Quito. 11 may 99. (Editorial) Abdalá Bucaram, presidente del
Ecuador, estaba sentado cómodamente en un gran sillón del lujoso
hotel Ceasar Park, en ciudad de Panamá.
Eran los agitados dÃas de enero de 1997. Abdalá, el 12 de enero,
vÃsperas del inicio de las manifestaciones estudiantiles en su
contra, anunció a los periodistas que aceptaba dirigir al club
más popular del Ecuador: ¡Barcelona Sporting Club!
En ese 12 de enero, Bucaram empezaba a causar la crisis más
grande que ha sufrido el popular Idolo del Astillero y que lo ha
llevado a que, en mayo de 1999, esté a punto de desembocar en una
dolorosÃsima tragedia: la pérdida de la categorÃa por no cancelar
sus deudas.
Abdalá, que ya habÃa puesto en marcha su plan para ser convocado
a la Selección Nacional por Francisco Maturana, sucedÃa a Isidro
Romero, el famoso dirigente y ex diputado del Partido Social
Cristiano, que dejaba las riendas del popular club al nuevo
partido dominante, el Roldosista, luego de 14 años consecutivos
de gestión.
Se rumoreaba que Romero cedÃa el puesto a Bucaram para que el
fogoso lÃder resolviera el déficit del club, que manejaba un
presupuesto de tres millones de dólares (esta cifra la mencionaba
Romero en las ruedas de prensa. El mismo Bucaram declaró que
manejar Barcelona costaba dos millones de dólares, o "quizás
tres").
El monto del déficit de la "era Romero" nunca se definió, pero
quedó en evidencia su existencia cuando el club, entre otros
compromisos, no podÃa costear el sueldo del camerunés Cyrile
Makanaki, que cobraba 15 mil dólares mensuales, fuera de primas
y premios, y cuyo pase en préstamo costaba 200 mil dólares. En
1995, Makanaki demandó a Barcelona por 200 mil dólares no
cancelados.
Pero Bucaram, apenas se hizo cargo del club, empezó a actuar como
si Barcelona no debiera nada a nadie e infló el presupuesto a
tres veces su tamaño real. ¡Y empezó el despilfarro!
LOS PANAS DEL LIDER
Bucaram subió en 25% los sueldos en dólares de varios jugadores
y contrató a otros que estaban descartados por el técnico
colombiano Diego Umaña, como Raúl Avilés y Jimmy Montanero,
"panas" del lÃder roldosista.
Al mismo tiempo, Abdalá empezó a negociar la contratación del
gran mediocampista colombiano Carlos "Pibe" Valderrama, y estuvo
a punto de firmar un contrato con el ex astro argentino Diego
Armando Maradona, para que vistiera la blusa amarilla en la
presentación oficial del equipo.
Asimismo, Bucaram no reparó en invertir 1 millón 650 mil dólares
en la contratación del colombiano Giovanni Hernández. La
contratación, se dijo, se financiarÃa gracias a los auspiciantes.
En este ambiente, Bucaram, impulsado por su afán propagandÃstico,
despidió al técnico Umaña y a dos de sus colaboradores, que no
eran bien vistos por la hinchada, y contrató a Salvador Capitano,
que cobrara entre 15 y 30 mil dólares en 1995 y era muy querido
por los aficionados... además de que también era "pana" de
Abdalá.
Umaña sabÃa que no ganarÃa nada si interponÃa una demanda
judicial en Ecuador. ¡Ni loco que estuviera para enfrentarse al
gran Abdalá en su propio paÃs!
Asà que, ni corto ni perezoso, aunque sin mucha fe, interpuso una
demanda en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA)
por 104 mil dólares.
EL MALABARISTA
Pero el tiempo, implacable como suele ser, pasó más rápido de lo
que el paÃs, Abdalá y Umaña pensaron. El 10 de febrero, Bucaram,
defenestrado por un levantamiento popular, ya no era presidente
del Ecuador ni de Barcelona, y salÃa exiliado a Panamá. AhÃ,
renunció a dirigir el club.
