Quito. 20 jul 97. La torridez de Barranquilla donde se enfrentan
hoy las escuadras de Ecuador y Colombia, grafica bien el ambiente
de tensión por el resultado del encuentro que pondrá fuera de
toda posibilidad de ir al Mundial de Francia 1998, al equipo que
pierda.

A las 16h00, en presencia de 70 mil personas y millones de
televidentes del continente, no sólo que se enfrentan 22
jugadores, sino Francisco Maturana (entrenador de la selección
del Ecuador) y Hernán "Bolillo" Gómez (técnico del combinado de
Colombia), profesor y alumno, respectivamente cuando dirigían el
seleccionado de Colombia convertido hoy en el rival de Ecuador.

En Barranquilla, ciudad en la que nació el fútbol colombiano, da
la impresión de que no existe otro tema del cual hablar. La
población, estimada en un millón doscientos mil habitantes,
comenta solo del partido de hoy al igual que los ecuatorianos
presentes, quienes se han distendido al observar la tranquilidad
que muestran los jugadores nacionales.

El encuentro de hoy es de trascendental importancia para las dos
escuadras en sus objetivos de clasificar al Mundial de Fútbol
Francia 98. En Chile, Bolivia y Argentina también se juegan
partidos por las eliminatorias.

ECUADOR QUIERE REVIVIR SU HAZAÑA

Los ojos de Luciano Macías se encienden, con un brillo
inusitado, al recordar el partido de hace 32 años, por las
eliminatorias al mundial, cuando en Barranquilla, el seleccionado
ecuatoriano ganó al equipo de Colombia, en un partido
inolvidable, que él piensa se puede reeditar este día.

"Hacía mucho calor, cuando nos equipábamos, sudábamos tanto, que
parecía ya habíamos vuelto de la cancha" -dice- como para dejar
en claro que la torridez de Barranquilla (36 grados) no puede ser
una obstáculo para el rendimiento de los jugadores.

Macías evoca a Ansaldo, Lecaro, Quijano, Bolaños, Muñoz, y otros,
como las estrellas que consiguieron los imposible: vencer a
Colombia, e imagina encontrar en Graziani, Aguinaga, los Hurtado,
Capurro, Sánchez, los emuladores de la hazaña.

En el vuelo de Guayaquil a Barranquilla, el ex defensa del
seleccionado, que ahora comparte responsabilidades con el técnico
Maturana, como asistente de campo, ensaya en el papel la táctica
de ataque que quiere imponer hoy el seleccionado nacional, cuando
se enfrente a su rival "más parecido", y por lo mismo el más
difícil.

FRANCISCO MATURANA Y LA LECTURA

Mientras tanto, al otro extremo del avión, el "Pacho" Maturana,
vestido de forma sobria, lee, con avidez "Las mujeres, la vida
y el amor", de Benedetti, en un ejercicio que le hace olvidar las
presiones de un partido, en el que la suerte le puede convertir
en "verdugo" de su antiguo equipo, el seleccionado de Colombia.

"Ganará el mejor, son equipos parejos, en los que el juego
colectivo será gravitante", dice, al responder a la pregunta que
más de 30 millones de personas se hacen en los dos países.

NO SOMOS DIFERENTES

El retraso de tres horas en la salida del vuelo de Guayaquil a
Barranquilla permitió que los jugadores, los protagonistas del
partido, compartan otra afición que parece los une: las compras.

Iván Hurtado y Graziani probaron algunas de las colonias de marca
de las boutiques, en tanto que Capurro buscó un radio y Aguinaga
se aprovisionó de agua.

A la hora de comentar lo que puede suceder en el cotejo de esta
tarde, los jugadores del equipo nacional se muestran esquivos
para dar un pronóstico, pero apelan a cualquier hecho, como el
"depende de que lado me levante", o "la presencia de ustedes nos
dará suerte", para avisorar un resultado positivo de este partido
"de vida o muerte", al que está avocado el país.

Iván Hurtado, el más locuaz de todos, introduce el tema de las
diferencias regionales y del racismo, que él dice sentir en el
país. Mientras que su primo, Eduardo Hurtado, que juega ahora en
un equipo de Los Angeles, Galaxi, subraya que "en mi tierra",
Estados Unidos "todos somos iguales". No obstante, los dos
reconocen que en el país la situación es diferente.

Mientras aguardan el avión comentan la necesidad de organizarse
en una asociación de jugadores, aunque la iniciativa, propuesta
tiempo atrás, no tuvo éxito. Pero todos los planes quedan
pendientes. Por ahora; su sueño es volver al Ecuador, esta noche,
con el triunfo ante la selección colombiana.

EL MAESTRO VERSUS EL ALUMNO

El arribo del seleccionado del Ecuador a Barranquilla, al filo
de la medianoche del viernes, hizo el milagro de despertar a los
hinchas colombianos que, según la prensa local, no lograban
motivarse para el choque de hoy, debido al bajo rendimiento de
su equipo, en los últimos partidos de las elminatorias.

Ayer, desde muy temprano, la esquina de la calle 72 con la
carrera 46 se convirtió en un "hervidero" de gente, que se acercó
para comprar banderdas, gorras, camistes y hasta pitos y cornetas
para ir al hoy al "Metropolitano", un gigante estadio en el que
se espera la presencia de siquiera 70 mil personas.

Las emisoras de radio no hablan de otra cosa que de fútbol. Edgar
Perea Arias, el "que pone a vibrar a la gente", como dijo una
hincha, asegura que la selección de Colombia ganará, aunque el
hecho de que Maturana, "que conoce el alma de Colombia, nos puede
arruinar la farra".

Para Perea, como para la gente de la calle, el responsable de la
campaña negativa del seleccionado "paisa" es Hernán Darío
"Bolillo" Gómez, por lo que hoy está "condenado a ganar".

Pero a los "curramberos", los habitantes de Barranquilla, el
observar un partido en el que se enfrentarán "el alumno con el
maestro", Pacho Maturana y el Bolillo Gómez es un hecho sin
precendentes, porque la "vida" de los dos equipos depende del
resultado del encuentro de esta tarde; de allí que para no herir
la susceptibilidad de los visitantes, apelan al tradicional
argumento de que se trata de un partido de "difícil pronóstico".

MATURANA MUY BIEN RECIBIDO

Ecuador entrenó ayer desde las 14h00 en el Estadio Metropolitano,
escenario donde se jugará el partido.

La idea de Maturana es que los jugadores se ambienten a la
temperatura (36 grados) y reconozcan la cancha.

La prensa colombiana se mostró amigable con el Pacho. Hubo varias
preguntas sobre la posibilidad de que retorne a la selección
paisa.

También se le consultó si en Ecuador tiene las mismas presiones
que recibe el "Bolillo" en su tierra, para ganar el cotejo. El
técnico tricolor respondió que no.

"Me gusta el Ecuador, los muchachos son buenos deportistas",
dijo.
Las amenazas a Hernán Darío Gómez bajaron de tono en la medida
que crecía el fervor por el partido. (DIARIO HOY) (P. 1-B)
EXPLORED
en Autor: Thalía Flores - [email protected]

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