Quito. 14 ago 2001. Algunos sostienen que las leyes se atrasan, otros que
saldrán mejores

La bicameralidad como sistema legislativo existió en varios periodos
constitucionales, ahora el Ejecutivo plantea volver a ella, como parte de
la modernización del Estado, según Ricardo Noboa.

No obstante, la propuesta genera discusiones marcando dos posturas:
quienes defienden la existencia de dos cámaras argumentan que las leyes
se producen con mayor análisis, mientras los que se pronuncian en contra
afirman que son más productivos los legislativos unicamerales.

El ex presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Miguel Macías
Hurtado sostiene que el sistema de la bicameralidad lo tienen muchos
países, entre ellos Estados Unidos y en su opinión es conveniente.

A su juicio en la cámara del senado puede haber más meditación y
reflexión, con menos ingredientes políticos que la de diputados.
Generalmente el Senado está integrado por personas de más edad que los
miembros de la cámara de diputados.

Explica que el Senado, según constituciones anteriores, estaba conformada
por representantes funcionales: de las cámaras de agricultura, comercio,
industria, de los trabajadores, universidades, incluso el ejército y la
policía, de manera que los factores reales del poder se encontraban en
esa cámara.
Medardo Mora considera que la bicameralidad es una propuesta viable,
aunque no es una reforma trascendente.

Cree que más importante es reducir el número de legisladores,
despolitizar el TC y los órganos de control del Estado.

Sin embargo señala que con dos cámaras, las leyes saldrán con una mayor
revisión. Se puede dar a la de diputados la facultad de fiscalizar y a la
del Senado la de legislar, pero eso dependería como se establezcan en la
ley las atribuciones para cada una.

Gil Barragán Romero no solo se muestra favorable a la bicameralidad, sino
que recuerda que lo planteó la comisión de notables que él presidió para
el proyecto de reforma constitucional de 1994.

En su opinión, el congreso de dos cámaras divide las competencias de la
función legislativa entre el senado y la cámara popular. Los desbordes
son controlados por el Senado que generalmente está integrado por gente
de más ponderación y a veces de más edad.

El senado ejerce funciones de control y fiscalización de otros poderes
del Estado pero, en primer lugar, de la cámara de diputados, anota.

Este espacio legislativo es un alto tribunal de justicia. Por ejemplo,
cuando se trata de juzgar a un presidente la acusación la formula la
cámara de diputados, pero la eleva ante el senado, que es el que decide.

Este organismo autoriza determinados nombramientos, como un consejo de
gobierno. Puntualiza que la bicameralidad no es un retroceso. "No se
puede decir que las leyes fluían más rápido, pero salían mejor".

En contra
El analista Jaime Damerval se pronuncia contrario a la bicameralidad,
argumentando que las dos cámaras ya cumplieron su etapa.

Afirma que tuvieron su misión histórica "en épocas pasadas y últimamente
cuando se diferenciaba y se distinguía a los representantes populares en
función de su edad y por eso se llamó la cámara joven a la de diputados.

Agrega que "la vida moderna nos ha enseñado que hay ancianos impetuosos e
imprudentes y recíprocamente hay jóvenes reflexivos y cautelosos, de modo
que aquellas virtudes que se atribuyó a la juventud y a la vejez, existen
indistintamente en los seres humanos".

A su juicio la reforma política es necesaria para corregir los defectos
de la Constitución de 1998, pero no para volver a la bicameralidad que ya
fue experimentada. "No creo que el destino de la nación dependa de
dividir un salón plenario en dos pequeños senados", enfatiza.

Para el presidente del Congreso, José Cordero, la bicameralidad propuesta
como parte de la reforma por el presidente Noboa es una experiencia
histórica que ya fue superada y sería aceptable dos cámaras si la una
fiscaliza y la otra legisla, mas no que con las mismas funciones porque
entorpecen la formación de leyes. (KMA-JFVR)A

Diputados regresan del receso

El presidente del Parlamento, José Cordero, convocó para mañana a las
09:00 la instalación de la sesiones ordinarias del nuevo período, un día
antes de lo que se había previsto pero dentro del plazo de treinta días
establecido en la Constitución para los recesos legislativos.

Los jefes de bloque se reunirán a las 10:00 de hoy con el titular del
Congreso para establecer una agenda de trabajo a corto y mediano plazo.
La prisa no tiene relación con la propuesta de reforma política.

Se conoció que la mayoría de los jefes de bloque están en la línea de
evacuar proyectos que quedaron pendientes en el anterior período, antes
de incorporar los temas nuevos y analizar, si cabe o no, tramitar con
urgencia los cambios a la Constitución.

Algunos bloques, como Izquierda Democrática y Pachakutik, calificaron
la propuesta presidencial como una "cortina de humo", que busca
desviar la atención de los temas que preocupan a los ecuatorianos.
(LB) (Texto tomado de El Expreso)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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