CUANDO LOS POBRES SE ORGANIZAN
Quito. 13.04.91. Alrededor de 50 niños reciben atención y
cuidados diarios en una guardería no convencional, que ha sido
instalada en el barrio de Toctiuco dentro del programa de
atención denominado Red Comunitaria Infantil. Ese es uno de
los tres mil centros de cuidado infantil que tiene la Red en
todo el país, en los cuales se atienden a niños de 0 a 6
años.
El ambiente en el interior del local, donado por la comunidad,
está inundado de un bullicio propio de cualquier lugar en el
que se encuentren más de dos niños. Todos son hijos de
familias de escasos recursos de las zonas urbano marginales de
Quito y son atendidos por mujeres voluntarias que residen en
las zonas en donde están instalados. Una de ellas explica que
los niños reciben cuidados, refrigerio y educación preescolar,
"suficiente para que puedan distinguir las formas, escribir su
nombre o aprender a distinguir los colores".
María Elisa, Edison y Carlitos, entre 5 y 6 años de edad,
dicen -mientras dibujan- que les gusta mucho estar en la
guardería y que sus padres los "mandan" diariamente para poder
salir a trabajar. Una vez que salen de la guardería los niños
pueden ingresar al primer grado de escuela, pues la educación
que reciben en ella es supervisada por profesoras parvularias
del Ministerio de Educación.
Destinado a los más vulnerables
Según el director encargado de la Red Comunitaria, Fernando
Arregui, el Ministerio de Bienestar Social asigna 500 sucres
diarios para la alimentación de cada uno de los niños de las
guarderías.
Este es un proyecto del Frente Social destinado a atender a
los sectores marginales y dentro de ellos a los más
vulnerables, los niños. Señala que el programa comprende
atención médica -un médico visita periódicamente las
guarderías- estimulación temprana y desarrollo comunitario.
La Red funciona actualmente en 15 provincias -todas las de la
costa y las de la sierra- y se espera que en este año se
puedan atender las zonas del oriente y Galápagos.
Según Arregui, la red atiende a 120 mil niños en todo el país
y la meta para el 91 son 200 mil."Hemos invertido en el
programa alrededor de 20 mil millones de sucres y para este
año el presupuesto es de 30 mil millones", dijo Arregui.
El financiamiento proviene del Fondo de Nutrición de la
Infancia, FONIN, y de un porcentaje de las importaciones y
exportaciones no petroleras del país. El trabajo de atención
se realiza con cualquier tipo de organización que esté
legalmente constituida, la cual debe aportar con el local para
la guardería, parte del mobiliario, el pago de agua, luz y
otros.
Según el director de la Red Comunitaria, los indígenas y
pobladores de las zonas rurales son quienes más colaboran y
quienes tienen mayor interés por instalar una guardería en su
comunidad.Señala que el aporte individual de los pobladores
rurales es mayor que el de los habitantes de las zonas urbano
marginales "que están más acostumbrados al paternalismo".
La visita que realizamos confirmó en parte ese pensamiento,
puesto que una de las guarderías de Toctiuco había sido
asaltada, hace poco menos de un mes, por un grupo de maleantes
de ese barrio. Ese hecho difícilmente sucede en una comunidad,
en la cual la guardería pertenece a todos sus pobladores, que
por las cada vez mayores necesidades están obligados y tienen
interés en cuidarla.
La imaginación es primordial
Las condiciones económicas de los barrios y las zonas en los
que se encuentran las guarderías, han obligado a quienes están
a su cargo a usar creativamente su imaginación. No hay otra
manera de poder conseguir, o en este caso construir, lo que
los niños necesitan para su cuidado y sobre todo para su
entretenimiento.
Por ejemplo, las mesas que se utilizan en los comedores de las
guarderías, son colocadas "patas arriba" y utilizadas durante
la mañana como "corrales" para los menores. Un columpio se
construye con troncos de árboles, cadenas o cuerdas y la mitad
de una llanta colgando de ellas. Los niños, de esas
condiciones y a esa edad, no distinguen entre una u otra clase
de juguetes. La cuestión es divertirse. Lástima que para los
más desvalidos y necesitados se tenga que improvisar. (A-3).
