Miami. 15.12.94. La Cumbre de las Américas ha sido un éxito, pues ha
desbordado las expectativas que todos teníamos sobre ella. El
Plan de acción es un plan bastante concreto, que le da a las
instituciones del sistema una gran cantidad de responsabilidades
nuevas, dijo en declaraciones exclusivas a HOY el secretario
general de la Organización de Estados Americanos, OEA, César
Gaviria.

Un día después de la cita hemisférica, y liberado de las
tensiones de la reunión, César Gaviria asomó, de pronto, de el
lobby del lujoso Hotel Intercontinental, con apenas dos guardias
de seguridad, y fue posible abordarlo, sobre lo más trascendente
de la Cumbre; cómo llevar a la práctica y hacer realidad la Zona
de Libre Comercio aprobada por los 34 jefes de Estado, y qué
hacer con Cuba, después que el tema no fue abordado oficialmente.

Para César Gaviria la decisión que tomó la Cumbre, respecto a la
creación de la zona de Libre Comercio, es una decisión sin
antecedentes en la vida de América. Por eso, aseguró que sin
duda despeja muchísimo el panorama continental, pues, además,
todas las tareas que se han encargado a las Instituciones van a
representar muchas nuevas responsabilidades y mucho más acción
colectiva en los temas y los problemas del continente.

Pero el secretario de la OEA no cree que la resolución de crear
una zona de libre comercio implique más sacrificio para los
países pobres de Sudamérica. "Yo creo que todo el enfoque de
trabajo en los temas de comercio, con miras a una zona de libre
comercio, de trabajar en los temas de inversión social, y de
trabajar en los temas de promoción de las democracias, es un
enfoque bastante realista, bastante posible, y nosotros esperamos
responder a él", dice con visible optimismo.

¿Y cuál va a ser la tarea de la OEA frente a Cuba, para conseguir
el establecimiento de la democracia como se ha aludido en la
reunión hemisférica?

No hay nada acordado sobre lo que se vaya a hacer, todo lo que se
nota es que hay un creciente interés por ver como se resuelve ese
que es el único problema que queda en nuestro continente.

En general cada vez se ve más una gran identificación de
propósitos de traer a Cuba hacia mayores libertades, de traer a
Cuba hacia un régimen más pluralista, de que se mueva más hacia
una economía de mercado y que, eventualmente, si es posible
reintegrarla al sistema interamericano. ¿Qué se va a hacer,
exactamente? es algo que no se sabe aún. Yo siempre he creído
que una aproximación más gradual a ese problema, aceptar que Cuba
cambie gradualmente en lo económico y en lo político, puede
ayudar a que esos objetivos sean cada vez más alcanzables, pero
no sé exactamente si vamos a llevar el tema a discutir más
ampliamente, o si algunos países van a tomar la iniciativa de
tratar de buscar una solución a una problema que yo creo que ya
va siendo hora de que los americanos nos preocupemos más por
encontrarle una salida.

¿La Cumbre de Miami puede ser considerada como la última gran
presión a Cuba?

No, nadie podría decir que aquí ha surgido una gran presión. El
tema, más vale, ha sido dejado de lado porque los presidentes,
con buen criterio, creo yo, decidieron que iban a usar estas
reuniones para fortalecer el sistema interamericano, no las iban
a usar para tratar de resolver, en un par de días, los problemas,
cosa que es inalcanzable. Creo que la usaron para fortalecer la
OEA, para fortalecer el BID, para darle nuevas responsabilidades,
no para resolver ningún problema específico.

Miseria, democracia y buenas intenciones

¿Cómo evitar que las democracias no se vulneren en países como
los del Caribe, Centro y Sudamérica, cuyos pueblos adolecen de
miseria y las democracias no las soluciona?

Bueno, es imposible trabajar con la idea de que nunca vamos a
tener un nuevo tropiezo, pero sí es mucho lo que todos los países
-y no solamente la OEA- sino también las instituciones, la banca
multilateral, las Naciones Unidas, pueden hacer. Yo creo que si
trabajamos de manera coordinada, podemos hacer mucho para
fortalecer las instituciones democráticas.

-¿Y que se puede hacer para que las resoluciones de la Cumbre en
las que han estado de acuerdo los 34 jefes de Estado del
continente, no queden solo en buenas intenciones, como ocurrió en
Punta del Este?

