DUNN EXPLICA SU VERSION. Por Ana Karina López
Quito. 03.11.92. ÂAl fin! No fue fácil conseguir una
entrevista con el ministro de Gobierno. Por una u otra razón,
el encuentro con Roberto Dunn se habÃa pospuesto.
Al entrar en su despacho nos recibió con la simpática sonrisa
que le caracteriza y aseguró estar dispuesto a que se le
interrogue sobre cualquier tema, que no iban a existir
restricciones de ningún tipo.
Y asà -aunque en un ambiente de relativa tensión- se toparon
todos los temas ligados a su cartera, aquellos que durante
estos dos últimos meses han constituido los titulares en los
periódicos del paÃs: el caso Molina, los 500 años, la relación
de Roberto Dunn con todos los partidos, especialmente con el
PUR y con el PRE, además de sus nexos con los demás miembros
del gobierno.
Molina: un exceso de confianza
Para Dunn la fuga del general Gilberto Molina, implicado en el
Caso Restrepo, no representó un descrédito para su Ministerio.
Lo catalogó más bien como un sufrimiento para la PolicÃa, por
el exceso de confianza que tuvo la institución en alguien que
habÃa sido su comandante general. Confianza que justificó ya
que "Molina volvió voluntariamente del extranjero cuando se le
llamó por el Caso Restrepo. Entonces quienes tenÃan una
relación directa con él jamás pudieron imaginar sus planes de
fuga. Los hombres son responsables por sus acciones y no las
instituciones. No se le puede culpar a la institución policial
de su fuga y tampoco se puede culpar, como se lo ha hecho mal
intencionadamente, al presidente o al ministro de Gobierno".
Para reforzar sus palabras Dunn hizo una exposición, con los
documentos pertinentes, sobre las medidas tendientes para la
captura de Molina: la correspondencia con el DAS de Colombia,
con las autoridades del Perú, con la cancillerÃa ecuatoriana,
etc.
Aseguró que a los policÃas que estaban de turno al momento de
la fuga se los está juzgando bajo los procedimientos internos
correspondientes...
- ¿Cómo ve usted el Caso Restrepo?
- Lo que le puedo decir es que en este gobierno no hay, ni
habrá, secretos de Estado en lo que respecta al Caso
Restrepo, ni ningún otro caso. Ni hay violación de derechos
humanos. Nos preocupa este asunto, y el gobierno dará todo
tipo de apoyo y colaboración -lo he dicho con autorización
del presidente de la República- para tratar de aclarar de una
vez por todas tan lamentable caso.
500 años, un dÃa antes...
Al topar el tema de los derechos humanos, la siguiente
pregunta cayó por la fuerza, y la sonrisa del ministro se
contrajo.
- Los artistas que fueron apresados declararon que hubo
violaciones a sus derechos humanos.
- Perdóneme, fueron detenidos porque habÃan graves sospechas
sobre ellos, inclusive habÃan extranjeros en ese grupo. No
solamente era un grupo artÃstico, ya que en su trayectoria,
desde la casa que salieron hasta el lugar donde fueron
detenidos, iban distribuyendo periódicos, hojas volantes, que
de una u otra manera incitaban a un proceso subversivo.
Pero no se los torturó. Si se los apresó habÃa que
interrogarlos. No se los apresó para preguntarles ¿les gustó
Quito?, ¿Cómo han pasado?
Si estamos velando por la tranquilidad de 10 millones de
ecuatorianos tenemos que actuar en determinados momentos.
Preferible es actuar a tiempo a no actuar.
Dunn aseguró que él pidió ver las huellas fÃsicas de la
tortura en los presuntos subversivos y que éstas no
aparecieron.
-¿Pero no es extraño que durante los cuatro años del gobierno
de Rodrigo Borja no hubo insurgencia, y de pronto, en dos
meses y medio que ustedes están en el poder, aparecen
sospechas de una posible guerrilla?.
- A Rodrigo Borja no le tocó gobernar durante "los 500 años".
Y la captura del lider senderista Abimael Guzmán en el Perú
hubiera podido tener algún rezago en el paÃs, aprovechando
"los 500 años".
- Se dice que usted no tenÃa conocimiento de la acción que se
iba a tomar en contra de los artistas. Que la orden vino del
Ministerio de Defensa.
- Son operaciones conjuntas que se hacen, yo fui informado tan
pronto fue realizada la operación.
- ¿Antes no tuvo conocimiento?
- TenÃa conocimiento que se estaba vigilando y en el momento
en que se produjo el hecho me notificaron.
El movimiento indÃgena
A pesar de que en ese momento Fausto Pérez, subsecretario de
Gobierno, ingresó al despacho para notificar al ministro que
se encontraban los transportistas en el Ministerio, la
entrevista no fue interrumpida.
Se tocó entonces el punto del movimiento indÃgena, Ãntimamente
ligado con los temas antes tratados. Se dijo que para
justificar el decreto de movilización y la militarización del
12 de octubre se habÃan realizado dos acciones: los
apresamientos de los artistas, y que se habÃan provocado los
saqueos en los centros comerciales en Quito para endosarlos a
los indÃgenas.
El ministro aseguró que aquello era "hilar muy fino". Que una
de las personas arrestadas durante los saqueos habÃa
trabajado en una comisarÃa durante el gobierno anterior, y eso
fue lo que produjo la confusión.
