Quito. 28 jul 97. De persistir la falta de acuerdo para el
establecimiento de la fecha de inicio de la Asamblea Nacional,
el Congreso Nacional dejará el tema para el próximo periodo
ordinario, pues esta semana se intensificarán las
negociaciones con miras a captar las primeras dignidades
legislativas.
A cuatro dÃas de la elección parlamentaria, el Gobierno
interino aparece como el gran dirimente de la contienda, pues
el binomio integrado por el actual presidente, Heinz Moeller y
la demopopular Alexandra Vela, asà como la candidatura de
Carlos Vallejo requerirán de la "ayuda" de Carondelet, que
controla casi un tercio de los votos del Congreso.
En todo caso, la alianza parlamentaria entre el Partido Social
Cristiano y la Democracia Popular constituirá el ensayo de un
acuerdo a largo plazo: las elecciones presidenciales de 1998.
LA SOMBRA DE LOS DOS MAESTROS
Osvaldo Hurtado Larrea no hubiera nunca imaginado que desfilar
por las calles de Quito junto a Jaime Nebot, durante las
jornadas de febrero, serÃa el inicio de una nueva relación con
el Partido Social Cristiano (PSC), con el que, parece,
terminarán juntos no solo para la elecciones de autoridades
del Congreso, sino en las presidenciales del 98.
Pero Hurtado quiere hoy dar la imagen de estar fuera de todo
arreglo polÃtico. Para aludir a las negociaciones, habla de
"lo que pasa en el Congreso", aunque se conoce que el eje de
las aproximaciones es su alumna favorita: Alexandra Vela.
En un paÃs que experimentó el pacto "de la regalada gana",
nada de extraño tendrÃa esta "santa alianza" entre
contradictores polÃticos; más aún si el propio Osvaldo Hurtado
los acercó ideológicamente, cuando "modernizó" el ideario de
la DP, al renunciar al comunitarismo por la solidaridad. Si no
fuera porque en su actividad polÃtico-partidista, sus vidas
fueron una especie de lÃneas paralelas, que únicamente se
juntaban a la hora de los mutuos cuestionamientos y
acusaciones.
En efecto, la historia polÃtica del PSC y la DP está marcada
por una cadena de rivalidades, que comenzó con la severa
oposición del PSC al Gobierno de Hurtado, presidente a quien
se le acusó de no estar preparado "ni siquiera para
administrar la tienda de la equina"; continuaron las denuncias
de la presencia de las fundaciones alemanas para sustentar a
la DP y con la "decapitación" de varios ministros, que acabó
por convertir a León Febres Cordero en presidente del Ecuador.
Pero la historia de desencuentros prosiguió: una vez
encaramado en el poder, el Gobierno del PSC fue el blanco de
la DP, que ejerció con fuerza "su natural oposición", y
convirtió al Congreso en un escenario de rivalidades.
Pero los tiempos cambian: los corrillos y las oficinas del
Congreso son, justamente ahora, el centro de los acuerdos
entre los rivales de antaño. Los enemigos polÃticos están
juntos, merced a sus afinidades ideológicas, que antes no
habÃan remarcado.
Para este acercamiento ha sido fundamental la presencia de una
mujer, Alexandra Vela, quien no tuvo problemas en encontrar
puntos de coincidencia con su antiguo profesor de Derecho,
Heinz Moeller, con quien se prepara a tomar las riendas del
Congreso.
Desde luego que la mano de Fabián Alarcón ha sido también
decisoria: ¿Quién más que él para conocer las fórmulas para
los acuerdos? Más aún si él sabe que, para quien ejerza la
Presidencia de la República es mejor tener a "conocidos" en
las primeras lÃneas del Congreso, desde dónde, incluso,
podrÃan salir sus posibles sucesores.
LA DP Y LA CRISIS DE LAS IDEOLOGIAS
El ex presidente de la Democracia Popular, Absalón Rocha,
ubica a la alianza con el socialcristianismo en la crisis que
afecta a las ideologÃas, a nivel mundial.
Al ensayar una explicación de la unión entre dos pensamientos
distintos como el demócrata-cristiano que propugna una
sociedad justa y solidaria, con el PSC, que "se opone a
nuestra propuesta", encuentra que la ideologÃa de la DP se
halla en crisis.
Rocha no solo critica esta decisión de la cúpula de su partido
sino que se muestra desencantado porque no fue consultada con
otros estamentos, como la junta nacional de la DP.