Lo que ocurrió en la anterior Cumbre de las Américas es que el
esquema de integración que se había acordado no era muy realista,
porque en esa época teníamos economías bastante cerradas,
aranceles bastante altos, licencias previas de todos los países.
Entonces era una integración muy difícil de alcanzar, hoy estamos
frente a una integración mucho más posible, mucho más viable. La
gran cantidad de acuerdos regionales de integración, la manera
cómo las economías se han abierto al libre comercio, hacen de
este un objetivo bastante alcanzable que, con todo la voluntad
política detrás, es de esperar que se pueda conseguir en pocos
años.

¿Y cómo evitar que los países de economías pequeñas no sean
absorbidos en lo comercial por los de economías grandes?

Precisamente uno de los temas de trabajo de la Organización va a
ser cómo ayudamos a los países más pequeños a prepararse mejor
para negociar su acceso a la zona de libre comercio. Me parece
que es fundamental hacer más investigación, tener al servicio de
los países consultores de comercio internacional, y asegurarse
que los países de economías relativamente más pequeñas, se puedan
preparar mucho mejor para acceder a la zona de libre comercio.

Optimismo sobre el libre comercio

¿Cuál va a ser el trabajo de la OEA, en circunstancias que asoma
como el gran impulsor de esa zona de libre comercio?

Aspiramos a tener resultados relativamente pronto. Aspiramos a
tener una unidad de comercio, trabajando en un breve término,
para prestarle toda la cooperación a los ministros de Comercio
Exterior, para que ellos puedan avanzar en los procedimientos, en
la aproximación que se vaya a tener al tema de la Zona de Libre
Comercio. Y, al mismo tiempo, organizar un buen censo de
información legal y económica. Prestarle asesoría a los países
centroamericanos, a los países caribeños, y a aquellos que, de
alguna manera, se pueden estar quedando atrás de los procesos de
libre comercio, subraya, mientras respira, imaginando la tarea
dura que le guarda. Y acota, "aspiramos a prestar una buena
contribución, a que este propósito de todos los presidentes de
América se haga una realidad.

Y en el campo político, ¿cuál será la acción de la OEA?

Nuestra acción básica, en el campo político, será buscar
mecanismos para fortalecer la democracia, fortalecer los sistemas
de justicia, los sistemas electorales, para intentar trabajar más
intensamente en la búsqueda de mecanismos de participación
ciudadana, y en los mecanismos de descentralización. Ayudarle a
las democracias vulnerables a fortalecer desde el punto de vista
institucional.

¿Cómo evitar que las democracias no se vulneren en países como
los del Caribe, Centro y Sudamérica, cuyos pueblos adolecen de
miseria y las democracias no las soluciona?

Bueno, es imposible trabajar con la idea de que nunca vamos a
tener un nuevo tropiezo, pero sí es mucho lo que todos los países
-y no solamente la OEA- sino también las instituciones, la banca
multilateral, las Naciones Unidas, pueden hacer. Yo creo que si
trabajamos de manera coordinada, podemos hacer mucho para
fortalecer las instituciones democráticas.

-¿Y que se puede hacer para que las resoluciones de la Cumbre en
las que han estado de acuerdo los 34 jefes de Estado del
continente, no queden solo en buenas intenciones, como ocurrió en
Punta del Este?

Lo que ocurrió en la anterior Cumbre de las Américas es que el
esquema de integración que se había acordado no era muy realista,
porque en esa época teníamos economías bastante cerradas,
aranceles bastante altos, licencias previas de todos los países.
Entonces era una integración muy difícil de alcanzar, hoy estamos
frente a una integración mucho más posible, mucho más viable. La
gran cantidad de acuerdos regionales de integración, la manera
cómo las economías se han abierto al libre comercio, hacen de
este un objetivo bastante alcanzable que, con todo la voluntad
política detrás, es de esperar que se pueda conseguir en pocos
años.

¿Y cómo evitar que los países de economías pequeñas no sean
absorbidos en lo comercial por los de economías grandes?

Precisamente uno de los temas de trabajo de la Organización va a
ser cómo ayudamos a los países más pequeños a prepararse mejor
para negociar su acceso a la zona de libre comercio. Me parece
que es fundamental hacer más investigación, tener al servicio de
los países consultores de comercio internacional, y asegurarse
que los países de economías relativamente más pequeñas, se puedan
preparar mucho mejor para acceder a la zona de libre comercio. (5A)
EXPLORED
en Autor: Thalía Flores - [email protected] Ciudad N/D

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