Sobre la militarización del 12 de octubre subrayó: "ÂEn fin,
yo no les comprendo realmente a ustedes, hombres de la prensa!
Se quejan de una gran militarización, y si no hubiera habido
el control combinado entre las fuerzas militares y policiales,
y se llegaba a una movilización masiva de 30 mil indÃgenas,
entonces nos hubieran acusado de una falta de protección.
"Creo que deben tener un poquito más de consideraciones con
quienes estamos este rato del lado del Ejecutivo, tratando de
conservar de la mejor forma la ley y el orden".
En su tono pausado el ministro hizo una evaluación de lo
positivo del movimiento indÃgena: que se habÃa realizado en
paz, que habÃa sido independiente, y agregó que, como lo dijo
el presidente Sixto Durán Ballén, es la hora de dar solución
a un problema que se ha acarreado por más de 150 años de
historia republicana.
Aseguró que muchas de las movilizaciones se dieron porque los
mismos indÃgenas cerraron caminos y carreteras.
- Sin embargo existe una filmación de un canal de televisión
donde se veÃa militares cavando una zanja en una zona rural.
- Posiblemente estaban rellenando, afirmó al mismo tiempo que
esbozaba nuevamente su amplia sonrisa.
Si bien el ministro de Gobierno fue catalogado por algunas
encuestas como el "mejor ministro", también ha sido uno de los
secretarios de Estado más atacados, sobre todo en lo que se
refiere a la conducción polÃtica.
Se le ha criticado por no haber sido un pasaje entre el
Legislativo y el Ejecutivo.
"Aquà en Quito muchos analistas polÃticos ven y creen que la
función del ministro de Gobierno debe focalizarse solamente en
el Congreso Nacional y en hacer mayorÃa a como de lugar.
En los últimos doce años de vida republicana que tenemos, han
habido muchos congresos y se ha podido gobernar sin tener la
mayorÃa. Tal como está la proporción de fuerzas polÃticas, los
partidos de gobierno tienen solamente 17 de 77 legisladores,
lo cual hace necesario que el gobierno tenga un diálogo
abierto con todos los sectores. El gobierno no se ha entregado
a ninguno, tiene un diálogo permanente con todos los sectores.
Y asÃ, hizo mayorÃa en una oportunidad para elegir las
dignidades del Congreso, posteriormente tuvo un cambio para la
conformación del Plenario de las Comisiones, y de acuerdo a
las situaciones que se van desenvolvimiento puntualmente se
conversa con todos los sectores.
La cartera de Gobierno es multifacética, tiene que hacer
frente a una gran variedad de problemas. Nos ha tocado
colaborar en situaciones de crisis como sucedió con el IESS;
abrir un diálogo y manejar una relación, que va rindiendo los
frutos, con el FUT; abrir un diálogo con los sectores
indÃgenas. Es decir, hay muchas cosas que se han hecho a
parte de la relación con el Legislativo".
Al referirse a la falta de coordinación entre el bloque el PUR
con el gobierno, aseguró que volver a tratar ese punto es
"como hacer historia sagrada. El PUR está unido. Todo perÃodo
constitucional que se inicia tiene que tener un pequeño
tiempo de ajuste entre el Ejecutivo y su bloque. En un
congreso en pleno, como es él de los primeros sesenta dÃas de
función, las acciones son eminentemente polÃticas. A través de
las comisiones del Plenario se procederá, con unidad de
criterio, a sacar adelante proyectos de reformas legales que
harán viables que las medidas económicas, que con gran
liderazgo fueron tomadas por el presidente Sixto Durán Ballén,
se complementen con otras medidas, que ayudarán a la
modernización y reactivación del Estado y a los aparatos
productivos".
- Por muchas decisiones que usted ha tomado, se le ha acusado
que su corazón sigue siendo roldosista.
- En lo que respecta a Jaime Roldós, sÃ. Porque fue un gran
amigo mÃo y un gran presidente, que lamentablemente tuvo un
final tráfico.
En un momento determinado fue la esperanza de toda una
juventud y del paÃs, y mi compromiso fue con él. Ahora quieren
involucrarme con el Partido Roldosista, que lidera el abogado
Abdalá Bucaram y que es una fuerza importante en el paÃs.
Como ministro de gobierno mi función es conversar con todos
los sectores polÃticos. Yo converso con los socialcristianos,
con la Izquierda Democrática, con el PRE, converso con todos
quienes tengo que conversar, esa es la función de un ministro
de Gobierno que no es sectario. Se dicen tantas cosas, los
hechos demuestran que el partido roldosista no tiene nada que
hacer con el gobierno, ni ha recibido nada en especial.
- Se lo ha catalogado como el ministro "más progresista", y
que por eso tuvo un mal entendido con el vicepresidente
Alberto Dahik, al momento de decretar las medidas.
- (Risas) Me alegra oir eso. ¿Y siendo el ministro más
progresista, es el ministro que su diario, que se supone que
es progresista, más ataca?
En lo que respecta su pregunta: por mi función me corresponde
ver la parte social, los resultados, los efectos que pueden
tener las medidas. Me correspondió, junto con otros miembros
del gabinete, aligerar un poco las posiciones, tratando de
encontrar lo mejor y respaldando al presidente en algunas de
sus posiciones. Siempre he tratado de encontrar un punto de
equilibrio entre la parte económica y la parte social.
- ¿Desmiente su mala relación con el vicepresidente?
- Son totalmente falsas, me llevo muy bien con él. (5A)