a la vez que impulsaban
una imagen positiva de su grupo financiero. Sin embargo, un
cambio en las relaciones de poder dentro de la organización
matriz hizo que, en abril de este año, la revista perdiera
todo su apoyo.
El Banco de Crédito y Comercio Internacional fue fundado en
1972 por el banquero paquistanà Aga Hasán Adebi, con fondos
provenientes de la bonanza petrolera del Medio Oriente.
Noobstante, el control cambió de manos en marzo, cuando la
familia real del emirato de Abu Dabi consolidó bajo su firma
el 55% de las acciones y el 80 % de los activos de la
institución. El tiro de gracia que selló la muerte de "South"
se produjo cuando la nueva directiva anunció sin ambajes que
querÃan hacer del banco una organización puramente comercial.
Con estos antecedentes, resulta fácil culpar a los nuevos
banqueros por a muerte de "South"; sin embargo, muchos
expertos británicos en medios impresos coinciden en señalar
que la culpa real sólo puede ser atribuida a la miopÃa de
quienes permitieron que la publicación dependiera
exclusivamente de una sola fuente de apoyo financiero. (A-4).