DOS AÃOS DE GRANDES RESTRICCIONES CREDITICIAS
Quito. 10. 08. 90. En lo que corresponde a la polÃtica
crediticia, se observa que se ha perseverado en la gran
restricción del crédito, que es coherente con una polÃtica
monetaria tendiente a restringir la liquidez de la economÃa.
Sin embargo, esta polÃtica ha sido calificada por los distintos
sectores productivos como una vÃa segura para la recesión.
Además, algunos analistas económicos estiman que considerar que
la inflación proviene principalmente por el lado de la demanda -
exceso de liquidez- no corresponde a la realidad, por cuanto el
constante incremento de los costos de la producción es, a su
juicio, el factor que mayor impacto ha tenido en las dificultades
para derrotar la inflación.
En todo caso, el actual presidente de la Junta Monetaria, Andrés
Vallejo, acaba de anunciar la reapertura ciertas lÃneas de
crédito al sector privado que revertirá la constricción
crediticia observada en los dos primeros años de gobierno de la
social democracia.
Inflación
La derrota de la inflación ha seguido en primer plano para las
autoridades económicas que consiguieron bajar una tasa de casi el
73%, en agosto de 1989, al 50,3 % en julio de 1990.
No obstante, el proceso de disminución de la inflación ha tenido
sus altibajos, especialmente a lo largo de 1990.
AsÃ, luego de una tendencia a la baja observada desde marzo de
1989, a partir de abril de 1990 se registró un ligero repunte
inflacionario que invirtió la tendencia; posteriormente, en junio
de este año la inflación volvió a bajar, sin embargo, en julio de
1990, se repitió un alza adicional que colocó finalmente el
Ãndice en el 50,3%. Entre los factores que han incidido en la
imposibilidad de derrotar la inflación constan los reajustes
periódicos de las tarifas de los distintos servicios públicos y
las alzas graduales de los combustibles, asà como la cierta
liberalización de las tasas de interés, sobre todo de aquellas
orientadas a los sectores productivos.
En este ámbito, se aprecia que durante el presente régimen se han
elevado en tres oportunidades las tasas de interes de los
préstamos a la producción. Primero se pasó del 24 al 32%, luego
del 32 al 36%, hasta que finalmente se ha situado el interés en
el 39%.
Estas elevadas tasas se han constituido en un factor que ha
disuadido la inversión en el área agrÃcola o industrial, por
ejemplo, con lo que no se ha podido incrementar la oferta de los
bienes y servicios de estos sectores y, concomitantemente,
alcanzar la reactivación.
PolÃtica fiscal
La austeridad que se venÃa observando dentro de la polÃtica
fiscal hasta fines de 1989 y que se traducÃa en una serie de
superávit fiscales, desapareció a partir de 1990 cuando se
registraron déficit en enero y febrero, que en conjunto alcanzan
una cifra negativa de más de 30 mil millones de sucres.
Las autoridades han buscado justificar este déficit por el lado
de la caÃda de los precios del petróleo, es decir por el lado de
los ingresos del presupuesto general del Estado.
Sin embargo, se aprecia que en los déficit de los dos primeros
meses de este año -sobre los únicos que hay datos- el precio del
petróleo siempre estuvo por encima de los 15 dólares, es decir,
siempre fue mayor al precio con el que se programó el
presupuesto.
Consecuentemente, los saldos negativos del presupuesto provienen
de un incremento exagerado de los gastos fiscales.
AsÃ, mientras que en el primer bimestre de 1990, los ingresos
crecieron en un 43,3% respecto a los dos primeros meses del año
pasado, los gastos se incrementaron en el orden del 97%.
Nuevo modelo de desarrollo
Adicionalmente a las polÃticas económicas especÃficas, el Estado
ha continuado en la implantación de un conjunto de reformas que
conduzcan a un nuevo modelo de desarrollo, basado en el sector
externo de la economÃa.
En este sentido apuntan la consolidación de la reforma
tributaria, la iniciación de la reforma arancelaria y la próxima
aplicación de la reforma al mercado de valores.
Las autoridades han señalado que es urgente incorporar el Ecuador
a la multitud de cambios que se están produciendo en la economÃa
mundial, a través de la consecución de una mayor competitividad
en el frente externo.
En sÃntesis, estos dos años de manejo económico se han
caracterizado por la aplicación de una estricta polÃtica de
ajuste -con excepción de lo ocurrido en el sector fiscal a
inicios de 1990-, enmarcada en una concepción gradualista de la
conducción económica. Un ajuste que si bien ha consolidado el
equilibrio de algunos indicadores macroeconómicos, ha continuado
sumiendo la economÃa en un proceso de estancamiento. (A-2).