Aunque no pretende desconocer las razones que tuvieron el
actual presidente del partido y su conductor, Osvaldo Hurtado,
para sellar la reciente alianza "entre el agua y el aceite"
este militante, de hace 33 años, reitera que la ideologÃa y el
programa de Gobierno del socialcristianismo no converge con
las tesis de la Democracia Popular.
Además, señala que en la DP "no hemos producido un Torbay ni
un Febres Cordero", pues distingue entre el estilo autoritario
y "abiertamente abusivo" del ex gobernante socialcristiano con
respeto a la dignidad de la persona humana propugnado por
Hurtado.
Entre lo que califica como "vicios" de esta alianza con el
PSC, Absalón Rocha señala que al ingeniero Febres Cordero no
le agradan los colaboradores sino simplemente ejecutantes de
órdenes, lo cual contrasta con la forma de ser de los
democristianos.
ES EL FIN DE LA GUERRA FRIA
El presidente de la DP, Ramiro Rivera, no contradice la
afirmación de Heinz Moeller, en el sentido de que la alianza
parlamentaria equivale al ensayo de un gran acuerdo entre
ambos partidos para captar la Presidencia de la República en
el periodo 1998-2002.
"El hecho real es que podemos concretar un acuerdo en el
ámbito legislativo, ni más ni menos", expresa al tiempo de
calificar a las expresiones de Moeller como un acto de
apertura del PSC con miras a las elecciones de 1998, pero
señala que en ese tema su partido definirá una posición el
último trimestre de este año.
Con frases como que "es saludable que superemos la dialéctica
de la guerra", Rivera defiende el entendimiento con los
socialcristianos, aunque, en la perspectiva de buscar
consensos para el futuro, su partido también dialogará con
otras tiendas. "La DP formula una práctica racional del
ejercicio de la polÃtica", puntualiza.
Por lo pronto, el matrimonio PSC-DP coincide en la
reorganización del Congreso, en el impulso a reformas penales,
la institucionalización de la Comisión Anticorrupción, la Ley
de Descentralización y una Ley de Etica Parlamentaria.
Aunque se muestra optimista, el presidente de la DP tiene
claro que en su bloque legislativo hay discrepancias, pues
allà están Fernando RodrÃguez, Richard Guillén, Ulises
Barragán y algunos otros que "no tienen la obligación de
secundar la lÃnea partidaria", señala.
De esto se aprovecha el ministro de Gobierno, César Verduga,
para escindir el bloque, con su búsqueda de votos para que la
Asamblea Nacional funcione en agosto de 1998, en contra de la
DP que insiste en que se haga este año. De todas maneras,
Rivera no mira divergencias de fondo en la posición de la DP
contraria a la del PSC que plantea que la Asamblea se instale
en agosto de 1998: "uno es el tema de la organización del
Congreso, otro es la fecha de la Asamblea", distingue.
EL PSC DOBLEGA A LA DEMOCRACIA POPULAR
"No sé cómo se van a entender dos ideologÃas opuestas",
manifiesta Carlos Vallejo, quien se desafilió de la Democracia
Popular por lo que denomina la "derechización" de ese partido.
El flamante diputado independiente, único miembro del bloque
legislativo "Demócratas Cristianos Firmes", considera que en
polÃtica es válido hacer alianzas o llegar a consensos,
siempre y cuando exista coincidencia de pensamiento y a través
de ellas se busque lograr objetivos comunes.
Bajo esa premisa, no mira con malos ojos los consensos
coyunturales entre tiendas polÃticas con ideologÃa distinta,
pero avizora que el acercamiento entre el PSC y la DP va más
allá, pues se trata de una alianza a largo plazo.
En lo personal, Vallejo se precia de su amistad con casi todos
los afiliados al partido Social Cristiano, entre los que
menciona a León Febres Cordero, Jaime Nebot y Heinz Moeller;
"ese no es el problema", señala.
En cambio sà considera un problema a la distancia ideológica,
"somos diferentes, vivimos en forma diferente, pensamos
diferente, concebimos a la sociedad en forma diferente, luchar
por los pobres es el polo opuesto de concentrar riqueza",
subraya al referir los motivos de su desafiliación.
Por ello, con un dejo de nostalgia felicita al PSC por haber
logrado doblegar a una ideologÃa (DP), que hasta este pacto
parecÃa inquebrantable. (DIARIO HOY) (P. 3-A)