Quito. 13.04.91. Alrededor de 50 niños reciben atención y
cuidados diarios en una guardería no convencional, que ha sido
instalada en el barrio de Toctiuco dentro del programa de
atención denominado Red Comunitaria Infantil. Ese es uno de
los tres mil centros de cuidado infantil que tiene la Red en
todo el país, en los cuales se atienden a niños de 0 a 6
años.
El ambiente en el interior del local, donado por la comunidad,
está inundado de un bullicio propio de cualquier lugar en el
que se encuentren más de dos niños. Todos son hijos de
familias de escasos recursos de las zonas urbano marginales de
Quito y son atendidos por mujeres voluntarias que residen en
las zonas en donde están instalados. Una de ellas explica que
los niños reciben cuidados, refrigerio y educación preescolar,
"suficiente para que puedan distinguir las formas, escribir su
nombre o aprender a distinguir los colores".
María Elisa, Edison y Carlitos, entre 5 y 6 años de edad,
dicen -mientras dibujan- que les gusta mucho estar en la
guardería y que sus padres los "mandan" diariamente para poder
salir a trabajar. Una vez que salen de la guardería los niños
pueden ingresar al primer grado de escuela, pues la educación
que reciben en ella es supervisada por profesoras parvularias
del Ministerio de Educación.
Destinado a los más vulnerables
Según el director encargado de la Red Comunitaria, Fernando
Arregui, el Ministerio de Bienestar Social asigna 500 sucres
diarios para la alimentación de cada uno de los niños de las
guarderías.
Este es un proyecto del Frente Social destinado a atender a
los sectores marginales y dentro de ellos a los más
vulnerables, los niños. Señala que el programa comprende
atención médica -un médico visita periódicamente las
guarderías- estimulación temprana y desarrollo comunitario.
La Red funciona actualmente en 15 provincias -todas las de la
costa y las de la sierra- y se espera que en este año se
puedan atender las zonas del oriente y Galápagos.
Según Arregui, la red atiende a 120 mil niños en todo el país
y la meta para el 91 son 200 mil."Hemos invertido en el
programa alrededor de 20 mil millones de sucres y para este
año el presupuesto es de 30 mil millones", dijo Arregui.
El financiamiento proviene del Fondo de Nutrición de la
Infancia, FONIN, y de un porcentaje de las importaciones y
exportaciones no petroleras del país. El trabajo de atención
se realiza con cualquier tipo de organización que esté
legalmente constituida, la cual debe aportar con el local para
la guardería, parte del mobiliario, el pago de agua, luz y
otros.
Según el director de la Red Comunitaria, los indígenas y
pobladores de las zonas rurales son quienes más colaboran y
quienes tienen mayor interés por instalar una guardería en su
comunidad.Señala que el aporte individual de los pobladores
rurales es mayor que el de los habitantes de las zonas urbano
marginales "que están más acostumbrados al paternalismo".
La visita que realizamos confirmó en parte ese pensamiento,
puesto que una de las guarderías de Toctiuco había sido
asaltada, hace poco menos de un mes, por un grupo de maleantes
de ese barrio. Ese hecho difícilmente sucede en una comunidad,
en la cual la guardería pertenece a todos sus pobladores, que
por las cada vez mayores necesidades están obligados y tienen
interés en cuidarla.
La imaginación es primordial
Las condiciones económicas de los barrios y las zonas en los
que se encuentran las guarderías, han obligado a quienes están
a su cargo a usar creativamente su imaginación. No hay otra
manera de poder conseguir, o en este caso construir, lo que
los niños necesitan para su cuidado y sobre todo para su
entretenimiento.
Por ejemplo, las mesas que se utilizan en los comedores de las
guarderías, son colocadas "patas arriba" y utilizadas durante
la mañana como "corrales" para los menores. Un columpio se
construye con troncos de árboles, cadenas o cuerdas y la mitad
de una llanta colgando de ellas. Los niños, de esas
condiciones y a esa edad, no distinguen entre una u otra clase
de juguetes. La cuestión es divertirse. Lástima que para los
más desvalidos y necesitados se tenga que improvisar. (A-3).
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