Barcelona quedó a cargo del vicepresidente Xavier Paulson, quien
desistió de contratar a Hernández y renegoció algunos contratos.
Pese a que los auspiciantes se retiraron luego de la huida de
Abdalá, y a que Barcelona afrontaba una deuda de ¡un millón de
dólares!, Paulson se graduó de malabarista al lograr que el
equipo gane el campeonato nacional de 1997.
El caso más patético de esta situación era el del ariete
colombiano Anthony "Pitufo" de Avila, al que le adeudaban algunos
meses de sueldo y que amenazaba, al final de cada cotejo, de que
se iba... ¡y nunca se fue! Actualmente, está en la banca de
suplentres, con un cheque posfechado que no puede cobrar.
En 1998, Barcelona logró ser finalista de la Copa Libertadores,
pero los fracasos finacieros fueron más sonoros: la brecha
financiera no se cubrió y, para colmo de males, empezaron a
llover las demandas de la gente impaga, acusaciones de soborno
para obtener el tÃtulo de 1997 (rechazadas, lógicamente, por
Paulson). Barcelona no pudo ser campeón en 1998. "Solo me quiero
ir", declaró Paulson.
En 1999, con Jorge Bejarano como presidente, el año empezó con
la novedad de que el equipo ya no tendrÃa sueldos estelares. El
auto que manejaba el "Pitufo" fue embargado, y se conoció que la
demanda de Umaña prosperó en la FIFA, que ordenó la cancelación
de 109 mil dólares para el colombiano. Si esa deuda no se pagaba
hasta el 30 de abril de este año, Barcelona perderÃa la categorÃa
y jugarÃa, en el 2000, en segunda división. Barcdelona no pagó...
Quizá durante la reunión que sostendrán esta noche directivos de
la Federación Ecuatoriana de Fútbol y de Barcelona, se llegue a
una solución que rescate al Idolo de su ruina.
¿Y Abdalá? Bueno, Bucaram, que ayudó a causar todo este
despelote, sigue sentado cómodamente en Panamá, "ayudando" a otro
club de la Costa, el Audaz Octubrino, último en el torneo,
reforzado con jugadores del Emelec por gestión de Abdalá.
Audaz está presidido por el alcalde de Machala, Mario Minuche,
figura del roldosismo que pugna para que su equipo no descienda
por sus malos resultados. Como se ve, Abdalá nunca está quieto.
MONEY
La deuda más urgente que debe pagar Barcelona es la que sostiene
con los colombianos Diego Umaña y Jayr Llantén, y con el
argentino Néstor Villarreal, cuyo monto es de 109 mil dólares,
más 614,5 dólares por mora.
Otra deuda alta es la que mantiene Barcelona con el
nacionalizado ecuatoriano Washington Aires, al que se le deben
20.000 dólares. Aires también envió a la FIFA su demanda.
Otro que tiene querrella ante la FIFA es el empresario italiano
Steffano Pucci, que reclama de Barcelona 100 mil dólares por
incumplir un contrato para jugar, en Italia, ante el Inter de
Milán.
Actualmente, varios jugadores del Idolo están impagos, incluido
el delantero argentino Carlos Alfaro Moreno, goleador del equipo,
quien no cobra hace dos meses. Ayer, los jugadores se negaron a
entrenar.
En los tiempos de Abdalá, un jugador del primer plantel de
Barcelona ganaba un promedio de siete a 10 millones mensuales,
más la prima anual de 8 a 15 millones de sucres.
El caso más exagerado era el del defensa Luis Capurro, quien
cobraba 250 millones de sucres al mes en sueldo, y 40 millones
en primas. A Capurro, que ahora juega en Liga, le deben 11 mil
dólares.
Barcelona fue fundado el 1Ãde mayo de 1925. Ha ganado 13
tÃtulos nacionales y ha sido finalista en dos Copas Libertadores
de América. (DIARIO HOY) (P. 1-B)